Los Marcapasos

CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

La búsqueda constante del hombre para satisfacer cada vez más su necesidad por mantener una salud optima ha sido el impulso para que la tecnología con sus avances le brinde a las personas calidades de vida a nivel de la salud. Solo basta una retrospectiva para saber definir como el ser humano ha logrado evolucionar en un uno de los aspectos más importantes como es la salud.

Desde que la historia del hombre comenzó a escribirse ha existido la tecnología, donde un considerable progreso en el aprendizaje sobre la condición general del cuerpo humano se debe al desarrollo de simples aparatos mecánicos para medir la temperatura y para escuchar los latidos del corazón, aparatos de imágenes que usan finas sondas para suministrar luz visible, campos magnéticos, ondas sonoras, rayos x, radiación nuclear y los marcapasos. Todos estos instrumentos han sido posibles gracias a la tecnología, que a su vez ha sido el instrumento cuya evolución ha determinado el avance de la humanidad.

En el ámbito mundial, la tecnología evoluciona a pasos excesivos. En las últimas décadas significo una verdadera transformación de las ideas básicas de la mencionada tecnología intensiva, ya que ha permitido responder cada vez mejor a las necesidades humanas facilitando y simplificando procesos.

Según información consultada en:

http://www.monografias.com/trabajos94/marcapasos/marcapasos.shtml (1899). Mientras McWilliam. A, trabajaba con sus experimentos descubrió que la aplicación de un impulso eléctrico al corazón humano en estado asistólico causaba una contracción ventricular, y que se podía provocar un ritmo de sesenta y setenta (60-70) impulsos por minutos mediante impulsos eléctricos aplicados a espacios iguales a sesenta y setena (60-70) por minutos. Las garantías para asegurar la confidencialidad del sistema ha sido uno de los aspectos que se ha estudiado para así empezar a generalizar el control remoto de estos dispositivos que prolongan la vida del corazón. (p. 2,3).

De acuerdo al VII informe oficial de la sección de Estimulación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología, y en el que ha participado la doctora Fidalgo, la media de edad de las personas que precisaron un implante corresponden al intervalo de setenta y ochenta años (70-80) años, el 39,2% del total, seguida de ochenta y noventa (80-90) años con el 36,7%. La media de edad de las personas que precisan recambios de generador fue de 76,5 años.

En este sentido Mack. C (1926) menciona que,

En el hospital Royal Prince Alfred de Sìdney, apoyado por el físico Edgar H Booth de la Unviversidad de Sìdney, inventaron un dispositivo portátil que se conectaba a un “punto de disparo” en el corazón, y que consistía en dos electrodos; uno era una almohadilla empapada en solución salina aplicada sobre la piel y otro era una aguja aislada excepto la punta que se clavaba en la cámara cardiaca apropiada. El ritmo del marcapasos era variable desde 80 hasta 180 pulsos por minutos y de la misma manera, el voltaje variaba desde 1,5 hasta 120 voltios. (p.15).

Dentro de este contexto, el marcapasos es un sistema que monitorea la actividad intrínseca del corazón y a la vez genera impulsos eléctricos que excitan artificial y rítmicamente al corazón cuando es incapaz de contraerse por sí mismo con regularidad. Este pequeño instrumento implantable está dotado de un circuito electrónico y funciona gracias a una pila de litio. Los breves impulsos de corriente eléctrica que genera son transmitidos a través de un electrodo especial, unipolar o bipolar, al músculo cardíaco.

La aparición de los circuitos integrados que sustituyeron a los transistores que además de reducir el tamaño, han permitido la programación del marcapasos y la comunicación en dos direcciones: del especialista hacia el marcapasos y del marcapasos al especialista, mediante ondas electromagnéticas (telemetría) y no mediante campos magnéticos como hasta entonces. Esta comunicación bidireccional, programador-marcapasos: marcapasos-programador ha permitido también confirmar la modificación de las características del marcapasos.

A tal efecto un marcapasos puede ser programado desde afuera y este representa la posibilidad de adaptarlo a las necesidades de cada persona que lo lleva. Los más modernos marcapasos son aparatos inteligentes que no solo se limitan a detectar un potencial eléctrico, sino que lo interpretan y saben si pertenece o no al corazón. Por tanto, en el momento en que hay un potencial eléctrico externo al corazón, también lo reconocen y no responden.

Ciertamente, Los primeros marcapasos eran torpes, grandes y poco duraderos. Cien gramos de peso, siete y ocho (7-8) cm de diámetro y dos o tres (2-3) cm de grosor, envueltos en goma siliconada toscamente aplicada, y alimentados por pilas de mercurio-zinc que podían durar como mucho dos o tres (2-3) años. En la actualidad los marcapasos son pequeños aparatos metálicos de titanio en cuyo interior se alberga una batería de yoduro de litio cuya duración es en promedio entre diez a (10-15) años.

El primer implante de marcapasos en Latinoamérica fue en el año 1960, específicamente en Uruguay. En los países latinoamericanos no están tan atrasados, lo que falta es desarrollo tecnológico para producirlos. Las estadísticas que aparecen en varias páginas electrónicas claramente demuestran que en Argentina se precisó que se colocan de 7.000 a 10.000 marcapasos en el país por año y que la tendencia va aumentando, porque se van diagnosticando cada vez más.

Según el grupo estadounidense Medtronic Inc. están proyectando algo que según se prevé, revolucionará el mercado de dispositivos implantables, el asunto radica en la creación y comercialización de marcapasos cardiacos de muy bajo costo para pacientes de Asia, Latinoamérica y África.

En Venezuela, ponerse un marcapaso no es imposible gracias a las donaciones del Ministerio de Salud y del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), en lo que fue el 2011 ha sido posible la colocación de alrededor de ciento noventa y ocho (198) marcapasos en el hospital Clínico Universitario (HCU) a pacientes con insuficiencia cardíaca, Las causas más frecuentes, entre los venezolanos, para solicitar este aparato, van desde arritmias cardíacas, mal de chagas, impactos por armas blancas en el pecho, infartos, quimioterapias, hasta radioterapias que pueden afectar el corazón.

En cuanto al Ministerio De Salud, las personas que tienen más trastornos de generación del

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