COMO UNA NOVELA

COMO UNA NOVELA

Daniel Penac

Quiero comenzar por hacer una breve reflexión acerca de la situación en alfabetismo de nuestro país, aunque en el país la educación básica (primaria y secundaria) cada vez llega a más lugares de nuestro país gracias al apoyo de gobierno, muchos jóvenes, por diversas razones no asisten a la escuela y por lo tanto algunos de ellos no saben leer ni escribir a ellos se les consideran analfabetas, según el censo del INEGI nos dice que en el años 1970 teníamos un promedio de 25.8 analfabetas y en el 2010 contábamos con 6.9% de éstos, la verdad es que considero que aún siguen siendo muchos para nuestra actualidad ya que vivimos en un mundo de tecnología en donde no saber leer y escribir no se justifica ya que existen diversas instituciones que dan apoyo gratuitamente para enseñar estos conocimientos básicos para la vida en sociedad.

A lo mejor se preguntará por qué hice esta pequeña introducción y es que en el libro recalca mucho que antes estaba prohibido leer y es por eso que atraía a las personas, les llamaba más la atención por hacerlo, en el siglo XX ya es un castigo poner a leer a los jóvenes y es que contamos con más herramientas que nos brindan información pero lo que no alcanzamos a ver es que es información ya seleccionada por los que sí leyeron acerca del tema de interés. Es por eso que debemos como docentes o próximos maestros implementar estrategias para motivar a que los alumnos se interesen por la lectura, por estar informados en diversos temas sociales.

El libro comienza a decirnos la importancia de la lectura desde pequeños, el que los padres lean cuentos a sus hijos y que se les haga una aptitud, ya que el niño se siente motivado es un escape de su realidad aparte de ser un gusto y si en algo el niño llega a fallar el castigo será no leerle el cuento esa noche pero considero que aparte de eso sería conveniente no dejar que el niño comience a jugar o a distraerse en otra cosa ya que no sería castigo si no un cambio de actividad a ese cuarto de hora.

Se dice que el lector tiene gran gozo después de ese silencio al realizar la lectura, es cierto pero creo que no nos debemos quedar solo con eso, nos toca como personas que vivimos en una sociedad con problemas, conflictos y diversidad de culturas difundir lo que sabemos lo que leemos para así poder llegar a hacer que a otra persona le interese y comience a leer aunque sea un tema de interés personal ya después seguirá con temas en el desarrollo académico.

Hace mención de los adolescentes que no leen, que les interesa más la televisión tanto que lo ven como una recompensa el ver la tele como un lujo mientras que a los libros de texto ya los ven como un castigo y es por la cultura que se va formando en el ámbito familiar, ese que con ejemplos el joven va decidiendo qué hacer con sus tiempos libres, si leer y cultivarse de conocimientos históricos (porque eso es un libro “historia”) o la publicidad y mentiras de la tv. Aunque he de aclarar que es necesario por la etapa que va pasando y que son con bastantes problemas el apoyo de un adulto que lo ayude a guiarlo y aunque al principio no le tome importancia por estar con grupos de pares después va a necesitar de su ayuda lo importante es que siempre una persona mayor que él esté para darle consejos.

Cuando a ese adolescente que menciona en la lectura le piden que lea quinientas páginas en quince día queda sorprendido pero aparte de todo preocupado ya que eran bastantes páginas para alguien que ya no está acostumbrado por la lectura llenas de letras difíciles de comprender, pero también hace mención que aunque existan muchos reclamos el docente no negocia, y esto es una gran enseñanza para mí ya que nos vamos a encontrar con muchos alumnos que traten de convencernos en cambiar algunas actividades con tal de no leer pero siempre tenemos que ver que con la lectura no se negocia al contrario.

Y ¿no se preguntan cuál es el problema de la televisión? ¿Por qué los medios de comunicación son un peligro para la lectura? Es simple la respuesta en la televisión no se le permite al adolescente imaginar, crear escenarios en su mente, cerrar los ojos y sentir el paisaje hermoso que narra un cuento porque como dice el autor Daniel Penac “todo se lo dan masticado” la imagen,

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