CONCEPTO CARACTERISTICAS ROL DEL PROFESOR AREA DE INTERVENCIÓN FASES
RitaLiliaTrabajo24 de Noviembre de 2014
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ORIENTACIÓN EDUCATIVA
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
MTRA: ANGELES PACHECO AGUILAR
ALUMNA: RITA LILIA CANSECO REYES
CONCEPTO CARACTERISTICAS ROL DEL PROFESOR AREA DE INTERVENCIÓN FASES
MODELO DE COUNSELING Ayuda al sujeto a comprender la información relativa a sus actitudes e intereses y expectativas vocacionales. 1. Tiene una relación de ayuda personal, directa e individual.
2. Es un modelo diádico en el que intervienen dos agentes básicos: el profesional de la orientación y el orientado. En el contexto educativo, la figura del profesor o de la profesora, que actuaría como un agente intermedio, pasa a un segundo plano.
3. Entre estos dos agentes –orientador y orientado– se establece una relación asimétrica.
El profesional de la orientación es el máximo responsable y dirige el proceso actuando como experto.
4. Responde a un problema que ya ha aparecido, por lo que la intervención tiene un carácter remedial, reactivo y terapéutico.
5. La técnica básica del modelo es la entrevista. Dentro de este enfoque, los profesionales de la orientación tienen la responsabilidad del curso de la intervención y trabajan directamente con el cliente, con lo que el modelo les asigna un importante papel. Las áreas de intervención del counseling se han ido ampliando a lo largo de la evolución
Histórica del modelo. Tradicionalmente, el modelo se ha empleado en la orientación vocacional/profesional, la resolución de problemas concreto del cliente y la Capacitación para percibir con claridad la propia situación y gestionarla, esto último dentro del movimiento de salud mental. A pesar de que no existen unas fases unánimemente establecidas para llevar a cabo la intervención desde el modelo de counseling, los autores coinciden en considerarlas fases siguientes: fase inicial en la que se establece la relación de ayuda, fase de diagnóstico, fase de diseño de la intervención llevada a cabo a través de la entrevista y finalmente evaluación de la intervención y del propio progreso del cliente.
MODELO DE CONSULTA El modelo de consulta surge en cierto modo por la falta de adecuación del counseling para asumir la función orientadora de la educación. A partir de estas y otras definiciones, Hervás Avilés (2006:177), señala once características
básicas del modelo:
01. La consulta es un modelo relacional, pues incluye todas las características dela relación orientadora.
02. Es un modelo que potencia la información y la formación de profesionales y para profesionales.
03. Se basa en una relación simétrica entre personas o profesionales con estatus similares, en la que existe una aceptación y un respeto que favorece un trato desigualdad.
04. Es una relación tríadica en la que intervienen tres tipos de agentes: consultor consultante-cliente.
05. La relación no sólo puede establecerse con personas individuales, sino también con representantes de servicios, recursos y programas.
06. Tiene como objetivo la ayuda a un tercero que puede ser una persona o un grupo.
07. Afronta la relación desde diferentes enfoques: terapéutico, preventivo y de desarrollo.
Con frecuencia suele iniciarse centrándose en un problema (remedial)
para luego afrontar la consulta desde una perspectiva preventiva o de desarrollo
con la intención de mejorar los contextos y las condiciones para que no se produzcan los problemas. Consultor y formador tanto del profesorado como de tutoras y tutores: siempre desde una relación de igualdad profesional en cuanto a estatus y dentro de un estilo de colaboración, el orientador u orientadora debe facilitar al profesorado su
continua adaptación a las demandas de la práctica profesional, tanto en lo que se
refiere a la docencia, entendida ésta en el sentido holístico de la palabra, como de intervención tutorial.
1.-Consultor y formador de padres y madres: en determinadas situaciones las familias necesitan y demandan el asesoramiento del profesional de la orientación para desempeñar el papel de educadores de sus hijos e hijas en un entorno cada vez más complejo y en una sociedad en perpetuo cambio, no exenta de riesgos sobretodo para los más jóvenes.
