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El Impacto De La Television


Enviado por   •  28 de Abril de 2015  •  1.342 Palabras (6 Páginas)  •  217 Visitas

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EL IMPACTO DE LA TELEVISIÓN EN LOS MEXICANOS

La televisión, como bien se ha definido es una “fábrica de sueños” que además ha impactado de manera importante no solo en la percepción, conductas y actitudes de los ciudadanos, sino que además se ha convertido en un elemento indispensable en la vida personal, social y familiar del individuo.

De acuerdo a las diferentes leyes y reglamentos vigentes, las funciones sociales de entretener, informar, ser generadora de opinión pública y hasta política. No obstante, para gran parte de la población en México, la jerarquización de estas funciones está estructurada de tal forma que el entretenimiento sea la función básica, luego la de informar y al final todas las demás. Al mexicano le gusta ver “tele” para divertirse y si además puede acceder a algo de información pues mucho mejor.

La penetración de la televisión en los hogares mexicanos está muy arraigada, al grado de que las familias, cuando buscan restaurar o comprar una casa, contemplan la o las ubicaciones de cada televisor y sus dimensiones. Por otra parte, la simplicidad del mensaje televisivo (incluso hasta en las noticias) produce una zona de confort mental en la que la gente se siente entretenida o bien informada. Para millones de mexicanos les es suficiente el ver la información a través de la televisión porque no tienen el tiempo, ganas, o los recursos para indagar más sobre los acontecimientos noticiosos.

LOS EFECTOS COLATERALES DE LA TELEVISIÓN.

La búsqueda de un imaginario colectivo (una mentalidad igual para todos), que es el ideal de los que producen la televisión en México, se hace a través de convertir personajes en líderes de opinión que influyan de manera notable en las conductas y actitudes en muchos sectores de la población, en especial los de escasos recursos, quienes son los más vulnerables a creer con los ojos cerrados lo que la televisión expone, otorgarle toda la confiabilidad y sobre todo, el que manifiesten una actitud de rechazo o cuestionamiento a cualquier cosa que contradiga el mensaje televisivo.

Además, hay que tomar en cuenta que la gratuidad y los alcances que tiene la televisión son el caldo de cultivo del control político e ideológico por parte de los grandes núcleos del poder, un agente canalizador del ocio, un impulsor de una moralidad pública homogénea, el creador por excelencia de necesidades a través de la publicidad y un factor de importante de catarsis ante la exposición habitual del individuo a presiones laborales, personales familiares. Se ha comprobado que los estados emocionales de muchos hombres en México varían en la medida de que los fines de semana haya fútbol en la televisión y que para muchas mujeres mexicanas la hora de la telenovela es un tiempo intocable y que los demás miembros de la familia deben respetar.

Por si fuera poco, la televisión se convirtió en la promotora de la cultura sedentaria y la dependencia tecnológica, en especial hacia el control remoto, que además causa la inestabilidad de la atención y la concentración (es muy fácil cambiarle de canal con el control remoto) y que la programación televisiva se fragmente, al grado de que la persona puede pasar horas cambiando de canal al televisor una y otra vez, sin estar viendo nada en específico, lo que es llamado comúnmente como el zapping.

ENTONCES ¿HAY QUE CREERLE A LA TELEVISIÓN?

Sin duda debe existir una justa medianía. La televisión cumple con funciones importantes en la sociedad, como lo es la transmisión de bienes culturales (aunque sea a cuentagotas) nacionales e internacionales y permite el que las personas puedan ampliar sus horizontes sin tener que salir de su casa o entorno, en especial aquellos que no tienen otra opción dada su condición económica.

Pero por otra parte es muy importante aclarar que la programación televisiva depende exclusivamente de los hombres y mujeres que la pagan. La televisión comercial siempre responderá primero y antes que nada a los intereses y necesidades de sus patrocinadores, como son los empresarios, organizaciones políticas y los gobiernos, estos últimos los principales clientes de los medios en todo el país. Y en el caso de la televisión pública, la línea de interés dependerá de los grupos políticos e ideológicos que en esos momentos estén en el poder.

Este compromiso empresarial y político de los medios de comunicación se ve reflejado también en su línea informativa. Es un hecho que los noticiarios de radio y televisión en México

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