Falacias de Atinencia
Tesis23 de Noviembre de 2013
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Introducción
Platón dijo una vez; ((...los razonamientos, como los hombres, a menudo son hipócritas)).
La palabra falacia tiene varias significados:
1) Engaño o mentira con que se intenta dañar a otro.
2) Habito de emplear falsedades en daño ajeno.
3) Idea equivocada o creencia falsa.
Sin embargo, en la lógica se usa el término más reducido y más técnico, como error de razonamiento o de argumentación. Entonces una falacia es un tipo de argumentico incorrecta.
Algunos argumentos son tan obviamente incorrectos que no engañan a nadie, pero una gran mayoría aunque son incorrectos, son psicológicamente persuasivos.
De aquí que definimos falacia como una forma de razonamiento que parece correcta, pero resulta no serlo cuando se analiza cuidadosamente. El estudio de las falacias es importante, pues la familiaridad con ellos y su comprensión impedir’ a que seamos engañados por ellos.
Las falacias se dividen en dos grandes grupos: las formales y las no formales. Las formales son tratados en los textos de lógica-matemática y tiene todo un tratamiento metódico y sus propias leyes. Estudiaremos las falacias no formales, errores de razonamientos en los cuales podemos caer por inadvertencia o falta de atención al tema, o bien porque nos engaña alguna ambigüedad en el lenguaje usado para formularlo.
Podemos dividir las falacias no formales en las falacias de atinencia y falacias de ambigüedad. Solo consideraremos 18 falacias no formales, las más comunes y engañosas. Son 13 falacias de atinencia y 5 falacias de ambigüedad.
Falacias de Atinencia
La característica común a todos los razonamientos que cometen falacias de Atinencia es que sus premisas carecen de coherencia lógica con respecto a sus conclusiones, y por ello son incapaces de establecer su verdad. La falta de coherencia es aquí lógica y no psicológica. La atinencia psicológica se confunde con la atinencia lógica y se explica en algunos casos por el hecho de que el lenguaje es usado tanto expresiva como informativamente, para estimular emociones tales como el temor, la hostilidad, la piedad, el entusiasmo o el terror.
Algunos de los razonamientos cuyas conclusiones no tienen relación alguna con las premisas han recibido nombres latinos y son persuasivos debido a su función expresiva destinada a provocar que inclinen a la aceptación, en lugar de brindar razones para la verdad de las conclusiones que pretende imponer.
1. Argumentum ad Baculum (apelación a la fuerza)
La apelación a la fuerza se comete cuando se apela a la fuerza o a la amenaza de fuerza para provocar una aceptación de una conclusión. Usualmente se recurre a ella cuando fracasan las pruebas o argumentos racionales. El ad baculum se resume en el dicho: ((La fuerza hace el derecho)).
Ejemplo 1
Un padre puede terminar una discusión con sus hijos y/o señora diciendo, ((¡...aquí se hace lo que yo diga, pues soy el que trae el dinero a casa!)).
Por supuesto que el jefe del hogar es el padre, pero desde el punto de vista de la lógica argumentar que la decisión que el propone es buena solo porque ´el trae el dinero a casa es incorrecto, otros miembros de la familia pueden tener ideas mejores y tienen que ser escuchados.
Ejemplo 2
Un profesor es cuestionado por algunos alumnos en cuanto a la materia que imparte y este responde que él es el profesor y sabe lo que está haciendo.
Obviamente él es el profesor, y nadie puede cuestionarle su papel. Sin embargo, como cualquier ser humano puede equivocarse en fechas, formulas, procedimientos, definiciones, nombres, autores, sucesos, etc. y los alumnos tener razón en algunos de estos casos.
Ejemplo 3
No todos los ejemplos son tan notorios en cuanto a recurrir a la fuerza o a la amenaza de ella. Veamos un ejemplo más sutil que acaba de ocurrir.
Escuche a un director de un colegio decirle a un profesor que hiciera lo que el decía ya que los profesores necesitan permiso y era ´el quien decidía a quien se le otorgaba.
Ejemplo 4
Un diputado pide que se le apruebe su proyecto porque ´el, fue elegido con muchos votos o que ´el representa una zona geográfica determinada.
Lógicamente, estas consideraciones no tienen nada que ver con los méritos del proyecto cuya aprobación trata de lograr, pero desafortunadamente, pueden ser muy persuasivos.
Ejemplo 5
Hoy me toca a mí batear. A fin de cuentas, es mi pelota.
Ejemplo 6
Los nazis acostumbraban enviar la siguiente noticia a los lectores alemanes que interrumpían su inscripción: ((Nuestro periódico ciertamente merece el apoyo de todo alemán. Seguiremos enviándole ejemplares de ´el, y esperamos que usted no se exponga a infortunadas consecuencias en caso de cancelación)).
