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Bauman –Libertad y dependencia.


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2016  •  Apuntes  •  2.211 Palabras (9 Páginas)  •  1.776 Visitas

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Bauman –Libertad y dependencia.

Somos libres y no lo somos al mismo tiempo. Tomar decisiones demuestra mi libertad, ésta significa la capacidad de decidir y elegir. Sin embargo, esa libertad es limitada: decidir por mí mismo qué objetivo perseguiré, y tener la intención de perseguirlo, es una cosa; y otra es poder actuar según mis palabras y alcanzar el objetivo que me propuse.

1- Otras personas (pares) tratarán de alcanzar los mismos objetivos que yo, y la cantidad de recompensas disponibles es limitada, es decir, no depende solo de mi esfuerzo. Por otra parte los resultados de mis actos y de los de los demás dependen a su vez siempre de otra gente (no pares), que establece las reglas y tienen la última palabra. La libertad de esos sujetos, establece los límites de la mía. Yo dependo en la manera en que ellos deciden sus actos. Es un factor sobre el que yo no tengo control pero igual influye en el resultado de mis actos.

2- Los medios tmb limitan mi libertad, si no los tengo, mi decisión no será suficiente para actuar según quiero y llevarlo a la práctica. Para poder actuar libremente necesito además de libre albedrío, recursos. Generalmente se trata de dinero, pero tmb de mi raza, sexo, edad, etnicidad, nacionalidad (es lo que soy), no pueden modificarse. mi libertad está determinada por mis acciones pasadas.

3- El grupo dentro del cual me siento más cómodo tmb pone límites a mi libertad, me hace depender del grupo para poder ser libre. El hecho de que yo esté tan bien adaptado a las condiciones de la acción dentro del grupo al que pertenezco restringe mi libertad de acción en el espacio exterior (ej: lengua materna). El grupo del que soy miembro posee un papel ambivalente, me permite ser libre, pero me restringe trazando las fronteras de mi libertad. Por otra parte ese grupo no ha sido elegido por mí, nací en él, es una manifestación de mi dependencia. A este grupo le debo la distinción que hago entre los fines que vale la pena perseguir y los que no; los medios que uso para conseguir lo que vale la pena; los criterios de relevancia para el proyecto que pretendo realizar.

El conocimiento necesario para cumplir mis tareas y enfrentar mis problemas está dentro de mí, gracias a lo cual me siento seguro y no necesito pensar demasiado para hacer lo que es correcto. Eso se llama internalización de las normas del grupo, estudiadas por Mead. Allí se produce la socialización (proceso formado por medio del que el individuo incorpora normas y se integra a un grupo social, a la sociedad), a partir de los conceptos del yo y el mí, que se refieren a la dualidad del yo, a su división en 2: una parte externa, que la persona ve como proveniente de afuera, en forma de exigencias que hay que cumplir y normas que hay que respetar, el mí del yo; y otra parte, el yo, desde donde se examinan, evalúan y almacenan las exigencias y expectativas sociales. El grupo desempeña un papel en la formación del yo y lo cumple a través de la parte del “mí”. En el yo se sedimenta la experiencia de ser evaluado, examinado, etc, como una imagen de las expectativas que los otros tienen respecto de mí. Los otros tienen una manera de distinguir entre una conducta correcta e incorrecta, aprueban la conducta correcta y castigan la otra porque la consideran una desviación de las normas. Los recuerdos de las acciones recompensadas y penalizadas se van mezclando hasta formar la comprensión inconsciente de la regla, hasta formar el “mí”, es decir, la imagen que el yo tiene de la imagen que los otros tienen de él.

Todos los grupos desarrollos maneras de domesticar, controlar, la exteriorización de los impulsos. Según Freud, los instintos no desaparecen nunca, sólo es posible “reprimirlos” y confinarlos en el subconsciente; y lo que los mantiene en ese limbo es el superego. El ego entonces, está permanentemente entre 2 poderes: los instintos, que han sido relegados al subconsciente pero siguen siendo poderosos y rebeldes; y el superego (pariente del “mí”, que actúa sobre los instintos), que presiona al ego (pariente del yo).

Si bien es cierto que los grupos controlan la conducta de sus miembros, de ello no se desprende que necesariamente logren hacer esa conducta más humana y moral. Significa que como resultado de la presión, vigilancia y corrección, la conducta se adapta mejor a las pautas que determinada clase de grupos sociales reconoce como propias y pone en vigencia.

Los procesos de formación del “yo” y “mí”, de supresión de los instintos y de producción del superego se llaman socialización (transformación en un ser capaz de vivir en sociedad).

Grupo de referencia: grupo que me sirve de patrón para medir mi comportamiento, que acepto como el modelo de mi vida en su conjunto o de determinado aspecto de mi vida. Sin embargo, en gral son mis selecciones, análisis, conclusiones y actos los que hacen que el grupo de referencia sea un agente tan poderoso para moldear mi conducta.

- Grupos de referencia normativos: establecen las normas para mi conducta y vigilan lo que hago, influyen “normativamente” sobre mis actos, recompensándome o castigándome (flia, amigos) los grupos de ref solo llegan a serlo cuando yo los selecciono, cuando les doy importancia, necesitan de mi consentimiento.

- Grupos de referencia comparativos: son a los que no pertenezco ya que estoy fuera de su alcance. Yo veo a los grupos comparativos sin que ellos me vean. La adjudicación de relevancia es unilateral aquí: yo considero que sus pautas y actos son significativos, mientras que ellos apenas se dan por enterados de mi existencia.

El proceso de socialización no se limita a la experiencia infantil, no tiene fin; se prolonga durante toda la vida y produce una compleja interacción entre libertad y dependencia. Socialización secundaria sería la continua transformación del su mismo que tiene lugar en la vida adulta a partir de la internalización de las destrezas sociales elementales que se adquieren en la infancia.

La razón entre libertad y dependencia es un indiciador de la posición relativa de una persona, o categoría de personas, dentro de la sociedad.

Becker – Outsiders.

Todos los grupos sociales establecen reglas que definen situaciones y comportamientos considerados apropiados, diferenciando las acciones “correctas” de las “equivocadas” y prohibidas. El supuesto infractor es visto como una persona especial, un outsider, un marginal. Pero ésta puede tener un punto de vista diferente sobre el tema, y puede sentir que sus jueces son outsiders.

Las reglas pueden ser de muchos tipos diferentes. En el caso de las leyes formalmente aprobadas, el Estado puede usar su poder policial para

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