Videojuegos v/s Realidad

Video Juegos V/S Realidad:

Por Alexis López Uribe – Cuarto año E.

Presiento que los adolecentes tienen una gran cantidad de amigos, no solo físicamente si no que también a través de la internet, el caso más cercano a mi son los amigos que uno hace por medio de los juegos Online. He conocido bastante gente que frente al teclado de su computador es una persona totalmente distinta que la que veo día a día, a veces hasta su nombre no es el mismo que el que usa para sus amigos no virtuales, lo que me hace traducirlo en una cosa:

“La persona pierde el miedo de mostrar lo que realmente es al momento de estar detrás de una pantalla”.

¿Sera realmente perder el miedo? No, tal vez sea una forma de manifestar la persona que le gustaría ser, pero como en su vida normal están tan acostumbrados a la comodidad que le produce la forma en la que se relacionan con otras personas que prefieren cambias sus rasgos o pensamientos ante desconocidos que cambiar el estilo monótono que tienen de vida cotidiana.

Estas mismas personas prefieren sus amigos a través de internet, pero, ¿Por qué teniendo un millón de amigos prefieren a los que están ahí? Es simple. Nadie es juzgado como lo es cara a cara, muchas veces he preferido a mis amigos de juegos que a los reales, por el solo hecho de que se que ellos a pesar de todos mis problemas no me juzgaran, lo que me convierte en una persona que escapa de la realidad y no afronta lo que los demás piensan sobre lo que sucede, buscan refugio en desconocidos que no juzgaran en vez de buscar en los que harían todo por ayudar.

¿Los convierte en seres antisociales? No completamente, solo en gente que está acostumbrada a tener una doble faceta.

No comprendo cómo hay personas que pueden estar horas y horas jugando frente a su pantalla, dejando de lado a amigos y familia.  Hace un tiempo atrás mi vida se basaba en un juego, me levantaba tarde todos los días, comía y me metía a jugar con mis amigos, luego no paraba hasta que veía que era de noche y había pasado de largo múltiples comidas y conversaciones con mi familia, llegar al extremo de ni siquiera salir de mi casa por quedarme jugando, más que un hobby se estaba convirtiendo en una adicción, una mala, una que me alejaba de mis amigos reales.

¿Estaba mal lo que estaba haciendo? Según como veo las cosas ahora, si. Me aleje de todos los que me rodeaban y los cambie por gente de otros lugares, gente que nunca conocí ya que vivían en otra ciudad e incluso otro país, prefería la felicidad que me daba el juego a lo que me daba mi familia, era una especie de aislamiento de todo, lo que producía un rechazo a los demás.

Ahora me doy cuenta de muchas de las cosas que hice por estar pegada a una realidad virtual que solo daba comodidad pasajera, compadezco a esas familias que tiene un hijo/a que se comporta de esa manera, a tener ese grado de adicción por algo que no es real, no fácil tener que compartir el 90% del día con alguien que no hace nada más que pensar que la vida es un juego.

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