EL TRABAJADOR DEL CONOCIMIENTO

El Asesor Técnico Pedagógico como Trabajador del Conocimiento.

Lejos han quedado los tiempos del marxismo y algunas de sus ideas vertidas en el Manifiesto Comunista donde se postulaba que “El trabajador se convierte en obrero cuando vende (lo único que posee) su fuerza de trabajo a otro llamado patrón, o capitalista, poseedor de los medios de producción y el capital necesario para que produzcan…” Vivimos los tiempos de la llamada “Sociedad del Conocimiento”, dónde ahora el trabajador (del conocimiento) ya no es valorado sólo por su productividad (mano de obra simple o calificada), sino por su capacidad de innovación, por su capacidad de elaborar, transformar y aplicar el conocimiento que en algún momento también fue parte de sus insumos.

Hablamos pues de un “Trabajador del Conocimiento”, cuyo rasgo principal es dar un valor agregado a un conocimiento o información preexistente; añaden un valor real a ese nuevo conocimiento o información a través de la innovación, misma que dicho sea de paso, queda inocua sino es llevada a la práctica o a la acción de una realidad contextualizada.

A diferencia de la concepción marxista del obrero, el Trabajador del Conocimiento es dueño de los medios de producción, que son sus conocimientos, sus experiencias y, en general, todo su “background”. Son ahora las organizaciones de cualquier rubro quienes en su afán de elevar su competitividad, deben ofrecer los ambientes y espacios necesarios donde este nuevo tipo de trabajador desarrolle el máximo de sus potencialidades. Desde esta perspectiva, el Trabajador del Conocimiento se convierte es el elemento fundamental sobre el que las sociedades más industrializadas sitúan sus esperanzas de alcanzar mayores éxitos tanto económicos como sociales en una cultura en la que “todos ganan”, es decir, el empresario porque incrementa sus índices de competitividad en un mercado globalizado y diversificado y, lo más importante, el factor humano que encuentra en ese mismo contexto la oportunidad de desarrollo que en el pasado histórico no se le brindó. Esto último se fundamenta en el discurso teórico de Peter Drucker y su conceptualización sobre el “Trabajador del conocimiento”, quien consideraba que éstos trabajadores “…deben ser tratados y considerados como recursos, como activos de vital y principal importancia, tanta como las máquinas. No deben ser reducidos a una cifra expresada en un costo”.

Finalmente comentaré que ser un Trabajador del Conocimiento o asumirse como tal implica asumir una responsabilidad no sólo con mi propio desarrollo (autogestión) sino, además con mi propio entorno laboral (capital social). La socialización del conocimiento y el uso adecuado de las redes sociales constituyen los pilares de la llamada web 2.0

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