Biblioteca escolar y legislación

La biblioteca escolar y legislación

Desde el punto de vista educativo, es fundamental dentro del proceso de enseñanza disponer de una recopilación documental variada y asequible. En la sociedad de la información es primordial que todos los individuos sean capaces de aprender por sí mismos y para ello se hace necesario saber informarse y documentarse, es decir, saber acceder, seleccionar, organizar y analizar la información. A través del uso de las bibliotecas escolares se puede poner en práctica este tipo de aprendizaje. De esta forma, es primordial su buena articulación dentro del sistema educativo, siendo fundamental su adaptación a las actuales demandas de la sociedad de la información. La biblioteca escolar puede entenderse como un servicio de los Centros Escolares en el que se recopilan y organizan los recursos documentales que serán utilizados por los estudiantes con dos objetivos fundamentales: adquirir hábitos lectores y formar al alumnado en el uso de la información. Por lo tanto, la biblioteca escolar es un elemento básico para fomentar el aprendizaje en los Centros.

¿Qué relación existe entre la biblioteca escolar y la legislación?

En la última ley aprobada por el Ministerio de Educación, cultura y deporte, Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, la biblioteca escolar no se trata como un apartado propiamente dicho sino que se hace referencia a ella dentro de Anexo 1, más concretamente dentro de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. La primera vez que aparece es dentro de uno de los contenidos del bloque 2 “Uso de la biblioteca para la búsqueda de información y utilización de la misma como fuente de aprendizaje”; y después dentro de ese mismo bloque como un estándar de aprendizaje evaluable “Utiliza la biblioteca para localizar un libro determinado con seguridad y autonomía, aplicando las normas de funcionamiento de una biblioteca”. En ambos casos solo se hace referencia a su uso y en ningún momento se habla sobre su funcionamiento, organización o reglamento. Por lo tanto,. no existen unos criterios o premisas claras sobre cómo se deben desempeñar las funciones de la biblioteca escolar dentro de las escuelas. A lo largo de los años se han publicado diversas órdenes y decretos en los que, aunque de manera insuficiente y resumida, se hace referencia a las bibliotecas escolares teniendo solo encuenta la utilización de las mismas por el alumnado del centro. En la Orden del 10 de agosto de 2007, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Primaria en Andalucía aparece un apartado de pequeña longitud dedicado a la biblioteca escolar donde se expone su utilidad, uso así como las actividades que se pueden desarrollar con los alumnos.

Por último, en la ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía se hace referencia a la biblioteca escolar dentro del artículo 23, en el punto cuatro donde se regula la posibilidad de incorporar profesorado jubilado para realizar algunas funciones dentro del centro, entre ellas encargarse del desarrollo de tareas relacionadas con los planes de utilización de las bibliotecas y de animación a la lectura.

En el Decreto 328/2010, de 13 de julio, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de las escuelas infantiles de segundo grado, de los colegios de Educación Primaria, de los colegios de Educación infantil y primaria, y de los centros públicos específicos de educación especial se puede encontrar en el artículo 24 dentro del apartado c) “La organización de los espacios, instalaciones y recursos materiales del centro, con especial referencia al uso de la biblioteca escolar, así como las normas para su uso.”

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