De cómo significan las Tics

De cómo significan las TICs y nuestra composición cognitiva

Miguel EspíndolaFHyCs - UNJu

La evolución del fenómeno comunicacional contemporáneo es una de las dimensiones más notorias del mercado de hiperconsumo que junto a o sobre la política dirige –en gran medida- los destinos de nuestro mundo. El desarrollo sofisticado, la utilización inevitable y la renovación constante de las TICs constituyen un soporte imprescindible para que los mass-media operen y, a la vez, reditúen económicamente (tanto en su adquisición como en su funcionamiento). Por eso es también imprescindible saber cómo significan estos singulares recursos que, en primer término, fueron diseñados para controlar, entretener y lucrar (objetivos siempre vigentes); en segundo lugar, fueron instrumentados para trasformar en datos casi todos los aspectos de la cotidianeidad y luego, en función de dichos datos, organizar nuestra vida social. Ahora ante el fatalismo de su omnipresencia y operatividad, las TICs  -de manera inocente o al menos desprolija- son planteadas para educar y democratizar la información y la comunicación. La semiótica cognitiva de origen peirceano entiende –desde su origen empirista- que la significación se explica al conocer cómo pragmáticamente conoce el hombre (metacognición). Al describir las metodologías cognitivas (sintaxis) puede desaprender falacias, mandatos sociales y convencimientos disfuncionales (semántica) que lo llevan a actuar/sentir/pensar con perplejidad o plausibilidad. Las TICs no son sólo onerosos objetos de consumo o soportes ineliminables de los mass-media, ni curiosos instrumentos de ciencia aplicada; sino importantes partes funcionales de metodologías cognitivas que promueven contenidos problemáticos y desafiantes. Para estudiantes, docentes e investigadores, la asimilación de las TICs como “eje transversal del sistema educativo” al proceso enseñanza-aprendizaje puede ir acompañada de una alfabetización semiótica que dé cuenta de su funcionamiento y la composición cognitiva del ser humano.                  

Semiótica-TICs-Comunicación-Metacognición-Desaprender-Mass-media

De cómo significan las TICsy nuestra composición cognitiva

Miguel Espíndola

Cátedras de Semiótica y Filosofía del Lenguaje-2016

FHyCs - UNJu

“Nuestra propia composición cognitiva es la pieza que falta en muchos rompecabezas, incluidas la educación, la bioética, la seguridad alimentaria, la economía y la propia comprensión humana.”

Pinker (2003:327)

“No hay ninguna práctica económica que no sea una práctica de significación. No hay ni podría haber prácticas productivas, intercambios ni relaciones de producción sin significados. Siempre hay un excedente de sentido. No hay una sola práctica humana que no sea una práctica de significación, y eso implica que las esferas son construcciones epistemológicas contingentes creadas durante una etapa de la historia teórica. Pero no olvidemos que esa creaciónconduce en línea recta a una incomprensión radical del mundo. No hay medios de producción ni tecnologías que no tengan plusvalías semióticas, excedentes de sentido que no sean disputados por las personas involucradas en esas relaciones. No hay una esfera económica sin tradiciones laborales. El desafío es reponer la idea de Williams de un proceso social total en el que la culturano es un anexo o una esfera interesante, sino una trama donde seproducen disputas cruciales sobre las desigualdades, sus legitimidadesy las posibilidades de transformación.”

Grimson (2012:41)

“Hay un nuevo estereotipo sociológico que plantea que vivimos en una sociedad con opciones excesivas, pero yo creo que esta apariencia de posibilidades excesivas, esta plétora de posibilidades, cubre el hecho de que cada vez tenemos menos posibilidad de elección.En realidad, en esta aparente libertad de elección se está diciendo cual es la decisión que se tiene que tomar, pero además, se tiene que actuar como si fuera una elección propia.”

Žižek(2013)

Introducción

Mark Twain (1835-1910) solía decir que el problema no era que las personas no supieran datos y explicaciones sobre el mundo ya que saben mucho, el problema real es que la mayor parte de lo que saben, no es cierto. Podríamos agregar – para alarmarnos un poco más-  que no saben ni sospechan, en algunos casos, cómo funcionan las metodologías y medios por los cuáles adquieren aquellos saberes.

