Arte y espiritualidad

Pontificia Universidad Javeriana

Artes Visuales

Arte y espiritualidad

Jose Acero Montañez

PARCIAL FINAL

Sofía Alejandra Martínez Martínez

1. Antes de abordar este curso para mi si existía un vínculo entre el arte y la espiritualidad, pero se fortaleció al abordar los temas del curso y al realizar las actividades prácticas. Para mí el arte siempre me ha permitido desarrollar mi sensibilidad, de encontrar un lenguaje que me permitiera entenderme a mí misma y a la sociedad. A través del arte puedo conectarme con el otro y transmitirle cosas que no podría a través de mis palabras. En este camino, la espiritualidad se fortalecía cada vez más, pero seguía sesgada por la religión. De pronto antes creía que el tener espiritualidad iba ligado a tener claro tu propia religión, tener unas creencias y basar tu ética y moral en ellas. Una parte de mi lo creía, pero también sabía que podía desligar esas ideas si no eran necesarias en mi camino espiritual.
3. Hoy en día puedo afirmar que la frase con la que Jose Acero habla de la espiritualidad: “asumir y vivir la vida como viene con espíritu” nunca se me va a olvidar. Yo vivo una espiritualidad y es un camino que cada uno de nosotros vivimos, no es una elección de vida, no es ser creyente o ser ateo, es poder tener una conciencia plena consigo mismo, con la naturaleza y el universo. El arte me permite hacer todas las cosas que mencioné anteriormente, pero junto a la espiritualidad puedo desarrollar esa sensibilidad y liberar mi inconsciente y a la vez transmitirlo al resto para que vivan su vida con espíritu.

1. Según Kandinsky “el que es proclive a evolucionar, tiene también su fundamento en la época espiritual que le pertenece, pero no es únicamente espejo y eco de ella, sino que conlleva una fuerza profética vivificante, que actúa en profundidad.” Esta obra va más allá de una simple representación, está casi que se desdobla ante una realidad. Una realidad que está latente día a día. Estoy de acuerdo con esta afirmación ya que este arte espiritual conlleva a una fuerza profética viviente, esta obra al verla transmite mucho más que una cena o una comunión entre distintas personas, tiene un significado mucho más trascendental y en el que se ven involucrados todas las personas que lleguen a verla. Por el hecho de que no se pinta a Jesús y eso hace que nosotros seamos espectadores, yo me siento el centro del cuadro, porque todas las miradas están puestas en mí, me involucra a mí y a las personas con las que estoy conviviendo.  

1. Demasiadas, para empezar estos personajes; el personaje invisible, el inmigrante, el payaso, la mujer rica, la vieja ciega, el intelectual, la prostituta, el judío. Puedo asociarlas a espacios de comunión, de encuentro, donde se ven discriminaciones de cualquier tipo en vez de una convivencia, una relación amena y tranquila. Es casi como una jerarquización social o una clase socioeconómica, que tristemente este pensamiento se ha quedado instaurado en la mente de todos, pero esta obra logra romper eso, al igual que los movimientos sociales, el desarrollo de una espiritualidad, la liberación de ese tipo de pensamientos. Pero también la obra me permitió a mi recordar comentos en los que he compartido con amigos que he conocido durante estos seis semestres de universidad, recuerdos que solo me traen alegría, es gente que logra ver en mi mis virtudes y mis errores, que cada uno de ellos me ha enseñado una cosa distinta. Hace unos años no me imaginaba conocer a estas personas, cada uno es distinto, viene de ambientes totalmente distintos, pero nos nutrimos día a día.

1. Siento que el que más me llama la atención es el de poder sentir la obra porque me permite tener una postura y sensibilidad frente a lo que veo y lo que se y lo que soy. El que sentimientos me pueda provocar una obra es mucho más fuerte porque no solo estoy desarrollando mi sensibilidad a través de los colores, las formas, la atmosfera. Siento que la obra a uno lo envuelve en un espacio muy real. Que hace que se revuelvan en mi memoria varios recuerdos al ver la obra, situaciones en las que me sentí en calma, con mi familia, mis amigos más cercanos, en experiencias en los que me haya sometido a un momento de incomodidad con gente que no conozco pero que me estoy dando la oportunidad de conocer. Más que la intención del artista siento que el poder involucrarse y someterse uno misma a la obra es más interesante que aspectos pre iconográficos e iconológicos que podrían llegar a nublar lo que siento porque brindan otra perspectiva distinta a la propia, aunque igual de importantes al sentir.

1. El personaje que más me llama la atención es el payaso, es ese personaje que está casi que, en las sombras, que no intenta llamar la atención, que no muestra mucho pero tampoco muy poco, muestra solo lo necesario. Una cara triste, disfrazada y maquillada, que esconde más de lo que nos pudiéramos imaginar. Siento que cada ser humano ha pasado por el payaso, en el camino por descubrir quiénes somos, nuestra propia identidad, nuestros gustos y disgustos, cometemos el error de intentar caerle bien a todo el mundo, compartir cosas que ni siquiera nos gustan solo para agradarle a alguien más. Somos capaces de olvidar quien somos y de donde vinimos por encajar en un estereotipo. Pero siempre salimos de allí, siempre logramos quitarnos ese maquillaje y olvidarnos de los prejuicios y sacar y descubrir nuestra propia esencia. Así es como empezamos a vivir nuestra vida con espíritu, con tranquilidad y conciencia plena. Lo bello es como el Señor mira en nuestro interior no nuestro exterior, seamos quienes seamos, hagamos lo que hagamos siempre estará allí por lo que somos como personas para guiarnos en nuestro camino espiritual.

...