Alimentación Y Crisis Nucleares
JuliaLuna22 de Agosto de 2012
9.899 Palabras (40 Páginas)529 Visitas
1. INTRODUCCIÓN
El tema que he escogido para el trabajo es “la alimentación en crisis nucleares”, en particular, me he centrado en el desastre de Chernóbil y en la situación de alerta que hay ahora mismo en Japón. En ambos casos, la alimentación es una gran afectada pero a la que no se le da la debida importancia. Un alimento contaminado por radiaciones puede tener un efecto tan nocivo como la propia radiación en sí y debe tratarse con la consideración adecuada.
He buscado en gran cantidad de noticias, informes de varias comisiones, videos, documentales y solo en unos pocos se trata la alimentación como algo de interés, aunque todos coinciden en su trascendencia.
Aunque la solución más clara que se da en situaciones como estas es abandonar la zona contaminada inmediatamente, la radiación se extiende rápidamente por el aire, pudiendo llegar a lugares bastante alejados donde no se espera tener que tomar muchas restricciones. E incluso, hay personas de la propia zona devastada que no quieren abandonar su hogar y es necesario informarlos de los riesgos que corren y de cómo prevenir los problemas más graves.
Por ello, expongo a continuación lo que pretendo responder con este trabajo, para aclarar dudas como que alimentos son los primeros en contaminarse y cuales los que menos radiaciones absorben, etc.
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
La idea principal es ver cómo afectan estas crisis a los alimentos en cosechas y fábricas, si hay forma de eliminar esas radiaciones o al menos minimizar su contenido.
También quiero buscar alimentos que se contaminan con mayor rapidez y cuáles no, cuanta cantidad de contaminación absorben y que tiempo tardan en eliminarlo.
Qué cantidad de radiación es perjudicial para el hombre y cual no, si el cuerpo absorbe toda la contaminación de los alimentos o por el contrario no es tan perjudicial; si afecta más a verduras y hortalizas o a animales de granja; si existe alguna señal física u organoléptica para saber que un alimento está contaminado o no; cuánto dura el peligro de contaminación y que decisiones han tomado otros países con respecto a la exportación de alimentos de estos lugares.
Y por último, quiero conocer qué medidas preventivas y planes de seguridad se han ideado como consecuencia de estas crisis nucleares y si hay algún plan de ayuda para la alimentación de los afectados en las zonas devastadas.
Como primer paso, lo siguiente que describo son los hechos ocurridos durante las explosiones tanto en Chernóbil como en Fukushima para después hablar de como afectó todo a la alimentación.
3. INFORMACIÓN SOBRE LOS DESASTRES NUCLEARES
3.1. Chernóbil
La central nuclear de Chernóbil se encuentra en Ucrania, 18 km al noroeste de la ciudad de Chernóbil, a 16 km de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia y 110 km al norte de la capital de Ucrania, Kiev.
El 26 de abril de 1986, el cuarto reactor de la Central Nuclear de Chernóbil explotó a la 01:23 a.m. hora local. Básicamente se estaba experimentando con el reactor para comprobar si la energía de las turbinas podía generar suficiente electricidad para las bombas de refrigeración en caso de fallo (hasta que arrancaran los generadores diesel). Pero una sucesión de errores provocó una enorme subida de potencia y una gran explosión que dejó al descubierto el núcleo del reactor, con lo cual se emitió una gigantesca nube radiactiva hacia toda Europa.
Dos días después, había 18 heridos muy graves y 156 heridos con lesiones de consideración producidas por la radiación. Todavía no había una cifra del número de muertos, pero en un accidente nuclear aumenta día tras día la lista de víctimas, hasta pasados muchos años después.
Los responsables de la región comenzaron a preparar la evacuación de la ciudad de Prípyat y de un radio de 10 km alrededor de la planta. Esta primera evacuación comenzó de forma masiva 36 horas después del accidente y tardó 3 horas en ser concluida. La evacuación de Chernóbil y de un radio de 36 km no se llevó a cabo hasta pasados seis días del accidente. Para entonces ya había más de mil afectados por lesiones agudas producidas por la radiación.
La explosión provocó la mayor catástrofe en la historia de la explotación civil de la energía nuclear. Treinta y una personas murieron en el momento del accidente, alrededor de 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas de los 155.000 km² afectados, permaneciendo extensas áreas deshabitadas durante muchos años al realizarse la relocalización posteriormente de otras 215.000 personas. La radiación se extendió a la mayor parte de Europa, permaneciendo los índices de radiactividad en las zonas cercanas en niveles peligrosos durante varios días. La estimación de los radionucleidos que se liberaron a la atmósfera se sitúa en torno al 3,5% del material procedente del combustible gastado (aproximadamente 6 toneladas de combustible fragmentado) y el 100% de todos los gases nobles contenidos en el reactor. El accidente era hasta entonces el único de la historia que había alcanzado el nivel 7 de la escala INES (Escala Internacional de Eventos).
