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Analisis De Las Leyendas Santiagueñas


Enviado por   •  12 de Julio de 2013  •  7.420 Palabras (30 Páginas)  •  863 Visitas

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INTRODUCION

El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma oral, de una generación a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales.

Su origen no puede establecerse con precisión y a pesar de que ambos son historias orales que se trasmiten de padres a hijos no son lo mismo.

La leyenda es un relato hablado que se conserva en la tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene antecedentes históricos. Por lo mismo, sus personajes son identificables, aunque nunca iguales al personaje o hecho en el cual se basan. Posteriormente, la leyenda pasa a la escritura, con lo cual se fija, perdiendo una de sus características: la capacidad de transformarse.

La leyenda es una narración ficticia, pero basada en la realidad, ligada a temas de héroes, de la historia patria, de seres mitológicos, de almas, de santos o sobre los orígenes de hechos varios.

La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada sabiduría de un pueblo.

Expresa los deseos, los anhelos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia historia y de sus relaciones con la naturaleza.

Cuando se hacen estudios históricos, etnográficos, sicológicos, sociológicos y geográficos es necesario recurrir también a la leyenda para ver cómo la colectividad percibe su forma de ser y su medio.

La leyenda no pretende explicar lo sobrenatural; es un relato que, a partir de hechos y personajes reales, hace resaltar algún atributo o característica de un pueblo, región o ciudad.

Leyendas y mitos santiagueños

Ésta es la rica mitología santiagueña, cuyos fabulosos personajes son unos, de origen americano, y otros, de origen europeo, introducidos por la conquista española y unidos en uno solo a través del tiempo como nuestro propio tipo humano indoeuropeo.

Junto con las supersticiones que los españoles trajeron del medioevo español se desarrollaron o conservaron los mitos indígenas de América en el nuevo estado social creado por la conquista y transmitidos por la tradición y la literatura hasta nuestros días.

Así es como sabemos, de ambas fuentes, de esa cultura indohispana surgida entre nosotros en todas sus manifestaciones y de cuya amplitud tomamos, en la restricta dimensión de nuestro tema, no solamente las deidades santiagueñas, sino también sus leyendas, que se fueron trasmitiendo de generación en generación.

EL HUÍÑAJ

Cuenta una antigua leyenda que Huíñaj era la hija de un cacique. Era muy buena y de gran belleza. Solía permanecer en la choza familiar hilando y tejiendo....

Huíñaj gustaba de vestir una túnica amarilla y adornarse con flores del mismo color que recogía las raras veces que salía. También usaba en el cabello adornos de color amarillo. De vez en cuando salía a dar una vuelta caminando por la zona, adornada con su color preferido, y al día siguiente llovía.

La gente ya había comenzado a relacionar la lluvia con los paseos de Huíñaj. Así transcurría la vida de la tribu, en un paraje que los antiguos relatos ubican en distintos lugares del Norte Argentino, pues la misma leyenda aparece en Santiago del Estero, Chaco, Norte de Santa Fe y otros lugares de la gran región.

Un día Huíñaj enfermó gravemente, siendo inútiles los ruegos, oraciones, esfuerzos de curanderos y preocupación de los familiares y vecinos. Huíñaj empeoraba al mismo tiempo que la sequía asolaba la zona dejando los campos yermos.

En medio de una gran angustia colectiva, Huíñaj murió. Pero ese mismo día apareció en el monte un árbol que nunca antes había sido visto. Estaba todo adornado con flores amarillas. La gente vio que ese árbol era la respuesta a su ruego para que Huíñaj no los dejase y pusieron ese nombre al árbol de flores amarillas. A las pocas horas llegó la lluvia, confirmando que la querida Huíñaj había quedado para siempre en los bosques, con la promesa de adornarse de amarillo para anunciar la lluvia.

El Huíñaj es llamado también Palo Cruz, por que sus ramas pequeñas crecen perpendiculares al gajo de donde salen, formando cruces. Prácticamente cada provincia del Norte de nuestro país le ha puesto un nombre diferente, aunque todos esos pueblos lo relacionan con la lluvia.

El huíñaj está en el bosque cancionero de nuestra provincia en diversas obras artísticas. Solo por nombrar algunas: Flor de Huíñaj (chacarera de Leocadio Torres y Víctor Jiménez), Plaza Libertad (zamba de Fortunato Juárez), Zambita de Allá (zamba de Julio Argentino Jerez).

Cerca de la fuente de la Plaza Libertad de Santiago del Estero, hay un árbol de huíñaj, que sirve también como barómetro criollo en pleno centro de la Madre de Ciudades.

EL CRESPIN.

El crespín es un pájaro del tamaño de un gorrión. Tiene la cola larga y las alas cortas. Se lo ve en tiempos de la cosecha del trigo, y su canto otorga cierta tristeza al paisaje...

En el monte santiagueño, en un ranchito vivía una mujer anciana con dos nietos, Crespín y Crespina, ellos eran hermanos mellizos, un día la señora se le antojó comer ashpa mishqui( miel debajo de la tierra).

Ella sabia que lejos en el monte donde hay animales salvajes estaba ese dulce. Ese monte era detener miedo, por eso nos les aviso, pero ya muy enferma les pidió ese dulce.

Crespina no dijo nada teniendo miedo de perderse en el monte, pero la viejita solo con eso se iba curar, todo eso acordándose al hermano le avisó, éste la abrazó, la besó a la abuela la bendición pidiéndole en el monte se perdió.

Lo que se fue en la mañana no vino hasta la noche la viejita ya había fallecido. Crespina solo quedándose en el rincón de su rancho se quedó dormida y soñando se despertó, gritando se fue al monte llamándolo por su nombre "¡Crespín, crespín!".

Todo el día y toda la noche lo había buscado y así andando pensaba "¡si yo fuera pájaro volando iría a buscar a mi hermano!". Ya con mucho miedo se subió

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