BRUNO TRAVEN

“CANASTITAS EN SERIE”

Bien pues este cuento nos muestra una historia donde nos podemos dar cuenta que muchas veces los turistas al ver las artesanías que tenemos tan hermosas en México, quedan impresionados. Y es lo que sucede en esta historia ya que un estadounidense que estaba de visitante por Oaxaca, descubre unas canastitas con figuras preciosas, hechas por manos de un indio mexicano.

Al saber el precio de ellas, el pensó que podría hacer un buen negocio, y emprende el viaje de regreso a New York, de donde era originario. Negosea con el dueño de una dulcería importante de aquel lugar, y pensando en las ganancias que tendría con el precio a la que las adquirió, promete llevar miles de ellas.

Pero cuál es su sorpresa que cuando regresa a aquel pueblo en Oaxaca, y al platicar con el artesano, descubre que este tardaba demasiado tiempo en hacerlas, decía hacer 24 canastitas en dos largos meses; mientras que el trato que había hecho trataba de 12 ejemplares para el siguiente mes.

Al no encontrar una respuesta positiva en aquel negocio, no le queda otra solución de cancelar el contrato endurecidamente porque solo perdió dinero con los viajes y tiempo, que pudo haber utilizado para trabajar y ganarse el dinero de otra manera

“SOLUCIÓN INESPERADA”

En este cuento tenemos a Regino y Manola, una pareja casada, que al comenzar con su “nueva” vida, descubren que no todo es tan feliz como muchos los pintan. Manola se vuelve enojona, criticona y egoísta, y Regino inconforme con el comportamiento de Manola se vuelve indiferente y malhumorado. El descanso viene cuando la mamá de Manola enferma y ella tiene que viajar hasta donde su madre para cuidarla; Regino estando solo, unas semanas después comienza disfrutar de su libertad, aunque su esposa siempre le escribía. En esas cartas de Manola, Regino empezó a darse cuenta de ciertos detalles extraños en el comportamiento de esposa, llegando al punto en que él pensó que estaba loca. Cuando al fin regresa, Manola era otra persona, comprensiva, amigable, amorosa, la esposa que todo hombre desearía tener. Algunos meses después tienen un hijo al que llaman Cutberto, y viven el matrimonio más feliz que se haya conocido, para la sorpresa de todos sus familiares. Pasados varios años, Cutberto se enamora de Vera, una chica inteligente con belleza excepcional, pero que sospechosamente sus papas rechazan. Cutberto en su afán por casarse con Vera, decide revelarse contra sus padres, y justo cuando va a decírselos se lleva una gran sorpresa porque su padre le dice que acepta su relación con Vera, exigiéndole lo mejor para ella. El muchacho creyendo que su suegro había influido en la decisión de su padre, se va muy contento. La realidad fue que cuando Manola se fue de viaje, Regino aprovechó para librar tensiones con la esposa del que pronto será su suegro, dando como resultado a Vera su verdadera hija, y Manola libró tensiones con el supuesto padre de Vera, dando como resultado a Cutberto. La culpabilidad de los dos los hizo darse cuenta de lo mucho que cada uno significaba para ambos.

“LA TIGRESA”

Luisa era un chica a la que nunca le falto nada, creció en un mundo lleno de privilegios y caprichos cumplidos, situación que la volvió una muchacha chillona, soberbia pero sobre todo demasiado autosuficiente. Nadie era digno de ella, además de que pocos la aguantaban. Luisa contaba con un negocio familiar, una talabartería, que adoraba ya que le gustaba todo lo que tuviera que ver con caballos. Fue allí donde conoció a Juvencio, varón de complexión fuerte y de buen carácter. Juvencio y Luisa comenzaron una relación amorosa en la cual Juvencio al igual que todos tuvo que aguantar los desplantes de Luisa, sin embargo a diferencia del resto de pretendientes, él parecía aguantarlo TODO, asunto que dejaba anonadados a muchos. De esta forma contrajeron matrimonio. Durante la primera noche de bodas, Juvencio se abstuvo de pasar la noche con Luisa, y así lo hizo durante algún tiempo, ella no comprendía que era lo que sucedía, pero su orgullo la mantenía callada. Un día mientras Juvencio descansaba en su silla mecedora, se dirigió al loro pidiéndole que le trajera café, como este no hizo caso, recibió un buen tiro de pistola que lo dejo muerto, hizo otro tanto con el gato, mientras Luisa lo observaba extrañada, cuando estaba a punto de dispararle a Prieto su caballo más querido, Luisa se levantó y le llevo el café, Juvencio satisfecho se fue, no sin antes gritarle a Luisa que tuviera la cena lista a las 7 en punto. Después de este suceso Luisa comprendió lo que su marido deseaba y ella no dudo en dárselo, así que esa misma noche, Juvencio durmió con su sumisa esposa Luisa.

“AMISTAD”

Esta historia se desarrolla afuera de un restaurante el cual está ubicado en la Ciudad de México cuyo propietario es un francés el señor Monsieur Rene, al percatarse de la presencia de un perro negro sentado cerca de la puerta abierta, sobre la banqueta.

Al parecer todo lo que el perro hacia no era visto comúnmente en los demás caninos, en el brillaba el deseo de conquistar la amistad del propietario de tal lugar. Al ver esto Monsieur Rene le regalo un bistec que un cliente apenas había tocado, fijo la vista en el perro y con un movimiento de cabeza lo invito a entrar a tomarlo, este movió la cola y la parte trasera, se lamio los bordes del hocico, sin embargo no entro.

El francés al ver que el perro no entro, salió detrás de la barra y le entrego el bistec este le lanzo una mirada de agradecimiento y se tendió en la banqueta a comérselo muy tranquilamente. Al terminar se sentó en la puerta hasta que el dueño advirtiera su presencia, al hacerlo el perro le agradeció como solo él sabía hacerlo, el dueño del restaurante al ver esto imagino que el perro deseaba más comida y tomo una pieza de pollo y al acercarse a la puerta el animal había desaparecido.

Entonces comprendió que solo quería agradecerle por el pedazo de bistec, olvidando enseguida el incidente el francés pensó que era un perro callejero más que se detuvo en la puerta de un restaurante para implorar un bocado. Sin embargo al día siguiente a la misma hora tres y media en punto el perro regreso a la puerta del restaurante, Monsieur Rene se percató de la presencia y nuevamente le dio un pedazo de bistec de esta forma el animal se percató de la amistad del hombre.

De ahí en adelante

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