Trabajo Final
willmari3 de Junio de 2014
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INTRODUCCION
Uno de los tópicos en el debate actual sobre la ciencia y la tecnología consiste en determinar que tanto han servido para configurar a las sociedades modernas y trasformar a las tradicionales. Los progresos científicos como también tecnológicos han modificado radicalmente la relación del hombre con la naturaleza y la interacción entre los seres vivos. Hoy en día la ciencia y la tecnología calan los niveles más altos en la sociedad actual.
La ciencia y la tecnología no se pueden estudiar fuera del contexto social en el que se manifiestan. Entre la ciencia y la tecnología existe un claro estado de simbiosis; en otras palabras, conviven en beneficio mutuo. Aunque el efecto de ambas actuando conjuntamente es infinitamente superior a la suma de los efectos de cada una actuando por separado.
Y, sin embargo, ante estos progresos que no podían ni siquiera imaginar los autopistas del pasado, empiezan a surgir preguntas cada vez más serias sobre el lugar que incumbe la ciencia y la tecnología en nuestra sociedad; y además con una constancia tal que no se pueden ignoras tales problemas. Leí una frase escrita por Albert Camus, la cual me llamó mucho la atención, decía lo siguiente:
"El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y nuestro siglo XX es el siglo del miedo".
¿Es cierto esto?, Podríamos decir que sí; ya que la ciencia y la tecnología han tenido tanto auge, tanto desarrollo que hoy en día muchos temen que la ciencia y la tecnología lleguen a destruir el mundo. Muchas personas lo ven de la siguiente manera, ¿Cuántas personas han muerto en accidentes automovilísticos?, Si la ciencia y la tecnología no los hubiesen creado no hubiesen ocurrido. Pero dejan atrás la otra cara de la moneda, ¿Cuántas personas se han salvado gracias al transporte automovilístico? ¿Cuánto tardaríamos en trasladarnos de un lugar a otro?, Si no se hubiesen desarrollados estos inventos. Lo que une a la ciencia y la tecnología con la sociedad son las necesidades y los deseos de la sociedad.
Son muchos los que consideran la ciencia como una amenaza y no solo en nuestros tiempos, sino desde hace muchos años, es el típico caso de Galileo quien fue condenado por el Papa, ya que este consideraba que su nuevo método de considerar la verdad constituía un gran desafío a la autoridad tradicional. Aunque muchos consideran que esto se debe a que la sociedad no tolera aquello sobre lo que no dispone información o simplemente que no lo puede comprender.
MARCO TEORICO
Tecnología en la sociedad y en las personas
Los estudios sociales sobre ciencia, tecnología, y sociedad "tratan de cómo los valores sociales, políticos, y culturales, afectan a la investigación científica y a la innovación tecnológica, y de cómo éstas, al mismo tiempo, afectan a la sociedad, a la política y a la cultura".
En las regiones de habla hispana, este tipo de inquietudes y de reflexiones han llegado con el nombre común de estudios de/sobre Ciencia, Tecnología, y Sociedad (lo que abreviaremos por CTS), lo que en las regiones de habla inglesa se conoce como Science and Technology Studies (Estudios de Ciencia y Tecnología) o Science, Technology and Society (Ciencia, Tecnología y Sociedad), ambas con el acrónimo STS. En las regiones de lengua hispana, la multidisciplinariedad en CTS incluye desde el principio los ámbitos de las ciencias sociales, fuertemente impulsados por los estudios feministas.
Historia
En Cuernavaca civilizaciones china y egipcia, se dio mucha importancia a la tecnología pero poca importancia a la ciencia. En contraste, en la comunidad científica francesa de principios del siglo XIX se dio prioridad al desarrollo de la ciencia, bajo la creencia de que sólo lo que fuera conocido teóricamente sería confiable y tendría éxito. Actualmente el desarrollo de un país es medido sobre la base de lo que se dedica a ciencia y a tecnología, sin embargo, invertir en esos rubros no siempre asegura el enriquecimiento ni el progreso de un país.
No todos los problemas pueden resolverse a través de la Ciencia y la Tecnología, sino que éstas deben estar convenientemente complementadas con los aspectos sociales, formando un trípode o una trilogía. La Ciencia y la Tecnología deben entenderse como parte esencial de la Sociedad, en un contexto tanto social como cultural.
Desarrollos tempranos
Los componentes disciplinarios dominantes de los estudios CTS fueron tomando forma independientemente, comenzando en los años 60, y se desarrollaron por separado sin tener en cuenta a los demás hasta los años 80, aunque la monografía de Ludwig Fleck (1935) Génesis y desarrollo de un hecho científico anticipó muchos de los temas clave de CTS:
Estudios de la ciencia, una rama de la sociología del conocimiento científico que estudia las prácticas científicas en su contexto social.
