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Biodiversidad


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  3.117 Palabras (13 Páginas)  •  173 Visitas

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Un buen picnic de domingo al aire libre con la familia en la desembocadura del río Lluta con carpa, parrilla, cooler y todo lo necesario; pasear a los perros para que se entretengan persiguiendo a los pájaros; relajarse un rato lanzando piedras a los cangrejos y cualquier animalillo que se mueva; aprovechar de probar las capacidades de la camioneta 4x4, haciendo rally en los arenales y lecho del río; dejar que los niños corran entre los totorales y se bañen en las lagunas, atrapando los saltarinas lisas o los escurridizos camarones; recorrer los alrededores en caballo a todo galope antes de partir, sin olvidar beber el último sorbo de refresco para dejar el envase junto al resto de los desperdicios que regalará a la benévola naturaleza.

Para muchas personas estas actividades parecen idílicas o sencillamente divertidas, pero para miles de aves significa la destrucción de su hogar y enfrentarse a la extinción.

¿QUÉ CONOCEMOS ACERCA DE ESTE HUMEDAL?

La desembocadura del río Lluta es el humedal costero más septentrional de Chile, se ubica a los pies del valle de Lluta y abarca una superficie aproximada de 300 hectáreas, que incluyen distintos tipos de hábitats como playa de mar; lagunas y totorales; boca de río; y matorrales y gramadales. Su principal fuente hídrica la constituye el río Lluta, único río exorreico de provincia, que alcanza sus mayores crecidas durante la época estival, producto de la precipitaciones alto andinas. También se nutre de este vital elemento, a través de aguas freáticas formando pequeñas vegas. Las precipitaciones son casi inexistentes y la temperatura promedio anual alcanza a los 18º C.

La flora esta constituida por 20 especies nativas con una cobertura del 80%, siendo las especies más características: grama salada (Distichlis spicata), chingoyo (Pluchea chingoyo), totora (Scirpus sp.), chilca (Baccharis petiolata), cola de caballo (Equisetum giganteum) y cola de zorro (Cortaderia speciosa).

La fauna más destacada, corresponde a las aves por su diversidad y abundancia. Datos obtenidos desde 1991 a la fecha han permitido elaborado una lista que incluye a 147 especies que representan un poco más del 30% de las aves conocidas para Chile, de las cuales el 12% corresponde aves residentes, 18% nidificantes, 35% visitantes y 35% accidentales. Entre las especies más interesantes podemos mencionar al chorlo gritón (Charadrius vociferus), chorlo cabezón (Burhinus superciliaris), picaflor de Arica (Eulidia yarrellii), pizarrita (Xenospingus concolor), saca-tu-real, (Pyrocephalus rubinus), comesebo chico (Conirostrum cinereum); garza azul (Egretta caerulea), gaviota garuma (Larus modestus), chorlo semipalmado (Charadrius semipalmatus), tagüita del norte (Gallinula chloropus), pato colorado (Anas cyanoptera) y gaviota de Franklin (Larus pipixcan).

El grupo de aves más destacado lo conforman las especies visitantes (migratorias y accidentales), pudiendo observarse en este lugar a casi la totalidad de los chorlos, playeros y gran parte de las aves que migran desde el Hemisferio Norte hacia nuestro país. Su cercanía con regiones ricas en aves como Perú y Bolivia, favorecen la aparición de especies ajenas nuestra ornitofauna, enriqueciendo aún más este ambiente.

En cuanto a su conservación, el humedal enfrenta graves problemas, debido al deterioro progresivo a que es sometido, producto de la intervención antrópica. Este ecosistema está prácticamente incluido dentro de los límites urbano de la ciudad de Arica y cuenta además con un camino asfaltado que lo cruza, facilitando de esta manera, la presencia creciente de visitantes como campistas, bañistas, grupos escolares, pescadores, vehículos y paseos en caballo. Asimismo se realizan actividades clandestinas de extracción de áridos y vertido de escombros, a lo que se agrega el abandono de perros.

Es importante también mencionar que un alto porcentaje de la biota de este humedal se encuentra en delicado estado de conservación.

AÑOS TRAS UN SUEÑO DE PROTECCIÓN

Hace más de una década se comenzaron a dar las primeras señales que reconocen la importancia de este humedal y la necesidad de su protección, es así como en el año 1996 (CONAF), incluye ésta desembocadura y su río, en el Libro rojo de los Sitios Prioritarios para la Conservación de la Diversidad Biológica en Chile y lo clasifica como sitio de prioridad III: De Interés, en su condición de lugar de descanso de aves migratorias. En año el 2003 (CONAMA) forma parte del 10% de los ecosistemas más relevantes del país a proteger dentro de la Estrategia Nacional de Biodiversidad. De esta misma manera en el nuevo plan regulador comunal de Arica (2007), que se encuentra en sus últimas etapas de calificación ambiental, se definen en el sector de la desembocadura del río Lluta, varias zonas de protección ecológica, que impondrán una serie de restricciones de uso de suelo.

A pesar de todas estas acciones, hasta la fecha este humedal no posee ningún tipo de protección legal, más allá de las que rigen para todo el borde costero del país, ni tampoco se encuentra sometida a algún tipo de plan de manejo especial que aseguren su protección y conservación. No obstante, se han realizado algunos intentos en este sentido, como cuando en el año 1998 la Municipalidad de Arica, postuló 171 hectáreas de este humedal para su declaración como "Santuario de la Naturaleza", petición que fue rechazada por el Consejo de Monumentos Nacionales, debido a que los terrenos involucrados eran mayoritariamente privados. Frente a esta negativa, se buscó otra alternativa de protección que pudiera a lo menos proteger una parte de este frágil ecosistema, debido a lo cual, este mismo municipio tomó la decisión de tramitar la concesión de 30,64 hectáreas de terrenos fiscales, con fin de crear la “Reserva Natural Municipal de la Desembocadura del Río Lluta”, superficie que incluye terrenos de playa de mar y las principales lagunas del humedal, donde se concentran además el 70% de las aves registradas y el 90% de las migratorias, y es también el área más impactada por la actividad humana. Esta figura de protección municipal, estará respaldada por una ordenanza, que impedirá una serie de actividades que hoy dañan gravemente el humedal, contando con un plan de manejo que procurará su conservación y recuperación.

Actualmente la municipalidad postula un proyecto de obras e instalaciones al FNDR 2007 por un monto de 71 millones 905 mil pesos, para dotar a esta futura reserva de senderos ecológicos con miradores y gaviones de protección. Infraestructura que se sumará a la ya implementada como los muretes de protección, estacionamientos

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