ARREGLO DEL ACUERDO INTERNACIONAL: ENTRE LOS REGLAMENTOS INTERNACIONALES Y EL CUMPLIMIENTO COSMÉTICO NACIONAL

ARREGLO DEL ACUERDO INTERNACIONAL: ENTRE LOS REGLAMENTOS

INTERNACIONALES Y EL CUMPLIMIENTO COSMÉTICO NACIONAL

Desde la crisis económica de 2008, muchos acuerdos comerciales internacionales han

debido ser modificados para adaptarse a las economías propias de cada nación. (Garcia,

2010) Es un proceso que ya se estaba presentando desde la década de los ochenta, con

acuerdos como Basel (1988) que luego serían adoptados por países de economías en

desarrollo (Chey, 2013) debido a esto, es evidente que aunque existan reglas y leyes

internacionales, no son completamente aplicables a todas las economías del globo. Sin

embargo, muchas naciones aprovechan tal situación para pasarse por alto algunas reglas

importantes, que no tienen excepción alguna.

En el libro de Chey “International Harmonization of Financial Regulation?” se analizan las

variaciones que países como Japón, Sur corea y Taiwán, realizan con el fin de “maquillar”

Partes del acuerdo internacional de Basel, después de adoptar este sistema en la década de

los noventa a los dos mil. Analiza los quiebres y fallas que posee el sistema económico

mundial en función de los muy numerosos acuerdos mundiales económicos.

Según la OMC (Organización Mundial del Comercio) existen vigentes más de cuarenta mil

tratados internacionales de comercio y finanzas que involucran alrededor de trescientas

naciones distintas (sin contar los tratados de libre comercio entre naciones), tratados de los

cuales menos de un tercio han llegado a ser factibles para todas las economías participantes.

“Hoy existen más de 40.000 tratados internacionales, pero sólo unos cientos son

fundamentales para regular el comercio internacional y ofrecer una normativa común al

flujo de bienes y servicios” (Forum de comercio internacional, 2012) y esto, debido a que

por lo general, los tratados funcionales resultan intercontinentales, es decir, que participan

países con industrias severamente similares y en la mayoría de los casos, vecinos. Así pues,

en tratados más internacionales, como la mayoría impulsados por el CCI (Centro de

comercio Internacional) los acuerdos resultan no ajustarse a la mayoría de las economías,

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