Subcontratación

La exigencia de un mercado cada vez más globalizado y el desarrollo y creación de tecnología de punta, produce un ambiente en que las organizaciones se enfrentan a altos niveles de competencia en donde se ven obligadas a tomar medidas para incrementar su productividad, su calidad de servicio y su capacidad. Algunas estrategias para lograrlo están vinculadas con la optimización de los recursos financieros, humanos y materiales, que se han reflejado en la formulación de estrategias, actitudes y habilidades que en conjunto contribuyan para una toma de decisiones coherente y consistente con la finalidad de lograr los objetivos organizacionales que conduzcan a la introducción de nuevas tecnologías y técnicas administrativas.

La preocupación de los líderes de las organizaciones por los costos y la calidad, la optimización de recursos, el acceso a nuevas tecnologías, técnicas y recursos humanos especializados, son algunos factores considerados para introducir a la subcontratación en actividades identificadas como centrales para la competitividad. Esta estrategia permite el crecimiento de la organización, logrando la eficiencia y competitividad no solo en los procesos productivos, sino en otras áreas.

No es fácil saber el valor del mercado de la subcontratación ya que por la rápida evolución y transformación de los servicios resulta complejo utilizar las estadísticas existentes. Sin embargo, de acuerdo con el diario la Jornada (Abril, 2012), en la última década la subcontratación ha crecido de manera exponencial en el país, hasta registrar un nivel del 60 por ciento, esto debido a que hoy en día México es uno de los 10 países que encabezan el mercado mundial de subcontratación de servicios de tecnología y procesos de negocios.

Por su parte, en un artículo publicado en el Universal (29 de mayo de 2009), se menciona que aproximadamente 40 por ciento del empleo formal generado en el país se realiza a través de outsourcing, ya que las organizaciones consideran en gran medida el esquema de empleo temporal como una opción para continuar en el mercado competitivo.

Uno de los sectores en los que últimamente se ha venido utilizado la estrategia de subcontratación es en el del área de Tecnologías de Información (TI), debido a que permiten a las organizaciones dirigir sus negocios por caminos más efectivos y hacer cambios en la forma de trabajar, automatizando los procesos y facilitado la innovación. La composición del gasto en servicios de TI en México coloca al outsourcing con el 32 por ciento, seguido por integración y desarrollo con 29 por ciento, implementación y soporte con 27 por ciento y consultoría con un 10 porciento.

La mayoría de los gastos en servicios de TI subcontratados se realiza en el propio país de la empresa demandante. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (mencionado en Bastos y Silveria, 2009, p.12) plantea que en el año 2001, de los cerca de 260,000 millones de dólares en gastos de servicios de TI y procesos empresariales, 227,000 millones de dólares se invirtieron en el mercado interno y los otros 32,000 millones fueron dirigidos al extranjero, donde dos tercios se gastaron dentro de diferentes dependencias de una misma compañía mediante la modalidad de contratación interna deslocalizada y el otro tercio se realizó entre empresas independientes.

De acuerdo a Bastos y Silveria (2009), la comercialización de servicios relacionados con las TI ha alcanzado gran importancia en el comercio internacional a causa de la rápida difusión de nuevas tecnologías y modelos de negocios.

En los últimos cinco años, un creciente número de empresas en América del Norte y Europa han experimentado con esta estrategia, con la esperanza de reducir costos y obtener una ventaja estratégica, América del Norte y Europa demandan a este tipo de servicios en un 80 por ciento; en segundo lugar se encuentra Asia

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