2. Argumentum ad Hominem (ofensivo)
Este error de razonamiento significa argumento dirigido contra el hombre. Se le comete cuando en vez de tratar de refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca al hombre que hace la afirmación. Por ejemplo consiste en poner en duda la integridad moral, su honestidad, su pasado más o menos oscuro, etc.
Este razonamiento es falaz, porque el carácter personal de un hombre carece de importancia lógica para determinar la verdad o falsedad de lo que se dice, o la corrección o incorreción de su razonamiento. De hecho todos tenemos en nuestro pasado algo de lo que no nos sentimos muy contento de haber hecho o dicho, pero esto no tiene por qué ser usado en contra de nuestras argumentaciones, ideas o proyectos que tengamos en el presente.
Arguir que una proposición es mala o una afirmación falsa porque es propuesta o afirmada por tal o cual grupo es razonar falazmente.
La manera en que puede persuadir a veces este razonamiento falaz es a través del proceso psicológico de la transferencia. Si puede provocarse una actitud de desaprobación hacia una persona, ella puede desbordar el campo estrictamente emocional y convertirse en desacuerdo con lo que esa persona dice. Pero esta conexión es sólo psicológica, no lógica. Aun el más perverso de los hombres puede a veces decir la verdad o razonar correctamente.
Ejemplo 1
Es muy común rechazar una propuesta de algún diputado, sólo porque en el pasado hizo o dijo algo no muy bueno.
Ejemplo 2
Por ahora interesa muy poco lo que diga o haga el rey de Inglaterra; ha roto perversamente todo obligación moral y humana, ha pisoteado la naturaleza y la conciencia, y por su permanente e innato espíritu de insolencia y crueldad se ha granjeado el odio universal.
Ejemplo 3
Mientras el general Grant ganaba batallas en el oeste, el presidente Lincoln recibió muchas quejas de que Grant era un borracho. Un día, cuando una delegación le dijo que
Grant era irremediablemente adicto al whisky, se dice que el presidente respondió: ((¡Quisiera que el general Grant enviara un barril de su whisky a cada uno de mis otros generales!)).
3. Argumentum ad Hominen (circunstancial)
El error aquí consiste en relacionar las creencias e ideas de una persona y las circunstancias que lo rodean. Los argumentos de este género no vienen realmente al caso; no ofrecen pruebas satisfactorias de la verdad de sus conclusiones, sino que están dirigidos a conquistar el asentimiento de algún oponente a causa de las circunstancias especiales en que ´este se encuentra. A menudo logra su propósito pues suelen ser muy persuasivos.
Ejemplo 1
Se rechaza los argumentos de un industrial a favor de la protección aduanera, ya que como es sabido un arancel protector le beneficiaria de algún modo.
Puede que la protección industrial nacional en ese momento sea lo mejor. Y es eso lo que debe discutirse, no las circunstancias especiales como la de ser industrial nacional y que se beneficiaría. El interés del industrial en la protección no es argumento en contra de plan protector aduanero.
Este tipo de razonamiento a menudo es muy persuasivo, pero es totalmente falaz.
Ejemplo 2
No puede creerse lo argumentos del profesor X acerca de la importancia de mayores salarios para los docentes. Como profesor, que es, por supuesto estaría a favor de aumentar el salario de los docentes.
Lo importante son los argumentos a favor o en contra de pagar más a los docentes.
Pero el hecho que él tenga interés por ser del gremio beneficiado no descalifica sus ideas. El interés en el tema no descalifica su opinión.
Existe otro tipo de argumentum ad hominem circunstancial mucho más sutil que la anterior, pues trata de que el oponente acepte cierta conclusión debido a circunstancias especiales.
Se le acusa de contradicción a la persona que discute nuestra conclusión, o sea una contradicción entre sus creencias o entre su prédica y su práctica, lo cual puede ser contemplado como un género de reproche o ataque.
Ejemplo 3
Un ejemplo clásico es la réplica del cazador al que se le acusa de barbarie por sacrificar animales inofensivos para su propia diversión. Su réplica consiste en preguntar a su crítico: ¿Por qué se alimenta usted con la carne de ganado inocente?
El cazador comete el argumentum ad hominem circustancial pues no trata de demostrar que es correcto sacrificar vidas de animales para el placer de algunos humanos, sino simplemente que su crítico no puede reprochárselo debido a ciertas circunstancias especiales en las que puede encontrarse, como el no ser vegetariano.
4. Argumentum ad Ignorantiam (argumento por la ignorancia)
Se comete esta falacia cuando se sostiene que una proposición es verdadera simplemente sobre la base de que no
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