EL NARCOTRAFICO Y LOS JÓVENES.

EL NARCOTRAFICO Y LOS JÓVENES.

El poder que poseen los carteles de drogas y los narcotraficantes en México ha subido mucho en los últimos años y con su crecimiento ha aumentado la cantidad de narcoviolencia también. Las vidas de la gente que viven cerca de los narcotraficantes siempre están en peligro. Los más afectados son los  jóvenes, específicamente los  de las calles, quienes están reclutados por los carteles como niño narco-sicarios.

En los últimos años, se ha hecho evidente que los carteles están reclutando niños ahora más que antes. Un ejemplo claro fue el caso del “El Ponchis” (2010), un niño de doce años de edad.  Las autoridades buscaban al joven que trabajaba por el cartel del Pacífico Sur, un cartel que lucha por poder en el comercio de la cocaína. Las autoridades afirmaban  que el joven ya había  asesinado a mucha gente en Morelos, y era dirigido por el jefe del cartel, como si fuera adulto; en 2013 fue encontrado muerto. “El Ponchis” es sólo un ejemplo de uno de los jóvenes alquilados por los carteles.

Los carteles han empezado emplear tácticas para reclutar a los jóvenes desafortunados ofreciéndoles dinero y drogas a cambio por su trabajo.  Frecuentemente, los sicarios que son menores de edad vienen de las calles o tienen malas relaciones con sus familias y  muchos ya están involucrados en actividades criminales.  Los jóvenes que no tienen algo seguro en sus vidas a veces eligen afiliarse a los carteles que les ofrecen algo para que puedan vivir, como dinero para sostenerse a sí mismos y a veces a su familia.  A los carteles les gusta contratar a los jóvenes porque cobran menos que los sicarios de mayor edad y son fáciles de seducir con las drogas. A los jóvenes les gusta cobrar sus recompensas por su trabajo.

En adición, hay varias razones porque los niños quieren ser parte de los carteles. Los narcotraficantes pueden ofrecer droga a los niños de las calles que son adictos a las drogas como el Resistol, la marihuana o la heroína.  Además, los carteles ofrecen otra opción para los jóvenes que, si no fuera por los carteles, estarían encarcelados o que tendrían que reunirse con sus familias abusadoras. Algunos niños dicen que admiran a los jefes de los carteles por su estilo de vida y por la facilidad de cobrar dinero en esa posición y por eso quieren estar en los carteles. Sin importar si eligen unirse con los carteles por recompensación o sólo por querer, se puede decir con seguridad que los niños continuarán afiliarse con el tráfico de las drogas.

Desafortunadamente, es probable que la pobreza y necesidad de los niños de las calles nunca desaparezca. Con la ilusión que está pintada de cómo es la vida de los narcotraficantes y los carteles  en México junto a la pobreza y existencia, los jóvenes seguirían involucrándose en el narcotráfico.

EL NARCOTRAFICO Y LOS JÓVENES.

El poder de los carteles y  narcotraficantes en México ha subido mucho en los últimos años. Las vidas de la gente que viven cerca de los narcotraficantes siempre están en peligro. Los más afectados son los  jóvenes, específicamente los  de las calles, quienes están reclutados por los carteles como niño narco-sicarios.

En los últimos años, se ha hecho evidente que los carteles están reclutando niños ahora más que antes. Un ejemplo claro fue el caso del “El Ponchis”, un niño de doce años de edad.  Las autoridades buscaban al joven que trabajaba  por el cartel del Pacífico Sur .Las autoridades afirmaban  que el joven ya había  asesinado a mucha gente en Morelos, y era dirigido por el jefe del cartel, como si fuera adulto; en 2013 fue encontrado muerto.

Los carteles han empezado emplear tácticas para reclutar a los jóvenes desafortunados ofreciéndoles dinero y drogas a cambio por su trabajo.  Frecuentemente, los sicarios que son menores de edad vienen de las calles o tienen malas relaciones con sus familias y  muchos ya están involucrados en actividades criminales.  Los jóvenes que no tienen algo seguro en sus vidas a veces eligen afiliarse a los carteles que les ofrecen algo para que puedan vivir, como dinero para sostenerse a sí mismos y a veces a su familia.

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