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La Gestion Tecnologica Como Factor Estrategico De La Competividad Industrial

davidvidal884128 de Mayo de 2013

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La gestión

de la tecnología como

factor estratégico

de la competitividad industrial

Actualmente las empresas se encuentran ante un entorno muy diferente

al existente en el período 1945-1980 que, al caracterizarse por

elevados niveles de estabilidad y escasos niveles de incertidumbre,

ANTONIO HIDALGO NUCHERA

Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Universidad Politécnica de Madrid

tecnología puede definirse como el

medio para transformar ideas en productos

o servicios permitiendo, además,

mejorar o desarrollar procesos. Sin

embargo, y aunque su raíz etimológica la

reduce a la ciencia de las artes industriales,

no consiste únicamente en métodos,

máquinas, procedimientos, instrumental,

métodos de programación, materiales y

equipos que pueden comprarse o intercambiarse,

sino que es también un estado

de espíritu, la expresión de un talento

creador, y la capacidad de sistematizar

los conocimientos para su aprovechamiento

por el conjunto de la sociedad.

El pensamiento moderno ha llegado a

establecer que la tecnología no debe considerarse

como un medio de producción

externo que puede adquirirse en cualquier

momento, sino como un input que puede

perfeccionarse o generarse a través del

propio proceso transformador. Además, la

perfecta comprensión de la tecnología

hace necesario que llegue a dominarse el

proceso de innovación tecnológica, que

hace referencia al conjunto de decisiones

relativas a la tecnología (creación, adquisición,

perfeccionamiento, asimilación y

comercialización), lo que incluye la estrategia

tecnológica y la transferencia de tecnología.

Si bien se conocen en profundidad las

ventajas y desventajas que a nivel macroeconómico

tienen para un país ser

exportador o receptor de tecnología, y

se han desarrollado explicaciones convincentes

para comprender las relaciones

que existen entre países avanzados y la

gestión de la tecnología, en este artículo

se van a analizar estos procesos a un

nivel microeconómico, basándonos en la

propia especificidad del cambio tecnológico

y en su importancia como base fundamental

de la competitividad industrial.

La tecnología.

Clave del nuevo

escenario global

El incremento que se produce en la

década de los ochenta en el número de

publicaciones sobre la importancia estratégica

de la gestión de la tecnología y de

la innovación tecnológica no es fruto del

azar, sino que constituye la respuesta a

una serie de cambios radicales que se

generan en el entorno empresarial a lo

largo de la década anterior. A esta década

se puede denominar «mutacionista»,

pues se producen acontecimientos de

carácter revolucionario en lo tecnológico

que sirven de antecedente a lo que se ha

denominado Sociedad de la Información.

Estos acontecimientos se pueden resumir

en:

 A principios de la década (1971) se

produce la ruptura del Sistema Monetario

Internacional y la devaluación del

dólar, en un intento de reducir el creciente

déficit comercial estadounidense

derivado de la caída de la competitividad

de sus productos de tecnología alta y

media en los mercados internacionales,

frente al empuje creciente de los productos

europeos y japoneses que comienzan

a diferenciarse por la incorporación de

nuevas tecnologías. De un sistema de

cambios fijos basado en la paridad orodólar

se pasa a un sistema de cambios

flotantes, cuyas relaciones de paridad

entre monedas experimentan variaciones

erráticas y profundas que dificultan la

planificación económica y financiera de

empresas y administraciones.

 En 1973, la crisis del petróleo provoca

una subida de los costes de la energía

de hasta 20 veces en un corto período

de tiempo (el coste del barril de petróleo

pasa de 1,75$ en 1973 a 34$ en 1979). El

impacto que se produce sobre los procesos

industriales provoca la necesidad de

una reconversión tecnológica urgente de

los mismos, tratando de ser ahorradores

en lugar de intensivos en energía. Las

tecnologías de proceso se convierten en

protagonistas centrales del cambio.

