ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Resumen de los cuentos de El llano en llamas (1953)

mariapino26 de Abril de 2012

3.035 Palabras (13 Páginas)747 Visitas

Página 1 de 13

I) Resumen de los cuentos de El llano en llamas (1953)

1) Cuentos con linearidad continua:

• Acuérdate (pseudo-diálogo sin intervención del interlocutor)

• Nos han dado la tierra (la narración lineal sólo se irrumpe por el flashback del diálogo

con el delegado del gobierno)

• El llano en llamas

• La noche que lo dejaron solo

• No oyes ladrar los perros

• Anacleto Morones

• El día del derrumbe (cuento dialogado)

• La herencia de Matilde Arcángel

• Paso del Norte

Acuérdateº

En un monólogo en presencia de un testigo-oyente, un personaje trata de hacer recordar a otro la vida de Urbano Gómez, compañero de ambos, años atrás. Urbano es hijo de una mujer, apodada la Berenjena, que "andaba metida en líos y de cada lío salía con un muchacho". Es el cuñado de Nachito Rivero que abandona a su mujer tras volverse loco y que se dedica a partir de entonces a tocar canciones desafinadas en una mandolina. A Urbano lo expulsan de la escuela“ porque lo encontraron con su prima la Arremangada jugando a marido y mujer". Por la paliza que le propinó su tío Fidencio, Urbano, lleno de coraje, abandona el pueblo. Pasados varios años, regresa al lugar, convertido en policía y sin querer mediar palabra con nadie. Un día, mata con la culata de su máuser, a su cuñado Nachito que, por la noche, le toca una serenata. Eso lo hace huir de nuevo, pero lo encuentran y lo ahorcan.

Nos han dado la tierraº

Un narrador en primera persona narra en presente el camino por el llano que está recorriendo junto con tres compañeros. Bajo un calor sofocante, se mueven hacia la tierra que el gobierno les ha dado. El trayecto es tan agotador que ni les da para hablar. En un flashback, el narrador recuerda cómo un funcionario del gobierno les anunció que fueran a trabajar al Llano Grande. Para ellos es una gran decepción porque la tierra es tan seca y árida que resulta inútil sembrar algo.

“Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará aquí. (...) este terreno endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando.” (p. 40) ∗ El llano en llamasº

El Pichón recuerda la época en la que luchaba al lado de Pedro Zamora contra las tropas del gobierno. Mataban y destrozaban sin sentido, más bien en plan de juego (“daba gusto, era bonito”). También cuando ni siquiera tenían bandera por la que pelear. Pero un día, se pasaron de la raya e hicieron descarrilar un tren matando a mucha gente. Desde entonces, el gobierno los persiguió con rigor. Después de cinco años de fuga, el Pichón acabó en la cárcel. Cuando salió, lo esperaba una mujer, a la que había raptado y a cuyo padre había matado sin razón. Tuvo un hijo suyo que llevaba el mismo nombre que él. Cuando su mujer destacó que él no era ningún bandido, ningún asesino, que él era "gente buena", el Pichón agachó la cabeza.

La noche que lo dejaron solo

Feliciano Ruelas y sus tíos Tanis y Librado luchan en la rebelión cristera. Atraviesan la Sierra y han de viajar de noche para no ser atrapados por las tropas del gobierno. Vencido por el sueño, Feliciano se detiene y pasa la noche solo, sintiendo el frío del rocío. De día prosigue su camino, siempre temiendo que lo delaten los arrieros con quienes se topó. De repente, se encuentra con los soldados y con sus tíos colgados de un árbol, cabeza abajo. (Oye que los soldados comentan que, si no dan con él, van a matar al primero que pase para cumplir las órdenes.) Se echa a correr y consigue huir.

º Cuentos narrados en primera persona

∗ La indicación de las páginas se refiere a la edición de Carlos Blanco Aguinaga, CATEDRA, Madrid, 2004.

El cuento mezcla diálogos, inserciones de un narrador en tercera persona y monólogos.

No oyes ladrar los perros

Un viejo transporta en sus espaldas a su hijo Ignacio que va herido de muerte. Su relación es tan malísima que el padre trata a su hijo de usted, pues éste se hizo salteador de caminos. Pero por el recuerdo de su mujer difunta, el padre lo lleva, montaña arriba, hasta Tonaya, con la esperanza de encontrar allí a un médico. No se divisa el pueblo y el viejo al menos quiere que su hijo escuche el ladrar de los perros para asegurarse de que ya están llegando. Al soltar el cuerpo muerto de su hijo destraba difícilmente los dedos con que su hijo viene sujetándose de su cuello y oye el ladrar de los perros. Hasta con esta última esperanza su hijo no lo ayudó.

