Impacto de la televisión en los niños y adolescentes

La combinación de imágenes y sonido, la posibilidad de conocer realidades y hechos en tiempo real y de cubrir varios puntos al mismo tiempo, es lo que hace a la televisión el medio de comunicación con mayor extensión de difusión y con más influencia. Es justamente por ello que lo hace también muy peligroso debido al poder que tiene ante los televidentes.

Sin embargo ¿qué es lo que emite actualmente la televisión y cuál es su verdadera función? Antiguamente la televisión, era un elemento educativo y cultural, que servía a los ciudadanos y cumplía bien su rol. Pero con el paso del tiempo, se podría decir que hoy en día la televisión se ha convertido en un medio enlazado con las grandes empresas para generar beneficios lucrativos. Por ejemplo: El primer canal de televisión francés, TF1, es propiedad de Bouygues, un grupo empresarial dedicada a la construcción. La plataforma estadounidense de televisión digital, Direct TV, está vinculado a la multinacional de la electrónica Hugues (satélites, actividad militar) y General Motors. Principalmente porque la televisión se ha transformado en un medio donde “todo vale, si es por audiencia” y al darse cuenta que su rol de servicio hacia la comunidad no produce, cambian de “estrategia”, optando por lo que sí les genera ganancias. Su poder como veladora y contrapoder está siendo sustituida por manipulaciones políticas del poder de los Estados Unidos, que garantizan intereses occidentales como la globalización, el consumismo o la economía del mercado. Así como hace referencia el Dr. Ramón Reig: “Lo que es bueno para Estados Unidos, un gran impulsor de la Sociedad de la Información, pero para implantarla donde quiera, cuándo quiera, como quiera y a cualquier precio, es bueno la humanidad.”

De este modo la televisión está siendo parte de una estructura mundial que está liderada por la globalización y los mensajes que emite la televisión está prácticamente destinada a alimentar o reforzar esa estructura mundial. Según Noam Chomsky (autor de “Ilusiones necesarias”, revista Archipiélago): “No sería demasiado extraño que la imagen del mundo que ellos nos presentan no fuera sino un reflejo de los puntos de vista o de intereses propios de vendedores, compradores.”

Ahora cada vez el mayor protagonismo de la televisión como medio socializador de niños y jóvenes puede generar lo que algunos sociólogos denominan la generación de niños de la llave, que es cuando los jóvenes y niños pasan demasiado tiempo solos en sus casas pegados a la televisión mientras que sus papas trabajan. Esto podría generar una falta de educación de parte de los padres, por lo que los adolescentes optan por seguir el tipo de educación que se le ofrece en la televisión, la cual no es la correcta porque no tiene realmente intereses educativos. Además cuando existe una opinión generalizada, las personas tienen la costumbre de aceptar lo que la mayoría dice o sigue; por ello los adolescentes se dejan llevan fácilmente por la moda, pues la televisión suele mandar al mercado necesidades secundarias o terciarios que no entran en las necesidades básicas, pero hacen creer a los jóvenes que sí y en las mayoría de los casos no se pueden satisfacer esas “necesidades”, porque no le corresponden a su edad.

Así mismo se podría decir que los jóvenes no se percatan de la realidad que pasa en su alrededor, y los que la manejan necesitan que no se piense en ideas de mejorar el mundo porque es precisamente lo que quieren para que sigamos “enganchados” a esa “estructura mundial”. También es imprescindible para ellos que el adolescente no desarrolle adecuadamente su personalidad y acepte cualquier “modelo” que este en la televisión, por esto necesitan la explicación y consejo de los padres. Juicio critico

Actualmente los adolescentes están influenciados por los estereotipos que se han establecidos por la televisión, cuyo privilegio es la perfección física como único medio para el éxito; y cuando no se tiene la fortaleza necesaria en valores, es muy probable que opten por seguir a personas que tampoco lo tienen y vivan prácticamente de su apariencia física. Esto tiende a que los adolescentes prácticas nocivas para la salud, como el no comer o el exceso de ejercicio para tener el “cuerpo ideal”, que a su vez genera problemas de anorexia o bulimia.  Algunos ejemplos son: omnipresente culto

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