Los nuevos productos

Introducción

Los nuevos productos son indispensables para el crecimiento. Hoy, más que nunca, escuchamos la frase: “innovar o morir”. El diseño de nuevos productos es un proceso que requiere muchísima coordinación, planificación, seguimiento y control por parte de la persona responsable del producto además interrelacionarse con el entorno.

Un nuevo producto puede ser creado o hecho “nuevo” de muchas maneras. Un concepto enteramente nuevo se puede traducir en un nuevo artículo, simples cambios secundarios en un producto ya existente pueden convertirlo en otro producto “nuevo”.

Los nuevos productos se pueden clasificar en:

o Productos totalmente innovadores que crean nuevos mercados.

o Nuevas líneas de productos y servicios que van a nuevos mercados.

o Extensión de líneas de productos y servicios.

o Mejora de productos y servicios sustitutivos de los existentes.

o Reposicionamientos.

Algunas sugerencias para ayudar a la generación y desarrollo de un nuevo producto son: investigar el mercado, identificar las necesidades del mercado, partir de una idea original, determinar las ventajas competitivas, entre otras más.

Todas las personas que participan en el desarrollo del producto, lo venden o lo consumirán deben ser tenidas en cuenta cuando se desarrolla un nuevo producto. Desde luego, las necesidades y las actitudes de los clientes en un segmento del mercado deben determinar el producto elaborado para ese mercado. Pero no se debe tener solo en cuenta a los consumidores finales sino también a los clientes intermedios.

Cada producto nuevo es resultado de una idea, y cuanto más numerosas sean las ideas generadas, más probabilidades habrá de seleccionar lo mejor. Muchas empresas hacen poco para generar ideas nuevas relativas a sus productos; están sólo en espera de que surjan opiniones entre los clientes, distribuidores, agentes de ventas, directivos y otros individuos.

Emprender una búsqueda activa en el medio para descubrir ideas útiles acerca del producto o línea de productos depende de la capacidad personal; las ideas verdaderamente buenas se deben a una combinación de inspiración, trabajo y métodos de quienes las generan.

Las siguientes son técnicas para hacer que surjan ideas:

 Enumeración de atributos. Consiste en hacer un listado de los atributos o propiedades del producto y posteriormente modificar algunos de ellos para buscar una nueva combinación que lo perfeccione.

 Relaciones forzadas. Se elabora una lista de ideas y se considera cada una de ellas interrelacionándolas para estimular el proceso creador. Al relacionar las ideas se hacen todas las combinaciones posibles, con lo cual pueden surgir ideas innovadoras.

 Análisis morfológico. Consiste en un análisis estructural del producto; se separan las dimensiones más importantes de un problema y después se estudian todas las relaciones existentes entre ellas considerando cómo se va a transportar el producto hasta su destino.

 Lluvia de ideas. Deben dar a conocer sus propias experiencias para que la gente, al escucharlas, también exprese sus ideas.

Estas técnicas son fáciles de aplicar de manera personal para el diseño de nuevos productos, tomando en cuenta la factibilidad de estos, por lo que se debe cuestionar si ¿el producto lograra llamar la atención de los clientes?, ¿quién está dispuesto a comprarlo?, etcétera.

La personalidad del producto es la capacidad de darnos a cada uno lo que deseamos. Los factores de éxito y de fracaso de un producto se derivan de la originalidad del producto, pues debe de ser algo nuevo y no una imitación.

Los elementos que debemos tomar en cuenta y que caracterizan al producto son:

• El Diseño: es aquello que

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