Asertividad

La finalidad de este ensayo, se enfoca en el desarrollo de conceptos básicos sobre la asertividad, tratándose como la herramienta y pieza básica para lograr enfrentar los retos profesionales, situaciones que se dan en la vida laboral y social de cualquier persona. Se presenta una breve descripción de algunos términos que van de la mano con la asertividad y como ayudan a mejorar el rendimiento. El tema de la asertividad hoy día está cada vez más en el tapete, hasta estar convirtiéndose, principalmente en el entorno empresarial, en una necesidad. Parece como si, de pronto, a todo el mundo se le hubiera ocurrido que quisiera mejorar sus habilidades sociales y que de no desarrollarlas, nunca conseguirá tener éxito en dicho entorno. Hay quienes consideran que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, puede decirse que la asertividad es sólo una parte de las habilidades sociales, la cual reúne conductas y pensamientos que permiten a las personas defender sus derechos con respeto, honestidad, confianza, seguridad y sin agredir ni ser agredida. Las conductas asertivas suponen saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos violentos. Esto quiere decir que la asertividad se ubica en el punto medio entre la pasividad y la agresividad.

Es de gran importancia saber de qué trata la asertividad, ya que es un tema que permite definir la conducta de las personas. Ahora bien, puede definirse la asertividad como la facultad de los seres humanos de expresar sus deseos, sentimientos, aptitudes y habilidades de una forma amable, honesta, abierta, directa y adecuada, respetando siempre el criterio u opinión de los demás. En pocas palabras puede decirse que la persona asertiva no sólo sabe decir “NO” o mostrar su postura hacia algo de manera razonada y comprensiva, pedir favores y reaccionar ante un ataque, sino también expresar sentimientos de gratitud, afecto, admiración así como insatisfacciones, dudas, confusión. Además, tiene la capacidad de negociar, es flexible, se arriesga y consigue lo que quiere, pero respetando los derechos del otro y expresando sus sentimientos de forma firme y abierta. Olga Castanyer (1997), propuso la siguiente definición de asertividad:

“Capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. La persona asertiva conoce sus propios derechos y los defiende, respeta a los demás, por lo que no piensa ganar en una disputa o conflicto sino que busca de forma positiva los acuerdos.”

Al citar a esta autora puede considerarse que mediante la asertividad, debe desarrollarse la madurez suficiente para reconocer y defender los derechos de las personas, sin embargo en algunas ocasiones la falta de conocimiento y validez en lo que dicen los lleva a no tener la credibilidad suficiente, exponiéndose a ser maltratadas por los demás. En tal sentido, es importante hacer énfasis en el respeto, el autoconocimiento y la autoaceptación, pues a partir de aquí la asertividad está socialmente identificada con la autoestima del sujeto, su bienestar personal y se convierte en una herramienta muy valiosa a la hora de defenderse en caso de que sean vulnerados sus derechos. La asertividad no es más que saber qué hacer ante cualquier problema que se presente para tomar la mejor decisión, utilizarla como estrategia y estilo de comunicación, brinda muchas ventajas y beneficios al momento de manifestar lo que se siente, piensa o se desea. Debe reconocerse que la asertividad es una de las habilidades esenciales que debe poseer una persona, es primordial hacer uso de la asertividad en todo momento, ya sea en una discusión, conflicto o en alguna otra circunstancia, pues ayuda a las personas a ser más comprensivas y a comunicarse mejor. No obstante, llevar a la práctica esta habilidad no es una tarea

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