La semiótica cognitiva de origen peirceanoplantea –desde su origen empirista- que la semiosis (sistema de signos/proceso de significación)se entiende al conocer cómo pragmáticamente conoce el hombre (metacognición). Al describir las metodologías cognitivas (sintaxis) un semiólogo puede colaborar a desaprender falacias, mandatos sociales y convencimientos disfuncionales (semántica) que llevan a las personas a actuar/sentir/pensar con desatino o inconsistencia.

Siendo un tanto reduccionista pero como una introducción a la materia, los objetivos de la semiótica cognitiva son:

1. conocer el conocer,
2. desaprender,
3. singularizar para pensar distintivamente y
4. correlacionar con otras metodologías cognitivas^[1] lo obtenido de los puntos anteriores, para reiniciar el proceso.

Es decir la prioridad está en dar cuenta de cómo se significa (criterios/formas) más que en lo que finalmente se significa (conceptos/contenidos).En este trabajo enfocaré los dos primeros objetivos y sugeriré lineamientos para los dos restantes con respecto a la cuestión de las Tecnologías de la  Información y la Comunicación (TICs en adelante).

El concepto de Interpretante(hábito social vigente) es adecuado para enfocar el problema de las TICs. Ya tenemos una dificultad si no las interpretamos como un problema.Si las TICs no son problemas en términos epistemológicos(fenómenos factibles de ser investigados científicamente), son ¡invisibles! en el sentido de que están“naturalizadas”por el mercado en el uso cotidiano, o son  ¡visibles! en el sentido de ser presentadas como “soluciones”, es decir dispositivos útiles e inocuos para la vida de relación,funcionalesal mercado.

El hábito social vigente apunta a que en la praxis cotidiana^[2] adquirimos y/o resolvemos todas nuestras formas de hacer, de sentir y de pensar. Las TICs en sus aspectos de hardware y software  (PC, notebooks, netbooks, laptops, tablets, móviles satelitales, smart-phones, celulares, los accesorios en general de estos dispositivos, etc.) en la actualidad son ineliminablesen la vida diaria y –entiendo- no dimensionamos cómo están operando en nuestras formas de hacer, de sentir y de pensar.

Antes de abordar la operatividad de las TICs, es adecuado considerarlas dentro de dos hábitos sociales vigentes (Interpretantes) que les sirven de marco de emergencia:

1. el mercado de hiperconsumo (neocapitalismo del signo/mercancía) y
2.  los mass-media.

Semiólogos (CaroAlmela, Verón y Magariños de Morentín), filósofos (Marcuse y Žižek) y sociólogos (Barbero, Bourdieu yLuhmann) describen una panorama sociocultural que se anticipó en El Capital (1867-1910). Marx advertía que el dinero y la mercancía no son de por sí capital, como tampoco las materias primas, ni la propiedad, ni los medios de produccióny de subsistencia sino que “necesitan convertirse en capital”. Éste necesario proceso de conversión es semiótico a través demetodologías cognitivas constituidas por los mass-media cuando éstos fueron asimilados como “commodities” (mercancía factible de explotación) dentro del mercado de consumo.También sostuvo que la tradición y la costumbre pero, sobre todo, la educación harían que –en aquellos momentos- “la clase obrera” reconozca como leyes naturales, auto-evidenciales y obvias las exigencias del “modo de producción capitalista”.Asimismo, Marx describió otro proceso semiótico que consolida la mercantilización de las relaciones sociales (relaciones y valor de intercambio) al que denominó el fetichismo de la mercancía.Para él este fetichismo no se asimila en lo que nosotros pensamos o sentimos, sino en la manera que actuamoscon el medio ambientee interactuamos entre nosotros.

En función de lo expuesto, las TICs son recursos materiales dentro deespecíficos y poderosos hábitos sociales vigentes: mercado y mass-media que -por supuesto- no elegimos pero permanentemente practicamos. Entonces cabe re-conocera lasTICs en las metodologías cognitivas que funcionan, para evitar que en contextos educacionales impliquenmás desigualdady hostilidad que las que materialmente generan en casi todos los demás ámbitos de la vida social.

La tensión y el conflicto que generan las TICs -como cualquier práctica intersubjetiva- y los espacios sociales involucrados son aspectos que no tenemos que desatender ala hora de incorporarlos en el sistema educativo.

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