Antes del accidente el reactor contenía unas 190 toneladas de combustible nuclear. Se estima que más de la mitad del yodo y un tercio del cesio radiactivos contenidos en el reactor fue expulsado a la atmósfera; en total, alrededor del 3.5% del combustible escapó al medio ambiente. Debido al intenso calor provocado por el incendio, los isótopos radiactivos liberados, procedentes de combustible nuclear se elevaron en la atmósfera dispersándose en ella.
La contaminación de Chernóbil no se extendió uniformemente por las regiones adyacentes, sino que se repartió irregularmente en forma de bolsas radiactivas (como pétalos de una flor), dependiendo de las condiciones meteorológicas. Informes de científicos soviéticos y occidentales indican que Bielorrusia recibió alrededor del 60% de la contaminación que cayó en la antigua Unión Soviética. El informe TORCH 2006 afirma que la mitad de las partículas volátiles se depositaron fuera de Ucrania, Bielorrusia y Rusia. Una gran área de la Federación rusa al sur de Briansk también resultó contaminada, al igual que zonas del noroeste de Ucrania.
En Europa occidental se tomaron diversas medidas al respecto, incluyendo restricciones a las importaciones de ciertos alimentos. En Francia se produjo una polémica cuando el ministerio de Agricultura negó el 6 de mayo de 2006 que la contaminación radiactiva hubiese afectado a ese país, contradiciendo los datos de la propia administración francesa. Los medios de comunicación ridiculizaron rápidamente la teoría de que la nube radiactiva se hubiese detenido en las fronteras de Francia.
Hoy en día (2011) las preocupaciones se centran en la contaminación del suelo con estroncio-90 y cesio-137, con periodos de semidesintegración de unos 30 años. Los niveles más altos de cesio se encuentran en las capas superficiales del suelo, donde son absorbidos por plantas, insectos y hongos, entrando en la cadena alimenticia.
Las formas físicas y químicas del escape incluyen gases, aerosoles y, finalmente, combustible sólido fragmentado. Sobre la contaminación y su distribución por el territorio de muchas de estas partes esparcidas por la explosión del núcleo no hay informes públicos.
Algunas personas en las áreas contaminadas fueron expuestas a grandes dosis de radiación en la tiroides, debido a la absorción de yodo, que se concentra en esa glándula. El yodo radiactivo procedería de leche contaminada producida localmente, y se habría dado particularmente en niños. Varios estudios demuestran que la incidencia de cáncer de tiroides en Bielorrusia, Ucrania y Rusia se ha elevado enormemente. Sin embargo, algunos científicos piensan que la mayor parte del aumento detectado se debe al aumento de controles. Hasta el presente no se ha detectado un aumento significativo de leucemia en la población en general. Algunos científicos temen que la radiactividad afectará a las poblaciones locales durante varias generaciones, la cual se cree que no se extinguirá hasta pasados 300.000 años.
Las autoridades soviéticas comenzaron a evacuar la población de las cercanías de la central nuclear de Chernóbil 36 horas después del accidente. En mayo de 1986, aproximadamente un mes después del accidente, todos los habitantes que habían vivido en un radio de 30 km alrededor de la central habían sido desplazados. Sin embargo la radiación afectó a una zona mucho mayor que el área evacuada.
Después del desastre, un área de 4 kilómetros cuadrados de pinos en las cercanías del reactor adquirieron un color marrón dorado y murieron, tomando el nombre de "Bosque Rojo". En un radio de unos 20 o 30 kilómetros alrededor del reactor se produjo un aumento de la mortalidad de plantas y animales así como pérdidas en su capacidad reproductiva.
En los años posteriores al desastre, en la zona de exclusión abandonada por el ser humano ha florecido la vida salvaje. Bielorrusia ya ha declarado una reserva natural, y en Ucrania existe una propuesta similar. Varias especies de animales salvajes y aves que no se habían visto en la zona antes del desastre, se encuentran ahora en abundancia, debido a la ausencia de seres humanos en el área.
En un estudio de 1992-1993 de las especies cinegéticas de la zona, en un kilo de carne de corzo se llegaron a medir hasta cerca de 300.000 bequerelios de cesio-137. Esta medida se tomó durante un periodo anómalo de alta radiactividad posiblemente causado por la caída de agujas de pino contaminadas. Las
...