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CASO # 3 ALGODÓN AZUL S.A.


Enviado por   •  11 de Abril de 2018  •  Tareas  •  1.735 Palabras (7 Páginas)  •  149 Visitas

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CASO # 3

ALGODÓN AZUL S.A.

A fines de Julio del año 2010, Samir Asiz esperaba pegado a la ventana a que llegara la limusina que habia contratado para que lo llevara al concierto en el Metropolitan Opera House de Nueva York.

Desde su suite en el Ritz-Carlton tenía una excelente vista de Central Park y mientras fumaba su habano, pensaba lo que le diría a su regreso a Lima, al Gerente General del Banco del Oeste quien lo había citado de urgencia para ver el programa de pagos de la deuda que su empresa, Algodón Azul, tenía con el Banco.

Samir, junto con su hermano Jamil eran los dos accionistas de Algodón Azul S.A., de la que eran Presidente y Director Gerente General respectivamente, y junto con su hijo Karim, que trabajaba como Gerente Comercial, conformaban el Directorio de la empresa.

La deuda directa de Algodón Azul con el Banco del Oeste ascendía a aproximadamente US$ 45 millones de dolares, lo que era relativamente manejable para una empresa que llegó a facturar mas de US$100 millones   en el año 2005, pero que era un peso imposible de sostener, para una empresa que estimaba facturar US$ 20 millones al cierre del año 2,010 y que tenía una utilidad operativa negativa.

Algodón Azul fue creada en 1995, a partir de una empresa dedicada a la comercialización de denim (tela para la fabricación de blue jeans), que el padre de Samir y Jamil, había fundado como buen inmigrante árabe alrededor de año 70, cuando llegó al Perú huyendo de la pobreza.

Cuando los hijos heredaron el negocio del padre, vieron que el verdadero negocio no estaba en la comercialización, sino en la fabricación de tela denim, a partir del algodón tipo pajoso que se obtiene en algunas zonas del valle de Chincha.

Y fue precisamente en Chincha, donde decidieron construir la fábrica de tejido plano. Hicieron varios viajes a Europa con el fin de seleccionar la maquinaria tecnológicamente mas avanzada y apropiada a nuestro algodón, y contando con la proverbial habilidad del textilero peruano pudieron desarrollar una industria que llegó a dar trabajo a mas de 1,000 personas, alcanzando el liderazgo en el sector de exportaciones textiles, con sus productos de tejido plano, fundamentalmente denim, del cual se hacían numerosas calidades de acuerdo con los requerimientos de cada uno de los 30 países a los que llegaban los productos.

Luego de sus años de gloria, las ventas habían comenzado a bajar debido, entre otras cosas, a que las necesidades de capital de trabajo se habían estado financiando con deuda de corto plazo, la que era cada vez mas difícil de obtener por lo elevado de la relación deuda-capital de la empresa y la mayor exigencia de los bancos para las calificaciones de los créditos, haciendo que no se pudiera cumplir con la atención puntual de los pedidos de los clientes y el pago oportuno de sus obligaciones con los acreedores.

Si bien operativamente la empresa era rentable, el estilo de vida de los hermanos Asiz era de príncipes, y todo se cargaba de una manera u otra a la empresa, por lo que esta nunca tenía liquidez suficiente.

Sin posibilidad de recibir más crédito de los proveedores y sin poder convencer a sus clientes para hacer adelantos por ventas futuras, ya que su nivel de cumplimiento con las fechas de entrega de los pedidos era muy bajo, los clientes fueron dejando de comprar, y en consecuencia las ventas empezaron a caer.

La estructura de la deuda exigía grandes pagos por intereses cada mes, los que al no poder atenderse, iban a engrosar el capital de la deuda, creando así nuevos intereses.

A su vuelta a Lima, a mediados del mes de Agosto, Samir Asiz se reunió con el Gerente General del Banco del Oeste, quién le dio el siguiente ultimatum: “Samir, tu sabes que te hemos apoyado todos estos años, pero tu deuda sigue creciendo y no vemos como se pueda pagar sin que hagas un aporte de capital fresco por aproximadamente US$ 20 millones. Asi que te damos hasta fin de mes para que hagas el aporte o vamos a ejecutar las garantías, en pocas palabras nos quedaremos con toda la fabrica y todavía quedará saldo de la deuda”.

Samir pensó en sus alternativas: Conseguir un socio? Reducir gastos? Obtener un crédito a largo plazo? Y finalmente: Poner dinero fresco?. Ninguna alternativa le parecía que tenía sentido para salir de la crisis. Finalmente pensaba que lo que había puesto en la fábrica no había sido mucho y lo que tenía guardado fuera del país era bastante, así que perder la fábrica no parecía ser tan doloroso.

Luego de numerosas reuniones con el Banco y los acreedores principales, se acordó lo siguiente:

  • El Banco se quedaría con la fábrica de Chincha y con todos los activos de la empresa, en dación de pago por el 60% de las obligaciones.
  • Jamil se quedaría como Gerente General, ya que era un gran conocedor de las distintas variedades de denim y como fabricarlas
  • Karim se quedaría como gerente Comercial
  • El Directorio sería nombrado por el Banco en su totalidad quién además nombraría al Gerente de Administración y Finanzas que haría las veces de controler.

Naturalmente esto venía de la mano con una complicada ingeniería financiera que permitía restructurar los pasivos de la empresa. Los Asiz perderían su fábrica y el Banco tendría que provisionar una gran parte de la deuda, además de apoyar a la nueva administración con créditos de corto plazo, ya que aún restaban US$ 18 millones por pagar.

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