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Artículos 3o Y 4o Constitucional

lcuetop4 de Septiembre de 2013

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Reformas Necesarias Para resolver el Problema de Objetivos Contradictorios en el Artículo Tercero Constitucional

I Introducción

Los constituyentes de 1917 pensaron que con el elevado precio en sangre y miseria que pagaron los mexicanos con la revolución, México había comprado el derecho perpetuo a la igualdad y prosperidad para todos sus ciudadanos. Como hemos dicho anteriormente, los constituyentes consideraron necesaria la creación de un estado omnipresente y todo poderoso para garantizar la protección de todos los derechos que en ese momento se consideraban inalienables.

Nuestra tesis es que estaban equivocados puesto que la prosperidad equitativa y perpetua garantizada por un gobierno popular no era entonces ni es ahora más que un sueño idealístico que por su inalcanzabilidad, da falsas esperanzas y aspiraciones infundadas a los mexicanos que sienten que él Estado revolucionario tiene el deber y la capacidad de proveerlos a todos de un bienestar económico que es imposible alcanzar con ideales y propósitos dejando a un lado la realidad del entorno económico.

Los gobiernos de México pos revolucionario han fallado en conscientizar a la gente de que la economía es la ciencia que tiene el objeto de asignar eficientemente recursos limitados a la satisfacción de necesidades ilimitadas. La justicia de esa asignación es hasta cierto punto ajena a esa distribución. Es decir que aunque es imperativo que el Estado trate de asignar recursos y servicios a todos los mexicanos, no está dentro de su poder hacerlo ilimitada e indefinidamente.

La constitución en el párrafo primero de su artículo 25 dice que: “Corresponde al estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral, que fortalezca la soberanía de la Nación y su régimen democrático y que mediante el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución”1

Es decir que es el Estado quien rige directamente la economía y se hace responsable del crecimiento económico y la justa distribución de la riqueza aunque acepta que participen otros sectores como lo dicen los párrafos 1º y 2º del artículo 26: “El Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dínamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia, y la democratización política,social y cultural de la Nación.

Los fines del proyecto nacional de esta constitución determinarán los objetivos de la planeación. La planeación será democrática. Mediante la participación de los diversos sectores sociales recogerá las aspiraciones y demandas de la sociedad para incorporarlas al plan y programas de desarrollo. Habrá un plan nacional de desarrollo al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración Pública Federal.2

En otras palabras, el gobierno tiene la responsabilidad de desarrollar programas para satisfacer las demandas que eleva a nivel de derechos de la sociedad entre las que se incluyen pero no se limitan:

1. Educación gratuita a nivel primaria y secundaria: Párrafo 1o Artículo 3º Constitucional

2. Promover la educación media y superior y apoyará la investigación científica: Párrafo V Artículo 3º Constitucional

3. Servicios de Salud: Párrafo 3º, Artículo 4º Constitucional

4. Vivienda digna y decorosa Párrafo 4º Artículo 4º Constitucional

5. Administración de Justicia gratuita, pronta, completa e imparcial: Párrafo 2º Artículo 4º Constitucional

6. Seguridad Pública: Párrafo 5º Artículo 21º Constitucional

7. Formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios: Párrafo 7º Artículo 25º Constitucional

8. Derechos de propiedad ejidal y comunal: Fracción VII y XIX Artículo 27º Constitucional

9. Desarrollo rural integral con el propósito de generar empleo y garantizar a la población campesina su bienestar :Fracción XX artículo 27º Constitucional

10. Fijación de Precios máximos a artículos de 1ª necesidad: Párrafo 4º Artículo 28º Constitucional

11. Sindicatos: Párrafo 9º Artículo 28º Constitucional

En realidad los constituyentes de 1917 concibieron un estado obligado y capaz de procurar a sus gobernados una serie de beneficios que en realidad no podían garantizar puesto que no controlaban el entorno económico mundial, ni los fenómenos naturales como la lluvia, las heladas y otros factores que afectan a la economía nacional y por ende al bienestar de los gobernados. Pero más gravemente no controlaban la tasa de crecimiento de población que en 1917 era de alrededor de 14 millones de mexicanos pero que en 1998 es superior a los 100 millones y que de continuar en su nivel dará una población de 200 millones de mexicanos antes del año 2025.

