Balance: la combinación de 3 diferentes sistemas sensoriales: el oído, las extremidades y los ojos

El equilibrio según la RAE es la “facultad fisiológica por la que algunos seres vivos perciben su posición en el espacio”.

¿Y a qué se debe ésta facultad? A la asombrosa combinación de 3 sistemas sensoriales diferentes: el oído, las extremidades y los ojos. Al trabajar juntos y de manera coordinada es cuando conseguimos mantenernos de pie. Pero, ¿cómo sabemos en qué dirección nos movemos?, ¿norte, sur, este, oeste? Estas coordenadas nos las proporcionan una serie de órganos ubicados en el oído interno: el vestíbulo y el utrículo, donde se abren los canales semicirculares. Estos dos últimos están recubiertos por una gran cantidad de células pilosas microscópicas o cilios, que están en contacto con los conductos nerviosos. Dentro del vestíbulo hay conductos que están llenos de líquido en el que también “flotan” cristales de carbonato de calcio, que son llamados otolitos, estos, conforme a la posición de la cabeza, rozan los cilios de una región de los canales semicirculares. Los conductos nerviosos en contacto con los cilios conducen el impulso nervioso a través del nervio vestibular, que a su vez, conduce el impulso al cerebelo y éste interpreta la posición en la que el cuerpo se encuentra, pero sobre todo nos informa de algo esencial: que está arriba y que hacia abajo. Los canales apuntan en tres direcciones diferentes, es por eso que percibimos el movimiento en tres dimensiones.

Tan sólo caminar involucra saber que estás haciendo con cada cm de tu cuerpo, por eso caminar es toda una hazaña. La mayor parte del tiempo nos mantenemos con un solo pie. Cuando avanzamos cada músculo corporal entabla una dura batalla para impedir que nos caigamos, de esto se encarga la propiorecepción, que es producida por la información que nuestros músculos que envían al cerebro, como la cantidad de fuerza necesaria para hacerlos trabajar en función de la atracción terrestre. También está basado en los reflejos, que en conjunto con el tacto, nos informa de la posición de cada uno de los miembros del cuerpo.

Además de los órganos de equilibrio en el oído, recurrimos a los receptores del tronco y las extremidades para informar al cerebro de lo que hace el resto de cuerpo, en fracciones de segundo el cerebro envía millones de impulsos a los músculos para corregir errores y así mantenernos en equilibrio.

De hecho, nacemos sin la capacidad para poder mantenernos de pie, tenemos que aprender mediante ensayo- error, y tienen que pasar unos años para que la información entre las extremidades y el cerebro sea lo suficientemente veloz como para hacerlo de forma natural.

Nuestro peso corporal que está sustentado sobre nuestras piernas es una maravillosa prueba de equilibrio, ya que a través de oído interno y del resto de cuerpo, constantemente estamos llevando a cabo miles de meticulosos ajustes musculares. A demás de receptores del oído o de las extremidades existe otro factor: la vista, éste sentido le informa a los demás órganos la más leve oscilación del cuerpo, ya que tiene como referencia las paredes del lugar, los objetos, etc. Es por eso que a veces perdemos el equilibrio cuando cerramos los ojos.

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