De lo impreso al hipertexto

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ensayo cibercultura

“De lo impreso al hipertexto”[pic 5]

Hoy en día, vivimos en una sociedad caracterizada por tener al alcance de nuestras manos infinidad de herramientas de avanzada tecnología, las cuales han permitido en muchos casos optimizar procesos y labores diarias que realiza el ser humano.

El hecho de que la tecnología se encuentre en constante desarrollo, genera que se presenten nuevos conocimientos y aprendizajes  importantes en ciertos momentos mientras que otros tengan la  probabilidad de devaluarse al no ser de tanta ayuda, por tal motivo nos encontramos ante un volumen a gran escala de información acumulada, que requiere ser manejada, ordenada y confiable, para que cada persona que desee tener acceso a determinados temas de interés pueda hacerlo de forma eficaz y con mínimas dificultades.

Por tanto, la información es inherente a la existencia de las personas y de las sociedades, permite conocer la realidad, interactuar con el medio físico, apoyar la toma de decisiones y evaluar las acciones de individuos y de grupos. El aprovechamiento de la información propicia la mejoría de los niveles de bienestar y permite aumentar la productividad y competitividad de las naciones.

El mundo de hoy, está inmerso en una nueva revolución tecnológica basada en la informática, que encuentra su principal impulso en el acceso y en la capacidad de procesamiento de información sobre todos los temas y sectores de la actividad humana. Lo cual ha contribuido a que culturas y sociedades se transformen aceleradamente tanto económica, como social y políticamente, con el objetivo fundamental de alcanzar con plenitud sus potencialidades.

De igual forma, gracias a la expansión de redes informáticas, se ha hecho posible la universalización de los intercambios y relaciones, al poner en comunicación a amplios sectores de ciudadanos residentes en espacios geográficos muy distantes entre sí. Los espacios nacionales se han visto superados por las tecnologías de las información que no tienen fronteras: informaciones políticas, militares, económica, sociales, empresariales, se intercambian y se transmiten cada día por todo el mundo, de manera que nuestra vida está condicionada en cada momento por lo que está sucediendo a miles de kilómetros de distancia y mejor aun en tiempo real; el uso que le damos a internet en este sentido  hace parte de lo que se conoce actualmente como cibercultura.

Por tanto, para tener un concepto más claro, la cibercultura  se refiere a la cultura generada en torno a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; pero también hacen parte de ella, todos aquellos artefactos y productos, comportamientos individuales y colectivos, conceptos e ideologías surgidos directamente de la implantación de las nuevas tecnologías de la información.

Esta concepción, supone un aprovechamiento múltiple del espacio virtual, y de las posibilidades de interacción y de interconexión entre los cibernautas.

Es importante tener en cuenta, que las técnicas y todo lo que lleva consigo la cibercultura crean condiciones nuevas y  haciendo un adecuado uso proponen grandes oportunidades para el desarrollo personal y social, sin tener temores que constantemente son presentados como consecuencias futuras de la revolución tecnológica y sus avances continuos.

Según la obra Cibercultura, Informe al Consejo de Europa, escrito por Pierre Lévy; cuanto más se consolida lo digital como un soporte privilegiado de comunicación y de colaboración, más se marca la tendencia hacia la universalización en la historia de la informática.  

También  algunos autores, como Derrick de Kerckhove, definen además   la cibercultura como la tercera era de la comunicación, en la que se habría configurado un lenguaje todavía más universal que el alfabeto: el lenguaje digital. Una era que habría seguido a las de la oralidad y de la escritura. Por su parte, Pierre Lévy afirma que tras la utilización de la escritura como el modo preponderante y valioso de la comunicación humana por parte de las sociedades modernas, surge hoy un nuevo humanismo que pone en juego otro tipo de universalidad: la interconexión generalizada. La universalidad ya no consiste en un sentido único, en una clausura semántica, sino en la posibilidad de participar de una inteligencia conectiva extendida.

Por tanto la cibercultura tiende hoy hacia la integración, teniendo consigo un programa basado en la interconexión, las comunidades virtuales y la inteligencia colectiva; donde cada individuo según sus intereses puede crear o pertenecer a un grupo virtual y así; dar opiniones, compartir  ideologías, creencias, gustos, plantear   interrogantes y tener afinidades con otras personas a nivel mundial, sin importar el lugar donde se encuentran y gracias a las herramientas que aporta la web sin la necesidad de hablar el mismo idioma.