Las falsas esperanzas y aspiraciones de la población de que el Estado puede y debe solucionar sus problemas de pobreza, se transforman en frustraciones que son exacerbadas por el creciente número de mexicanos que viven en la peor de las miserias. Esta frustración se convierte cada día más en violencia y desordenes populares. Además de las incontables marchas de protesta y plantones que en muchas ocasiones han acabado en grescas violentas, han empezado a brotar movimientos armados como el del Ejercito Popular Revolucionario (EPR), y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El México de 1997, está cerca de una crisis monumental por la falta de posibilidad de sostener, aún en el índice más bajo de miseria, a un número de personas que sigue creciendo exponencialmente y desafía todos los límites que imponen la experiencia, la razón y la lógica. El orígen del índice de crecimiento de población es muy simple, es producto de la natalidad que a su vez es producto de las relaciones sexuales.

Ya es hora de aceptar que las relaciones sexuales son solo una manifestación de la naturaleza de los seres humanos. Es infantil pensar que este tipo de relaciones humanas se den en un contexto determinado y aceptado por una lógica uniforme. Los hombres seguirán teniendo relaciones sexuales mientras sigan siendo humanos y en cualquier contexto que cada pareja escoja sin importar quien no esté de acuerdo.

Aquellos que conocemos la mecánica y los productos de la sexualidad humana tenemos la obligación de informar y educar a aquellos que por ser presas de la inexperiencia de la juventud o de la ignorancia a la que condena la pobreza. Es el derecho de ellos como individuos y de todos como sociedad el controlar las consecuencias de nuestras relaciones sexuales. Un gran número de nacimientos en nuestro país son consecuencia de la ignorancia, de la inaccesibilidad a métodos anticonceptivos y en general a prejuicios morales y religiosos de la sociedad.

Es entonces válido que hagamos una propuesta propia acerca de la sexualidad y la contracepción. El México de hoy tiene más de 100 millones de habitantes, la mayoría de los cuales son menores de edad y son hoy económicamente inactivos. Las condiciones sociales y económicas actuales y previsibles para un futuro a mediano plazo condenan fatalmente a estos jóvenes Mexicanos a una competencia sangrienta por obtener una vida y un trabajo miserables. Pero lo grave es que no todos ellos obtendrán siquiera ese estatus de muertos de hambre y entonces es previsible la violencia generada por el hambre y la falta de esperanza.

El único remedio para menguar la intensidad de esa lucha por la supervivencia se encuentra en la educación y en garantizar que la libertad que se obtiene al conquistar a la ignorancia sea accesible a todos. Esa libertad ya no solo no debe de limitarse a los métodos anticonceptivos tradicionales, simplemente porque aunque nos han ayudado trascendentalmente a controlar en los últimos años al índice de crecimiento de población, no han sido capaces de borrar el miedo que ejerce la Iglesia entre sus fieles y que los ha condenado a seguir recibiendo a todos los hijos que Dios les mande sin importar que no se les pueda garantizar ni el sustento mas indispensable para sobrevivir en el mundo de hoy.

Las parejas Mexicanas tienen derecho de reproducirse, pero responsablemente para que puedan exigir al Estado las condiciones indispensables para una vida digna y completa para sus hijos. El número de hijos que una pareja pueda tener debe determinarse tanto por el derecho de cada pareja para reproducirse como por el derecho de los demás para que la competencia garantice a todos la supervivencia y una vida digna y decorosa.

El número actual de pobres en México nos dice que ya hoy en día somos demasiados para garantizar las condiciones necesarias para una vida decorosa para la gran mayoría de los Mexicanos por lo cual en el futuro no deberíamos ser ni más ni los mismos sino menos.

Si estamos de acuerdo en que las parejas deben de tener el derecho de reproducirse pero que para que en el futuro todos tengan una oportunidad razonable de sobrevivir debemos de ser menos, nos encontramos con que el número de hijos que al debería tener derecho a procrear una pareja mexicana de hoy en adelante debería de limitarse a uno.

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. Encontramos satisfacción al tratar de hacer esta vida lo más agradable posible para nosotros y para los que nos rodean. La única inmortalidad a la

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