Bases Programáticas Del Partido Socialista Unido De Venezuela (PSUV)
HugoMaffi5 de Enero de 2013
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Bases programáticas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
Las fuerzas motrices de la Revolución Bolivariana
Las fuerzas motrices o sujetos de la Revolución Bolivariana son las trabajadoras y los trabajadores en su doble condición de creadores de la riqueza social y expropiados del fruto de su trabajo y, en tal condición, llamados a dirigir la revolución en el marco de la lucha de clases. Los campesinos y campesinas, pequeños y medianos propietarios y propietarias, productores y productoras del campo y la ciudad, la juventud, los y las estudiantes, las mujeres, los pueblos originarios, los afro descendientes, los sectores medios e intelectuales progresistas, entre otros, que sufren todos las consecuencias de la explotación económica, el saqueo y la dominación política imperialista, oligárquica y burguesa son fuerzas que componen el pueblo venezolano en la presente etapa histórica, constituyen los sujetos potenciales de la Revolución Bolivariana, quienes deben ser ganados por la política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para la realización plena de esta nueva gesta emancipadora. El PSUV como expresión de la unidad del pueblo, promueve y jerarquiza la más sólida unidad y también las alianzas tácticas y estratégicas con otras fuerzas, en función del avance de las luchas revolucionarias para la construcción del socialismo. Las fuerzas revolucionarias y los pueblos hermanos nuestro americanos y del mundo entero constituyen reservas estratégicas de la revolución venezolana.
El enemigo principal de la Revolución Bolivariana es el imperialismo capitalista, especialmente su centro hegemónico, el imperialismo y el gobierno estadounidense, sus monopolios transnacionales, en particular los del sector financiero, tecnológico, militar, económico y mediático, por una parte, y por la otra, la alta jerarquía eclesiástica contra revolucionaria, la oligarquía, las burguesías apátridas, así como todo sector social que, al igual que aquellos, le sirva de base social al imperialismo o a cualquier fuerza extranjera para la dominación de nuestros pueblos, en especial en el ámbito de América Latina y el Caribe.
Las formas de lucha y la acumulación de fuerzas
El Partido Socialista Unido de Venezuela asume la combinación estratégica de todas las formas de lucha necesarias para derrotar cualquier agresión del imperialismo capitalista y sus aliados. En este período de transición al socialismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), desarrolla las formas de luchas democráticas electorales, pacíficas y constitucionales, todas basadas en la más amplia participación y protagonismo del pueblo como ejercicio de su soberanía, de su educación, formación política y la fragua de su unidad.
Las formas de lucha y organización no son fines en sí mismas, sino maneras de avanzar en la acumulación de fuerzas, que tiene su expresión principal en la consolidación del poder popular, la destrucción del estado burgués, la lucha antiimperialista y la construcción del socialismo, asumiendo que el epicentro es la lucha contra la cultura política liberal burguesa heredada y la consolidación de la democracia participativa y protagónica. Muchas de estas formas de lucha democráticas tienen un carácter liberal burgués, por cuanto siempre fueron manipuladas por la burguesía y tan sólo su ejercicio, acompañado de la elevación de la conciencia política del pueblo, pondrá en evidencia sus limitaciones y la necesidad de trascenderlas mediante la democracia genuina, es decir, la democracia socialista.
La Revolución Bolivariana no es una revolución desarmada, se plantea la defensa de la Patria, del pueblo y de la revolución mediante la participación de todo el pueblo en la defensa de la seguridad, la integridad y la soberanía nacional y popular.
El PSUV, como su vanguardia conscientemente organizada, define en cada momento concreto cuáles son las políticas, tácticas y estrategias a desarrollar, y cuáles las formas de lucha y de organización más pertinentes, así como cuáles son las tareas centrales y los métodos y estilos de trabajo y de dirección correctos para lograr una acumulación y correlación de fuerzas superior al enemigo en los terrenos teórico, político, productivo, cultural y militar, entre otros, que permitan la derrota definitiva de nuestros enemigos de clase y la construcción del socialismo.
