Baby Shower

BABY SHOWER bíblico

INTRODUCCIÓN

La llegada de un hijo al hogar siempre debe ser motivo de alegría y gratitud con Dios. El poder ser copartícipes en la

Creación, es siempre una bendición.

Los festejos que se puedan organizar para los futuros padres con este motivo, deben estar revestidos de una profundo

sentimiento de amistad y fraternidad, así como de un compromiso de ayuda mutua.

Festejar que un hijo viene en camino debe ser eso, un festejo lleno de esperanza y cordialidad. Debe ser un momento en el que

todos los ahí reunidos, revaloren el don de la maternidad y la paternidad y los bienes que atrae a la maduración del amor que ya existe entre los esposos.

Querer subrayar que la llegada de ese nuevo bebé solo acarrea una serie de dificultades al matrimonio y que un sin fin de problemas interminables

llegarán con él, es demeritar este sublime acontecimiento.

Nosotros como equipo de evangelizadores al presentar este BABY SHOWER BÍBLICO, solamente deseamos ofrecer una propuesta de celebración más positiva,

con el fin de aprovechar esos momentos de unión fraterna y sacarles un mejor provecho.

Proponemos que la reunión tenga dos momentos muy claros y así sea convocada. El primer momento propiamente es el espiritual o de oración y el segundo momento es propiamente el festivo, donde la música, la alegría y los divertidos juegos harán degustar con mayor satisfacción los canapés,

los pastelillos o lo que se tenga preparado como ambigú para ofrecer.

Conviene que se aclare esto muy bien a los invitados para que todos participen en los dos tiempos de convivencia y no se vayan a sentir incómodos.

Sobre todo si algunos no son cristianos.

Sugerimos que se disponga de un lugar apropiado para llevar a cabo cada uno si es posible y si no, por lo menos se ambiente de manera diferente.

También es recomendable que las “madrinas o padrinos” que van a entregar los regalos simbólicos, pues ellos mismos sean quienes los compren,

los adornen y ofrezcan. Cada padrino o madrina deberá leer el fragmento que le corresponda.

El guía o monitor deberá ser una persona agradable, es decir, que preferentemente todos la conozcan y tenga un trato cordial.

El lector o lectora deberá repasar la lectura que tiene a su cargo para no ir a decir una cosa por otra. Le sugerimos que lea despacio, claramente y

con buena entonación. Esto favorece mucho a la atención de las personas.

No hay nada mejor que podamos ofrecer a los que amamos, que nuestra oración y nuestro tiempo. Disfruten de la reunión y alaben al Señor

porque es muy bueno, porque EL es el dador de todos los buenos sentimientos, porque El es el amor mismo.

MONITOR (A):

Amigos (as) y familiares aquí reunidos (as). Nos convoca a esta celebración la próxima llegada de un bebé al hogar de nuestros amigos___________________ y___________________.

Muy pronto este hogar se verá iluminado por la llegada de un nuevo miembro a la familia y nosotros nos alegramos con _______________ y _______________ porque este bebé, fruto de su amor como pareja, nacerá en nuestra sociedad y enriquecerá a este mundo y a la Iglesia.

Sintámonos alegres y vivamos este momento plenamente. Dispongámonos a tener un encuentro fraterno y espiritual en el que solamente queremos pedir a Dios que bendiga a ____________ y a ____________ y al bebé desde ahora.

Les invito a que iniciemos nuestra celebración en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo.

TODOS: Amén.

MONITOR (A):

El Hijo de Dios , nuestro Señor, cuando vino al mundo, asumió la condición de niño e iba creciendo en sabiduría, estatura y gracia ante Dios y ante los hombres. Más tarde, recibió benignamente a los niños y los bendijo. Resaltó su dignidad y más aún, los puso como ejemplo para los que buscan de verdad el Reino de Dios. Con razón, el salmo compara a los hijos con los renuevos de olivo alrededor de la mesa familiar; ellos, en efecto, no sólo son signo y anuncio de la bendición divina, sino que atestiguan la presencia eficaz del mismo Dios, el cual, como dador de la fecundidad de los hijos, multiplica el júbilo y aumenta su alegría.

Escuchemos a ________________ que nos leerá un trozo de la Sagrada Escritura y pongamos atención para que al terminar la lectura, podamos compartir un poco lo que más nos haya llamado la atención.

