Arquitectura Gotica Religiosa

3. LA CATEDRAL GÓTICA

‘’La catedral es la iglesia del obispo, por lo tanto la iglesia de la ciudad; el arte de las catedrales significó ante todo, en Europa, el renacimiento de las ciudades’’ Georeges Duby (1995:99). En la sociedad de la baja Edad Media se producen profundos cambios en las formas de vida y en la concepción del pensamiento religioso, que afectan decisivamente a la aparición de un nuevo estilo, el gótico.

El arte gótico es eminentemente religioso, no sólo en su temática y contenido, ni por el hecho de que fue la Iglesia el principal mecenas o patrocinador, sino porque el arte fue considerado como un instrumento de evangelización durante todo el Medioevo. Si para la época Románica, la principal construcción fue el monasterio, para la gótica, fue la catedral. ‘’Es significativo que durante el periodo románico los principales nombres en la historia arquitectónica sean los de abadías benedictinas, en el periodo del alto gótico los de las catedrales y en los periodos del gótico tardío los de las iglesias parroquiales.’’ Panofsky, Erwin (1986:23). En tiempos románicos, los monjes, en especial los Benedictinos cumplían su labor religiosa dentro de los monasterios, mediante la práctica de una vida austera; pero al trasladarse el centro de actividad a las ciudades, fue necesaria la creación de nuevas órdenes religiosas, las cuales participaron directamente en la vida de los fieles, estas órdenes fueron las mendicantes.

Las órdenes mendicantes estaban sujetas al voto de pobreza, sin embargo llegaron a recibir importantes donaciones de príncipes y burgueses que utilizaron en la construcción de iglesias y monasterios góticos. Las órdenes más importantes fueron: la de San Francisco de Asís, fundada en 1222 y la de Santo Domingo de Guzmán, fundada en 1215, también se crearon ordenes femeninas tales como las Dominicas y las Clarisas. “Las órdenes mendicantes resultaron así las grandes difusoras de la arquitectura gótica y, pese a ser órdenes austeras, promovieron el arte para gloria y honor de Dios…” Sandra Baragli (1980:38). Todas ellas contribuyeron al dialogo directo entre la iglesia y la nueva sociedad y su influencia espiritual alcanzó también al arte.

Por ello durante el gótico, el cliente por excelencia continúa siendo la iglesia católica y en consecuencia se edificaron magnificas catedrales con el fin de expresar en piedra y cristal el pensamiento teológico de la época. Es en la catedral, monumento característico de la arquitectura gótica, en la cual se reúnen todas las características esenciales del estilo, como nos indica Grodecki, Louis (1977,20) ‘’los monumentos más numerosos e importantes de la arquitectura gótica fueron destinados a fines religiosos; es perfectamente normal que esta arquitectura haya sido interpretada aun definida en función de sus significaciones religiosas. Los textos de carácter teológico, litúrgico, didáctico y místico de los escritores de la Edad Media insisten constantemente en las ideas de que la iglesia es la Casa de Dios (…), que es la figura, la forma material, de realidades espirituales como la Iglesia, o la Iglesia de los Elegidos, y aun de que es la imagen temporal del Paraíso o de la Jerusalén celeste’’

El tiempo de las catedrales es también el tiempo de las mujeres. Aprovechando la prosperidad económica, el desarrollo intelectual y el culto por lo exquisito, la cultura caballeresca, que surge casi a la vez que el gótico, elevó a la mujer a un rango jamás logrado hasta entonces, para colocarla más próxima que nunca al hombre. No es casualidad que a la Virgen María, la mujer y la madre por excelencia para la sociedad cristiana, se le dedicaran la mayoría de las grandes catedrales góticas. Georges Duby (1995:155) nos explica que ‘’Los teólogos que crearon el arte gótico no representaban a Cristo como un niño, sino como un rey, soberano del mundo. Los monumentos que los reyes de Francia ayudaron a construir lo mostraron como a un doctor coronado y muy pronto lo representaron sobe un trono, coronando a la Virgen – su madre pero también su esposa - , la mujer, pero también la Iglesia. (…) Admitieron que su imagen se sumase a la de Jesús en el centro de su teología – en el centro del decorado de la catedral. (…) Los escultores y los artesanos de las vidrieras habían acordado dar tanta majestad a la imagen de la Virgen que, para los sabios de la escuela, María simbolizaba también la nueva ley, culminación de la antigua. En ella la humanidad se unía a Dios’’

Se ha dicho que el arte gótico resulta de la evolución del arte románico, sin embargo observamos actitudes diferentes e incluso opuestas. Si el Románico es recogimiento, oscuridad, solidez; en el gótico hay luz, color y elevación a lo divino. Según Otto von, Simson (1980,36) ‘’Hay dos aspectos de la arquitectura gótica, que carecen de precedente y de paralelo: la utilización de la luz y una relación original entre estructura y la apariencia. (...) En el gótico, el muro da la impresión de que fuera poroso: la luz se filtra a través de él, penetrándolo, fundiéndose con él, transfigurándolo. (...) Las vidrierías del gótico sustituyen a los muros vivamente coloreados de la arquitectura románica; estructural y estéticamente no son vanos abiertos en el muro para permitir que pase la luz, sino muros transparentes. (...) El segundo rasgo sobresaliente del estilo gótico es la nueva relación que se establece entre función y forma entre estructura y apariencia.’’

Suger, el abad de Saint-Denis, fue uno de los precursores del arte gótico. Influido por las ideas neoplatónicas defendidas por Pedro Abelardo de que Dios era luz, estaba convencido de que el templo cristiano tenía que convertirse en el templo de la luz. Y es la luz el elemento más importante para el diseño de las catedrales góticas. Para la teología de la edad medieval, la luz representaba el ámbito de lo divino. La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. Es considerada el elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material, la aproximación más cercana a la forma pura, "es la primera cualidad de todos los cuerpos, de donde extraen la belleza, la "claritas formae" y, por tanto, es la primera fuente de la hermosura o "pulchritudo". La luz compete a Dios como ser más perfecto y más hermoso. (...) Tanta es la importancia que la Teología medieval concede a la luz, al sentido de la vista y a la visión intelectual, que nada tiene de extraño encontrar estos conceptos significados en las formas plásticas de la arquitectura gótica.‘‘ Fernández Arenas, A. (1964,97).

La catedral gótica se basará en el predominio del vano sobre el macizo para que la luz pueda irradiarse por todo el espacio interior transmutando,

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