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Aspectos a tener en cuenta sobre las clases de cello con alumnos de diferentes niveles


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2021  •  Ensayos  •  2.275 Palabras (10 Páginas)  •  62 Visitas

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[pic 1]Reflexiones sobre los aspectos a tener en cuenta en clases con alumnos de distintos niveles

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El trabajo con alumnos Suzuki es un trabajo muy organizado, secuenciado y estructurado. Además, el repertorio es común a todos los alumnos. Y todos, tanto profes como alumnos, seguimos un modus operandi si no idéntico, muy similar. Estos hechos facilitan mucho la tarea de dar clase a alumnos de diferentes zonas geográficas, de diferentes profesores y, por supuesto, de diferentes niveles de habilidad.

Esta ventaja, a priori otorga un espacio de aprendizaje muy conveniente para todos los alumnos y sus profesores. Un espacio en el que todos hablan el mismo idioma y entienden los mismos códigos. Partiendo pues de esta premisa, comentaré algunas de las reflexiones que surgen en mi cuando imparto clase a alumnos de diferentes niveles.

En primer lugar, lo que encuentro esencial es que ninguno de los alumnos perteneciente al grupo en cuestión sienta desinterés. Esto sucedería en un marco en el que el alumno más inexperto recibe tareas demasiado complicadas para él y viceversa, el alumno más avanzado se enfrenta a tareas demasiado sencillas. Este es siempre un punto de equilibrio que debe tenerse muy en cuenta y perseguirse de manera prioritaria en cada clase grupal. Un recurso puntual puede ser poner al alumno inexperto a descansar o a jugar libremente en algún momento de la sesión, pero eso sólo nos serviría como digo en contadas situaciones. El resto del tiempo tendremos que llenar nuestro saco de herramientas infalibles para poder compaginar nuestra clase multinivel.

¿Qué ideas podemos aplicar a la sesión para solucionar este hándicap?

Ideas para alumnos de iniciación o nivel bajo compartiendo clase con alumnos más avanzados:

  1. Recurrir a la expresión corporal e invitar a los alumnos inexpertos a acompañar las piezas más difíciles con: bailes, percusión corporal, seguir el pulso o marcar el ritmo con instrumentos de pequeña percusión, inventar una coreografía, dirigir al grupo, etc.
  2. Recurrir al canto e invitar a los alumnos más pequeños a que canten las piezas o bien con un simple lalala, o con onomatopeyas, o con la letra que hayamos aprendido en la clase individual, etc.
  3. Contar: pulsos o tiempos del compás, pulsos o tiempos de notas largas, aviones, pasajes repetidos, silencios, etc. Trabajando así también en ellos la discriminación auditiva.
  4. Expresión artística: invitando a los alumnos a pintar o a reproducir en dibujos lo que están escuchando.
  5. Empezar a aprender elementos técnicos sencillos: como por ejemplo los aviones, las notas largas arco arriba, los arcos en vertical siguiendo el ritmo de la pieza y cantando, marcando el pulso con pizzicati en cuerdas al aire, marcando los cambios de cuerda con el arco cogido como el manillar de la bici, etc.
  6. Desarrollo de la atención: pidiéndoles que se fijen mucho en algo durante la interpretación de sus compañeros y luego haciéndoles preguntas.
  7. Desarrollo del criterio: pidiéndoles que presten mucha atención a la interpretación de sus compañeros y que luego comenten lo que les ha gustado más y lo que les parece que puede mejorar.
  8. Juegos: inventar juegos como el de frío-caliente, para que mientras sus compañeros tocan, ellos puedan estar involucrados en la clase. Otras ideas: juego de las sillas (si son varios niños), juego de las estatuas (la profe indica stops en medio de la pieza a los alumnos que tocan y los que juegan deben quedarse como estatuas durante todos esos silencios), etc.
  9. Involucrar a los papás y solicitar que realicen una actividad juntos mientras escuchan tocar a sus compañeros. Por ejemplo: los papás mecen a los niños, bailan juntos, hacen juegos de manos juntos, etc.
  10. Uso de juguetes para inventar actividades; por ejemplo: dirigir con la pelota de colores que se abre y se cierra, dados para contar cuántos compases deben tocar sus compañeros, cintas para bailar o simular los movimientos de la música, coches para ir marcando la trayectoria de la pieza en una partitura o en un dibujo, pelotas para marcar el pulso de la pieza, etc.

Del mismo modo, debemos tener preparados recursos para los alumnos avanzados para los momentos en que los peques tienen el protagonismo y volvemos al repertorio más sencillo. Aunque los mayores presumiblemente saben tocar todo el repertorio hasta llegar al libro de su nivel, siempre les viene bien repasarlo. Pero estos alumnos “mayores” suelen caer en el pozo del aburrimiento con mucha facilidad y esto debe ser atajado rápidamente con un buen dossier de recursos, por ejemplo:

  1. Poner elementos técnicos más avanzados en piezas de iniciación, por ejemplo: vibrato, arcos largos, trinos u ornamentos, etc.
  2. Tocar voces de acompañamiento con partitura, para que empiecen a desarrollar la lectura si todavía no leen. Si leen, aprender acompañamientos con complejidad acorde a su nivel.
  3. Tocar las piezas en dobles cuerdas (libro Rick Mooney) o realizar arreglos propios.
  4. Tocar las piezas en posición de pulgar.
  5. Tocar las piezas en una sola cuerda.
  6. Tocar las piezas a distancia de intervalo de la voz principal, por ejemplo: 3as, 6as, 8as, 5as, 4as, etc.
  7. Hacer de profesores a los más pequeños, haciéndoles siempre los halagos primero y las correcciones después.
  8. Escuchar las piezas mientras observamos la partitura del piano para familiarizarnos con ella y con la voz de acompañamiento del piano. Tanto si saben leer ya como si están aprendiendo, puede ser un buen ejercicio para acostumbrarse a visualizar una partitura de piano y sus elementos.
  9. Solicitar a los alumnos avanzados que propongan ideas para mejorar la interpretación grupal.
  10. Jugar a “el peor cellista del mundo” y que toquen con algún elemento de la pieza de manera incorrecta para que los alumnos más peques tengan que encontrarlo.
  11. Jugar a “compositores” e improvisar una nueva para la pieza de iniciación.
  12. Jugar a “directores” y dirigir al grupo de cellos, o bien liderando desde el instrumento o bien en el centro del grupo moviendo sus brazos.
  13. Jugar a “periodistas de investigación” y pedir a los niños que, o bien solos, si son más mayores, o con la ayuda de sus papás, se documenten sobre la pieza y su compositor y nos lo cuenten a todos en la clase grupal.
  14. Jugar a “descubre el error”: la profe tocará la pieza con algún fallo de nota o de arco y ellos deben estar muy atentos y ser capaces de, mientras están tocando, descubrir cuál has sido ese error.
  15. Analizar la pieza: pedir a los alumnos más mayores que, con sus conocimientos y vocabulario, comenten la pieza que vamos a tocar e intenten hacer un análisis estructural, melódico y armónico.

Otro de los asuntos a tener en cuenta en una clase grupal multinivel es la distribución de los puestos de los alumnos en el semicírculo de la clase. Al principio pensaba que un reparto aleatorio era siempre lo más justo y sencillo. Pero con el paso del tiempo he podido observar que la disposición de los sitios de los alumnos es más relevante de lo que pensaba y es conveniente concederle un tiempo de planificación al diseñar la sesión de trabajo grupal con los alumnos. En este sentido, podemos agrupar a los alumnos por varias variables:

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