Los objetivos estratégicos de la Revolución Bolivariana
Los objetivos estratégicos de la Revolución Bolivariana son:
1. La consolidación de la Democracia Participativa y Protagónica
2. La derrota del imperialismo y toda forma de dominación extranjera
3. La construcción del Socialismo Bolivariano
Estos tres objetivos estratégicos se relacionan y condicionan recíprocamente y tienen por base la lucha de clases. En su dinámica, la lucha por consolidar la democracia participativa y protagónica implica necesariamente, por un lado, la lucha contra la vieja cultura liberal burguesa heredada de la democracia representativa, y por el otro, para que tenga perspectivas históricas, debe formar parte de la lucha por la construcción del Socialismo Bolivariano. La consolidación de la democracia participativa y protagónica conduce a la democracia socialista, como forma política del Socialismo Bolivariano. La contradicción fundamental a resolver es la que enfrenta al estado-nación venezolano, a los pueblos nuestroamericanos y del mundo, con el imperialismo, en particular el estadounidense.
Hay que trabajar sin descanso por la unidad de la clase trabajadora, sectores sociales, organizaciones y movimientos populares comprometidos con estos objetivos estratégicos, que constituyen los ejes centrales del Programa Revolucionario y por la necesaria unidad e integración de los pueblos nuestroamericanos y en general de todos los pueblos del mundo para derrotar al enemigo común.
1. La consolidación de la Democracia Participativa y Protagónica
La lucha contra la cultura política liberal burguesa
Para crear una nueva y verdadera cultura política revolucionaria es necesario derrotar la vieja cultura liberal burguesa heredada, porque corrompió la política convirtiéndola en mediación mercantil del poder, de la acumulación de riquezas ímprobas y de la exclusión social genocida; pervirtió la democracia reduciéndola a un mecanismo de legitimación electoral del poder de elites corruptas, convertidas en base social del imperialismo; generó una cultura sociopolítica perversa a través de la mediatización de la conciencia, la imposición de la cultura de la dominación, la naturalización de los privilegios de los poderosos y la exclusión de la producción y usufructo de la riqueza social por parte del pueblo; promovió la pérdida de valores y la dignidad mediante la práctica del clientelismo, la corrupción, el burocratismo, la arbitrariedad, la violencia, la impunidad y la exclusión de las grandes mayorías nacionales de la política; promovió el entreguismo del país y sus riquezas al imperialismo, especialmente al estadounidense y forjó una cultura mediática y académica que legitimó tal entrega y la pérdida de identidad del país, la nación, la sociedad y el pueblo venezolano.
La derrota de esta cultura política en la sociedad y las instituciones venezolanas sólo es posible mediante la creación de una nueva praxis política: la construcción y consolidación de la Democracia Participativa y Protagónica que implica la superación de la democracia liberal y neoliberal burguesa. Para ello es necesario conocer en profundidad los fundamentos filosóficos, teóricos e históricos de la democracia liberal burguesa y sus diferencias radicales con la Democracia Participativa y Protagónica, con la Democracia Socialista. No es posible superar el capitalismo ni su forma política, la democracia burguesa, si no existe claridad teórica sobre sus fundamentos y las formas de superarlos, cuestión que se hace mucho más difícil considerando que la experiencia de más de 40 años de democracia representativa genera un imaginario, unas prácticas sociales y unos valores profundamente arraigados en la conciencia popular, al punto que estas prácticas constituyen serias limitaciones para la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana.
Democracia Participativa y Protagónica conduce en su desarrollo y consolidación a la Democracia Socialista, que no es otra cosa que la construcción del poder popular. La Democracia Socialista no es un tiempo-espacio social al que se accede desde afuera de la praxis política, sino un proceso abierto y contradictorio al calor de la lucha de clases, mediante el cual progresivamente el pueblo ejerce su soberanía y, a través de su participación, va construyendo la libertad, la igualdad y la justicia con sentido socialista, como fundamentos de la nueva sociedad y el nuevo Estado Socialista.
El ejercicio intransferible de la soberanía, de la cual emanan y a la cual están subordinados todos los poderes públicos (legislativo, judicial, ejecutivo, electoral y moral), implica necesariamente que el pueblo los concentre en sus manos como forma de superar la concepción liberal burguesa de la separación formal de poderes. Por eso, los mandatos que delega el pueblo en diversas esferas del poder, sólo pueden ser ejercidos obedeciendo a sus intereses y como expresión directa de la participación popular en la constitución de los poderes públicos y en la formación, ejecución y control de políticas públicas.
El bienestar social y la derrota de la pobreza, la seguridad nacional, la soberanía y la independencia nacional consolidan la Democracia Participativa y Protagónica, la Democracia Socialista.
2. La derrota
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