Historia de la tecnología, que examina la tecnología en su contexto social e histórico. Comenzó en los años 60 de mano de algunos historiadores que cuestionaban el determinismo tecnológico, una doctrina que puede inducir pasividad pública hacia el "desarrollo natural" de la tecnología y la ciencia. Al mismo tiempo, algunos historiadores comenzaron a desarrollar acercamientos semejantemente en el contexto de la historia de la medicina.
Historia y filosofía de la ciencia (años 60). Después de la publicación de Thomas Kuhn La estructura de revoluciones científicas (1962), que atribuyeron cambios en teorías científicas a los cambios en paradigmas intelectuales, los programas fueron fundados en la Universidad de California, Berkeley, donde se unieron historiadores de la ciencia y filósofos en programas unificados.
Tecnología y Sociedad en la segunda mitad de los años 60. Estudiantes y movimientos sociales ligados a universidades de Estados Unidos y del Reino Unido, o vinculados a centros europeos, ayudaron a poner en marcha una gama de nuevos campos interdisciplinarios (por ejemplo Estudios feministas) que fueron vistos como asuntos relevantes que el plan de estudios tradicional que no los tenía en cuenta. Desde una gran variedad de disciplinas (incluyendo la antropología, la historia, la ciencia política, y la sociología) los eruditos en estos programas crearon los planes de estudios dedicados a explorar las cuestiones que surgían a través del análisis crítico de la ciencia y la tecnología. Al revés de lo que ocurría con los eruditos en estudios de ciencia, historia de la tecnología, o historia y filosofía de la ciencia, los eruditos en Tecnología y Sociedad se veían a sí mismos más como activistas que trabajaban para el cambio, que investigadores dentro de la desapasionada torre de marfil académica.
Como un ejemplo del impulso activista, las eruditas feministas en ésta y otras áreas emergentes de CTS se dedicaron al estudio de la exclusión de las mujeres en las actividades científicas y en la ingeniería.
Ciencia, ingeniería, y políticas públicas. Los estudios emergieron en los años 70 casi con las mismas preocupaciones que motivaron a los pioneros de los movimientos sobre CTS. En ciertos aspectos, la ciencia y la tecnología estaban cada vez más en desacuerdo con los intereses sociales y del público. Los movimientos sociales intentaban humanizar a los que hacían ciencia y tecnología, pero con resultados generalmente magros. Pero estudiantes con buenas calificaciones profesionales se sentían buenos y lícitos jugadores en políticas sobre ciencia y tecnología. Y algunos programas vinieron a acentuar metodologías cuantitativas (léase: actividades de ingeniería de sistemas). Por cierto otros desarrollaron acercamientos sociológicos y cualitativos, y encontraron que sus intereses más cercanos podrían ser encontrados entre eruditos en ciencia, tecnología, y departamentos de estudios sociales.
Durante los años 70 y los años 80, las universidades principales de Estados Unidos, Reino Unido, y Europa, comenzaron a dibujar estos varios componentes juntos en nuevos e interdisciplinarios programas. Por ejemplo, en los años 70, la Universidad Cornell desarrolló un nuevo programa que unió estudios sobre ciencia con eruditos de orientación política, y con historiadores y filósofos de la ciencia y de la tecnología. Cada uno de estos programas desarrolló identidades únicas, debido a las grandes variaciones en los componentes que fueron integrados juntos, así como su exacta localización dentro de los centros terciarios. Por ejemplo, la universidad de Virginia, en un programa sobre CTS unió a eruditos extraídos de una variedad de campos (con fuerza particular en historia de la tecnología); sin embargo, el programa que tiene la responsabilidad de la enseñanza, está situado dentro de la escuela de ingeniería, y enseña a los estudiantes éticas respecto de los fines perseguidos.
En los años 80, surgieron en España diversos grupos dedicados a los estudios CTS. El más importante fue el Instituto INVESCIT, fundado por José Sanmartín Esplugues (Universidad de Valencia), Manuel Medina (Universidad de Barcelona), Nicanor Ursua (Universidad del País Vasco), y José Antonio López Cerezo y José Luis Luján (asimismo en la Universidad de Valencia). INVESCIT nació con el apoyo de la Society for Philosophy and Technology, en la que destacaban las figuras de Carl Mitcham, Langdon Winner, S. Cutcliffe y Paul Durbin. Obras clave sobre la filosofía de INVESCIT fueron De la techne a la tecnología (1985), Los nuevos Redentores (1987), Tecnología y futuro humano (1990), y Ciencia, Tecnología y Sociedad (1990).
Asimismo, desde una perspectiva más cercana a la política de la ciencia
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