 La recesión de la demanda que provoca

esta crisis energética acentúa aún

más el fenómeno de la saturación de los

mercados de bienes de consumo duradero

que comenzó a apuntarse a finales de

la década de los sesenta. Numerosos

mercados, como los de electrodomésticos

y automóviles, pasan a ser de reposición

y crecimiento vegetativo en muchos

países, lo que obliga a las empresas a

una sustitución acelerada de productos.

La electrónica se convierte en la tecnología

clave de la diversificación y el mercado

de nuevos productos informáticos, en

el mercado de mayor crecimiento. Las

tecnologías de producto se convierten de

esta forma en un factor estratégico del

desarrollo empresarial.

 El crecimiento de los precios se produce

de forma independiente de la evolución

de los mercados, apareciendo la

inflación de costes provocada por el

encarecimiento de la energía, las materias

primas, los salarios y los tipos de

interés. La coexistencia de una inflación

de costes con niveles importantes de

desempleo da origen a fenómenos de

estanflación y hacen poco efectivas las

políticas keynesianas orientadas a combatir

la inflación de demanda en condiciones

muy cercanas al pleno empleo.

Esta alteración obliga a los agentes económicos

a una lucha contra la inflación

basada no tanto en medidas restrictivas

de la demanda, como en el control de

los costes de producción, tratando de

conseguir incrementos drásticos de productividad,

razón por la que la automatización

y la informatización de los procesos

productivos y administrativos

colocan a las nuevas tecnologías en el

centro de atención de las estrategias

empresariales.

 Por último, la emergencia de nuevos

polos industriales y tecnológicos en

diversos países del sudeste asiático, con

empresas capaces de utilizar tecnologías

avanzadas de producción con ventajas

comparativas de costes, obligan a las

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A. HIDALGO NUCHERA

ECONOMÍA INDUSTRIAL N.° 330 • 1999 / VI

empresas de los países desarrollados a

tratar de sustituir políticas de competencia

basadas en el precio por políticas de

competencia basadas en factores «intangibles

», en las que la calidad, el diseño,

el servicio postventa y, principalmente,

la tecnología comienzan a ser considerados

como factores clave de la competitividad

y, por tanto, componentes básicos

de las nuevas políticas industriales.

De esta forma se ha llegado a caracterizar

en la actualidad un entorno competitivo

en el que la tecnología ha irrumpido

como un factor crítico que es

necesario gestionar de forma eficiente si

se quiere que la empresa consiga determinadas

cuotas de crecimiento. Las principales

características de este entorno

competitivo son las siguientes:

Elevados niveles de cambio tecnológico,

que se pone de manifiesto no solo

a través del acortamiento del ciclo de

desarrollo del producto, sino del incremento

de la velocidad de difusión espacial

de los nuevos productos y procesos

cuyos lanzamientos comerciales se realizan

prácticamente con alcance mundial.

Protagonismo de la competitividad

por intangibles frente a la competitividad

por los precios, lo que implica la

especialización en productos que incorporen

nuevas tecnologías, sofisticados

diseños, elevados niveles de calidad o

esmerada proximidad al cliente.

Transnacionalización de la actividad

empresarial mediante la configuración

de redes o alianzas de carácter estratégico,

que persigan incrementar las propias

capacidades tecnológicas y alcanzar nuevos

mercados.

Acortamiento del ciclo de vida de los

productos y modificación creciente de

las preferencias de los consumidores

impulsada por el aumento de los niveles

de renta disponible.

Estos aspectos, que se resumen en el

cuadro 1, ponen de manifiesto que el

desarrollo de la economía ya no es

general, sino selectivo, y que cada

empresa debe ganarse su propio crecimiento

bajo fuertes turbulencias e importantes

incertidumbres, pues el entorno

tecnológico experimenta rupturas cada

vez más frecuentes. Un ejemplo de ello

lo representan los compuestos carbonocarbono

que se pusieron a punto

...

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