Obsolescencia Programada

OBSOLECENCIA PROGRAMADA

La obsolescencia programada nació desde el momento en que comenzó el auge de la economía y la producción en cadena llevando una reacción en cadena en cada empresa destinada a la innovación tecnológica sin importar el producto que sea fabricado. La lucha por tener el control total de la producción ha llevado a la industria a mal obrar y poner en juego la ética profesional.

Es cierto que el producir y producir sin miedo a que algún día el producto no tenga demanda asegura que los obreros mantengan su empleo y la economía del país crezca y así mismo las ganancias de la empresa implicada; esta metodología ha ayudado a la sociedad a innovar y actualizarse constantemente, pero a su vez teniendo un alto costo ambiental.

Actualmente esta práctica es vital para mantener a la sociedad al tanto de las nuevas tecnologías, tomando por ejemplo la telefonía celular siendo esta la práctica más común debido a la alta demanda que se tiene ya que no importa si se ha comprado el último modelo, si al siguiente día sale uno nuevo será acogido con una alta demanda.

La tendencia al consumismo va de la mano con la obsolencia debido a que al no existir un crecimiento desmesurado de la producción no existiría la necesidad de ponerle una “fecha de caducidad” a los productos ni mucho menos desecharlos antes de que acabe su vida útil, pero a su vez al terminar con este proceso, inmediatamente terminaría la educación tecnológica de la comunidad llevando a un estancamiento  en el avance tecnológico industrial; esto se sustenta con la notable aparición de la automatización de las industrias para economizar en la producción y disminuir el tiempo de la misma con el único fin de cubrir el mercado y no quedar atrás con su competencia.

Es claro que el poder tener un producto con duración “infinita” y que funciones “óptimamente” seria lo mejor para una sociedad ecológica e innovada por cierto tiempo, que no se deje llevar por el consumismo y la idea de tenerlo todo, pero a la vez esta utopía podría fallar con el estancamiento antes mencionado.

Al hablar de una manera ética y profesional el elaborar productos que no se dañen al momento o necesiten actualizarse para funcionar seria obrar con una mentalidad deontológica que llevaría a la cima del éxito inmediatamente peo por un tiempo limitado debido a los casos existentes como el de la bombilla que funciona por décadas; el producto será corrompido por las grandes empresas que temen por ser eliminados del mercado y así mismo por sus trabajadores que al ver a su empresa caer su labor de igual manera caerá  promoviendo una crisis programada que llevará a una nueva depresión.

Una solución viable es realizar productos de calidad bajo los nuevos estándares pero que no necesariamente tengan una fecha de caducidad sino que su vida útil acabe cuando se lo merezca cuando realmente sea obsoleto pero aun así con el afán de actualizarse y no tener un estancamiento tecnológico se pueda realizar un análisis del producto(hablando de productos tecnológicos)  para su posterior reparación/actualización sin ser necesario cambiarlo a nivel de hardware y hablando sobre vestimenta que estos productos puedan ser “reciclados” directamente por su fabricante de alguna manera que no afecte al ecosistema, así mismo, el pensamiento de “moda” cambiaría radicalmente optimizando sus materiales para que duren hasta el final de su vida útil.

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