Breve ensayo sobre un sueño común

Breve ensayo sobre un sueño común.

Por Juan Domínguez Cota

Todo parece real, primero, tu sonrisa, tú voz, tu alegría, luego, tus ojos, tu boca, y tus manos, seguidos por tu abrazo, tan efusivo, caluroso, cariñoso, acogedor. Así, hoy te vuelvo a ver, ha pasado mucho tiempo, te encuentro del mismo modo que te recuerdo, creo que entre nosotros todo sigue inalterado, tal vez, hasta parecería que el trato es mejor que hace tiempo, no hay rencor por los errores cometidos, ni arrepentimientos ni reclamos, nada que perdonar.

Sigo pensando que todo me parece tan real, cuando vislumbro mi parte en la representación, simple narrador, he construido un sueño más donde todo fluye a mi favor; y tal cual, como en los sueños de vuelo, termino cayendo, el vuelo ha sido memorable, toque las nubes y viví entre ellas por un rato; sin embargo no me pertenecen, la magia se termina y comienzo a caer; trato de sostenerme, y me aferro a tu sonrisa, tal y como la recuerdo, y vuelve conmigo, lo primero que te conocí, aquella primer sonrisa , se va conmigo al mundo donde todo es real, me abrazo a ella como tú lo hiciste conmigo, no la suelto, no la olvido; mi esfuerzo es exitoso, mi trabajo rinde frutos, y esa sonrisa, tu sonrisa, está conmigo, vuelve conmigo, me acompaña en mi despertar, he vuelto, aquí, donde todo es real, me acompaña tu sonrisa, hermosa manera de despertar.

Ha pasado tiempo, aquí todo parece muy real, después de todo el esfuerzo, los sueños han cumplido su propósito, he alcanzado un triunfo más, las filosofías hicieron el camino más amable, una meta más que se cumple; porque, al igual que aquel día en que me aferré a tu sonrisa, hoy me aferro al éxito, al triunfo, a mis metas y creencias, a mis objetivos, a mis promesas, a mí mismo. Poco a poco he ido logrando las metas propuestas, empiezo a acercarme al pináculo de mi historia, tengo todo lo anhelado, lo querido y lo deseado.

En este momento, donde todo se ha vuelto tan real y nada me falta; aquel sueño fue anhelo, aquel sueño fue deseo, fue recuerdo, fue otro tiempo, fue una realidad alterna, fue motivo, fue razón, construcción efímera, sujeción momentánea a ideales e ilusiones de perfección, todo esto que hoy permite que el sueño sea vida, el sueño se ha adaptado, nos aferramos al sueño y la realidad fluye a la par, flujo difuso con respecto al primero pero respetándole el sentido, obligado a honrarlo, por orden de aparición.

Ahora, todo es real, lo que un día fue sueño hoy es realidad. Es curioso decir que, en este momento, en este inigualable momento, en este sueño en vida, en este deseo cumplido, en esta realidad inmejorable, la única parte del sueño que no sufrió adaptación o cambio alguno, seas tú, tal cual como aquel sueño te presentó; primero, tu sonrisa, tú voz, tu alegría, luego, tus ojos,

...