Anacleto Moronesº

Lucas Lucatero cuenta en tono muy humorístico cómo diez feas mujeres viejas vinieron a su casa para pedirle que atestigüe que su suegro, Anacleto Morones, fue un santo. Quieren que se le canonice. Pero Lucas Lucatero les dice que fue todo menos un santo. Según él fue un embustero, tenía relaciones sexuales con todas las mujeres del pueblo y hasta con su propia hija, quien se quedó encinta de él. Enfadadas por tal blasfemia las mujeres se van una tras una, excepto la vieja Francisca quien se queda para pasar la noche con Lucas Lucatero y, sin saberlo, lo ayuda a amontonar piedras en la sepultura de Anacleto Morones. Pues éste, al salir de la cárcel, fue a buscar a su yerno y le exigió que le devolviera sus propiedades. Pero Lucas se lo negó, lo mató y lo enterró en el corral. A la mañana siguiente, Francisca le reprocha que no fuera nada cariñoso con ella mientras que el Niño Anacleto “Él sí que sabía hacer el amor.”

El día del derrumbeº

En este cuento humorístico dos compañeros recuerdan (en un diálogo) la fiesta que se montó en honor del gobernador quien vino a visitar al pueblo por el terremoto que se había producido allí. En realidad, había venido para asegurar el apoyo del gobierno en esta situación difícil, sin embargo, por su comportamiento y su discurso se desenmascara la hipocresía del gobierno que deja a su pueblo en la estacada. Finalmente, la visita se convirtió en una gran borrachera, que terminó en un tiroteo tumultuoso. Uno de los compañeros recuerda que por la fiesta y el lío de aquel día hasta se perdió el nacimiento de su propio hijo.

La herencia de Matilde Arcángelº

Matilde Arcángel, la mujer de Euremio Cedillo, tuvo la desgracia de morir al desbocarse un caballo, el día del bautizo de su hijo. Euremio culpó al recién nacido del suceso, pues había espantado al caballo por su llanto. Euremio, por tanto, odiaba desde ese día a su hijo hasta tal punto que fue vendiendo, poco a poco, su patrimonio para consumir el dinero en bebidas y dejar así desheredado a su hijo. Euremio hijo creció, a pesar de todo, apoyado en la piedad de otras personas; le gustaba tocar la flauta mientras el padre dormía la borrachera. Un día atravesaron el pueblo unos revoltosos y Euremio hijo se fue con ellos. Detrás llegaron las tropas del gobierno a las que Euremio padre se unió para perseguir a su hijo. Días después regresaron las tropas derrotadas. Detrás vino el joven Euremio, a caballo, tocando la flauta y portando el cuerpo muerto de su padre.

(El narrador en primera persona del cuento es el compadre de Euremio quien estaba comprometido con Matilde y fue abandonado por ella a causa de Euremio.)

Paso del Norte

El cuento consta principalmente de un dialógo entre hijo y padre, cuya relación es pésima. El hijo le pide al padre que cuide de su familia mientras él pasa la frontera para ganarse un poco de dinero. Informa al padre de que allí donde viven ya no pueden ganarse la vida reprochándole al mismo tiempo que nunca se ocupara de él. El padre, a su vez, está amargado porque se le murieron su mujer y su hija así que desde que el hijo lo dejó se siente extremadamente solo.

En la segunda parte, introducida brevemente por un narrador en tercera persona, el lector se entera del fracaso del hijo. Al pasar el río, él y sus compañeros fueron agredidos (supuestamente por los apaches) y el hijo fue el único que pudo salvarse del tiroteo. De vuelta en casa del padre, el hijo le relata lo que pasó pero no cosecha más que reproches. Además, el padre le dice que su mujer lo abandonó por un arriero y le exige el dinero que gastó en sus hijos (ya liquidó la casa del hijo). Desilusionado, el hijo se va en busca de su mujer.

2) Cuentos con forma cíclica (los cuentos terminan igual que comenzaron):

• Macario (el idiota reflexiona los hechos fundamentales de su vida en un orden no

cronológico)

• Talpa (el cuento empieza y acaba con el regreso de la peregrinación)

• Luvina (comienza y acaba en la taberna)

• Es que somos muy pobres Macarioº

Macario — un idiota — mantiene a lo largo del cuento un monólogo para calmar su miedo. Está sentado en una alcantarilla esperando que salgan las ranas para matarlas y comérselas para que no despierten a su madrina. En su monólogo algo caótico el huérfano discapacitado evoca su situación de marginado en el pueblo (le agreden con piedras), sus temores de ir al infierno después de morir, su hambre insaciable y sus ganas inocentes de chupar los senos de la criada Felipa, que es su único refugio. Talpaº

El hermano del enfermo Tanilo cuenta (en primera persona) cómo Natalia, su cuñada y él mataron a Tanilo empujándolo a emprender la larga peregrinación a Talpa. Pero después de haber conseguido su meta los adúlteros no volvieron a hablarse por el gran peso del pecado.“Porque la cosa es que a Tanilo Santos entre Natalia y yo lo matamos. Lo llevamos a Talpa para que se muriera. Y se murió.” (p.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com