LECTOR (A):

De la carta del Libro de Samuel. (1a Sam 1, 20-28)

En aquellos días, Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, diciendo: "Al Señor se lo pedí". Después de un año, Elcaná, su marido, subió con toda la familia para hacer el sacrificio anual para honrar al Señor y para cumplir la promesa que habían hecho, pero Ana se quedó en su casa. Dijo a su marido: "Cuando el niño haya dejado de tomar la leche materna, yo lo llevaré para presentárselo al Señor y que se quede allí para siempre". Elcaná le respondió: "Haz como te parezca bien; quédate hasta que el niño deje de tonar la leche materna. Y que el Señor te conceda cumplir tu promesa".

Ella se quedó en casa y amamantó a su hijo hasta que dejó de tomar la leche materna. Un tiempo después, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal del harina y un odre de vino. Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: "Escúchame señor; te juro por mi vida que soy aquella mujer que estuvo junto a ti en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida". Y adoraron al Señor.

(breve pausa) Palabra de Dios.

TODOS: Te alabamos Señor.

MONITOR (A):

Quien lo desee, de manera espontánea y en breves palabras, compártanos que fue lo que más le llamó la atención de la lectura anterior y por qué.

Hay que invitar a la participación de 4 o 5 personas que no sean los papás. Ellos escucharán.

MONITOR (A):

Sin duda, estas reflexiones son hermosas e iluminadoras. Después de haberlas escuchado, los invito a brindarles el primer gran aplauso de la tarde (noche) a _________ y _________ porque Dios los ha llamado a vivir una vocación muy especial, la de ser papás.

Al terminar se les puede brindar un aplauso.

MONITOR (A):

Enseguida ________ y ________, vamos a hacerles entrega de unos signos que se han preparado para ustedes este día como regalo especial. Sus amigos y familiares que los han traído, quieren manifestarles el deseo que tienen de que, lo que significan se haga realidad en su próximo hogar. Recíbanlos con mucho cariño, pues con mucho cariño, sus padrinos y/o madrinas los han preparado.

EL CIRIO ENCENDIDO:

Ustedes han fundado una familia cristiana bajo el amor y la unión de sus corazones delante de Dios. En aquél momento de su matrimonio, dieron el sí a la vocación de ser padres cuando el sacerdote los interrogaba y seguramente en ese momento sintieron iluminados sus corazones ante la esperanza de ver realizado su amor. Cristo es el dador de toda luz. Cristo los ha llamado para ser uno en él.

LA LUZ DE DIOS es la luz de la alegría que no se enciende con un botón eléctrico. Lo hermoso y bello radica en saber crear de la nada. Su pequeño hijo así fue llamado a la existencia. Que el se convierta para ustedes desde ahora, en la luz de la esperanza, la luz de la fe, la luz de la caridad que necesitan para seguir consolidando su amor. Nosotros deseamos que este bebé sea luz para el mundo y que desde su hogar, esté iluminado siempre con la Luz de Dios.

(Se les hace entrega del cirio y se les da un abrazo)

LA BIBLIA:

Ustedes conocen este libro, es la Palabra de Dios y la vida de su Único Hijo. En su casa, con toda seguridad ya hay muchos libros; quizá muy buenos libros; pero que ESTE LIBRO no les falte nunca, pues en él van a encontrar todas las respuestas a las preguntas que su pequeño hijo les haga con respecto a la vida y al buen camino. Que este libro siga siendo su libro de cabecera, porque en él encontrarán la sabiduría para sus momentos de decisión como padres. ¡Abran este libro! ¡Léanlo!. Que no sea sólo un adorno, úsenlo para que puedan caminar seguros todos los días de su vida y con ello le den la seguridad que su pequeño necesitará para crecer como hijo de Dios.

(Se les hace entrega de la Biblia y se les da un abrazo)

EL CRUCIFIJO:

En el cuarto del bebé no puede faltar un crucifijo. La cruz es el símbolo para los cristianos de la prueba más grande del amor de Dios que tenemos. Es el símbolo del sacrificio pero también de la salvación y de la vida. No es un adorno más. Denle paz a su pequeño hijo y hagan que entienda que sacrificarse por él, no es una carga, sino por el contrario, es para ustedes camino de santificación. Tengan presente que, como padres ahora, deben llevar juntos una cruz muy pesada, pero que la pueden llevar con alegría cada día si tienen presente a Jesús en sus vidas.

(Se les hace entrega de la cruz y se les da un abrazo)

PAÑALES:

Los pañales tratan de evitar por todos los medios que el bebé esté

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