El interés por la cibercultura es tan grande en nuestros tiempos que prácticamente estamos viviendo el surgimiento de un nuevo campo de estudio en el que convergen sociólogos, técnicos, filósofos, comunicadores, artistas, educadores e investigadores de otras disciplinas con un mismo interés: aprehender en su misma actualidad la reconfiguración de una realidad social y cultural afectada por la aparición y auge de las llamadas nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Teniendo en cuenta lo anterior, el arte no es ajeno a la cibercultura, por el contrario es parte fundamental de ella, como en la en vida real, las obras artísticas; pinturas, esculturas, la música, entre otros; hacen parte de nuestro legado cultural y por lo tanto son de gran importancia para nosotros, de igual forma  el mundo virtual se encuentra complementado por estas, así podemos presenciar elementos esenciales en la web como lo es la multimedia, formatos musicales tales como el MIDI, formatos de imagen; JPEG, GIF, entre otros. Los cuales son de gran ayuda y le dan su toque especial al ciberespacio, ya que los cibernautas se ven a traídos no solo por el hipertexto sino además por videos, imágenes de alta definición, y un sinfín de proyectos que cada día se presentan en la red llamando la atención de los usuarios.

De una u otra forma el ciberespacio se encuentra adornado; fondos, tramas, colores, arreglos musicales, que distinguen cada página web y representan a sus autores.

 La interconexión virtual también facilita la creación de obras musicales y su circulación por toda la web, así podemos tener conocimiento de todo un patrimonio musical, no solo de nuestra cultura sino a nivel mundial, Internet nos acerca a todo, sin la necesidad de levantarnos de nuestros escritorios.

Lo anterior no solo sucede con las obras musicales, pasa con los videos ya sean de grandes artistas o personales, todo que una persona puede buscar en una revista o al comprar un CD de su artista favorito, pronto puede ser hallado en la red, es como se transcribiera todo lo que sucede a nuestro alrededor al mundo virtual, pero no se trata de sustituir nuestro mundo por dicha realidad virtual, solo se trata de hacer un tipo de publicidad, para que los cibernautas tengan acceso a miles de cosas que no pueden enterarse por otros medios de comunicación locales.

Los géneros emergentes de la cibercultura como la música tecno, o los mundos virtuales no reemplazan a los antiguos, se añadirán al patrimonio de la civilización reorganizando la economía de la educación y el sistema de las artes. (Lévy)

Lo paradójico de esto, no es tanto lo que vemos a diario con personas de la farándula; ellos ya están acostumbrados a que su privacidad se vea afectada y hasta sus mismas obras artísticas, pues Internet para muchos da la facilidad de piratearlas y  que cada cibernauta pueda acceder a ellas  sin costo alguno.

Lo que sucede ahora, es que mientras fuera de la web somos cada vez más celosos de nuestra privacidad, reclamamos nuestros derechos ante las nuevas políticas globales de prevención del terrorismo; en los mundos virtuales vamos perdiendo esa capacidad de distinguir entre lo público y lo privado que tanto valoramos fuera de la web.

Si bien el anonimato no ha desaparecido, el surgimiento de la web 2.0 está potenciando la exposición del usuario y su entorno sin más mediaciones que la interfaz, ya lo vemos en las prácticas de subir videos de la familia y de los amigos a Youtube, o de recrear los momentos y los encuentros personales más importantes en Myspace, Hi5 o Facebook, sin tener en cuenta sus implicaciones.

A parte de que a través de la cibercultura estamos compartiendo muchos momentos de nuestras vidas en la web; esta también ha influido en la forma en que nos educamos, tanto en la parte personal como en el aspecto profesional.

Así, la relación existente entre la educación y la cibercultura, es una tanto controversial puesto que existen opiniones encontradas respecto a su aceptación y si es o no acertada la idea de que podamos educarnos eficazmente por medios electrónicos; puesto que aunque la educación abierta y a distancia proporcionan múltiples oportunidades, sobre todo para las personas que no tienen  tantas facilidades para asistir a centros educativos y teniendo en cuenta que los cursos virtuales resultan más económicos que los presenciales.

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