2.- Consultor de la propia organización educativa y en la comunidad: tanto los orientadores y orientadoras de los equipos de orientación como los que pertenecen a los departamentos de orientación deben contribuir a la coordinación de los distintos servicios y a la organización y funcionamiento de los centros. Por lo que se refiere a las áreas de intervención, simplemente se citan las propuestas por algunos autores ya que serán desarrolladas en el epígrafe dedicado a los distintos
enfoques del modelo de consulta:
• Brown y Brown (1981)
– Centrada en el cliente
– Centrada en el consultante
– Centrada en el programa
– Centrada en la organización/ estructura administrativa
• Bisquerra y Álvarez (1996)
– Campo de la salud mental
– Campo de las organizaciones
– Campo educativo
• Jiménez Gámez y Porras Vallejo (1997)
– Consulta en salud mental
– Consulta conductista
– Consulta organizativo-industrial o de proceso
– Consulta en trabajo social o comunitaria. Sanz Oro (2001) en Hervás Avilés (2006) concreta las fases de la consulta en cuatro
momentos:
1. Fase de entrada, cuyo objeto es realizar el diagnóstico, iniciar una relación de colaboración y evaluar los esfuerzos que hay que realizar. Es importante el establecimiento
de una relación simétrica y no jerárquica entre consultor y consultante, utilizando habilidades como empatía, autenticidad y respeto.
2. Fase de diagnóstico, conceptualizada como proceso continuo y recíproco que supone la obtención de datos y la intervención. En esta fase hay que definir el problema y los factores relacionados con el mismo. La relación entre consultor y consultante es de colaboración en la tarea de obtener: la mayor comprensivita y significado de los datos, una claridad conceptual del problema, la adecuación de las metas establecidas y la efectividad de las intervenciones. Las habilidades requeridas en este momento se relacionan con la empatía, el autodescubrimiento, la confrontación y la inmediatez.
3. Fase de ejecución, en ésta se lleva a cabo el plan establecido en las fases anteriores, desarrollando mecanismos de autorregulación y planificación relacionados con: cómo, cuándo, dónde y qué resultados esperamos obtener.
4. Fase de salida, en la que el
consultor y consultante deben evaluar los efectos globales del proceso de consulta, y reducir paulatinamente la relación tríadica hasta finalizarla, aunque manteniendo una relación cordial que propicie nuevas consultas futuras.
MODELO DE PROGRAMA Acciones sistemáticas, cuidadosamente planificadas, orientadas a unas
metas, como respuesta a las necesidades educativas de los alumnos, padres
y profesores insertos en la realidad de un centro. Rodríguez
Espinar et al.,1993 • Se actúa sobre el contexto con un carácter más preventivo y de desarrollo que terapéutico.
• Los programas se organizan por objetivos a lo largo de un continuo temporal, lo que permite dar cuenta de por qué se actúa de la manera que se está actuando.
• A través de los programas se desarrollan actividades curriculares específicas en virtud de los objetivos programados, estableciéndose un curriculum propio de orientación.
• El programa determina las competencias necesarias para cada uno de sus ejecutores dando así vías para los adecuados programas de formación.
• La evaluación es permanente desde el inicio hasta la finalización del programa. Se lleva a cabo un seguimiento y evaluación de lo realizado.
• La orientación por programas favorece la interrelación curriculum-orientación.
• Es necesaria la implicación y cooperación voluntaria de todos los agentes educativos socio-comunitarios así como la colaboración voluntaria de otros profesionales en el diseño y elaboración del programa.
• Los profesionales de la orientación forman parte, como un miembro más, del equipo que ha de desarrollar los programas de orientación, desempeñando los roles que la situación y el propio programa le requiera.
• La intervención es interna, se sitúa dentro de la institución y forma parte del proceso
educativo.
• Se establece una estructura dinámica que favorece las relaciones entre las experiencias de aprendizaje curricular y su significación personal.
• El modelo de programas hace operativa de forma clara y precisa la participación de todos los agentes educativos.
• Requiere un cambio de actitud en los diferentes agentes de la orientación que deben asumir un mayor protagonismo e implicación para lo que necesitan tanto información como formación. El profesorado debe ser perfectamente consciente de su papel dentro del proceso sin olvidar que el rol de los distintos agentes no viene definido solamente por la necesidad de un trabajo conjunto, sino porque todos los profesionales implicados se sitúan en un plano de igualdad. De esta forma, en el modelo de programas, el profesional de la orientación deja de tener un carácter preeminente para trabajar
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