CORRIENTES PEDAGOGICAS CONTEMPORANEAS
yohana231866 de Mayo de 2014
7.159 Palabras (29 Páginas)404 Visitas
Corrientes pedagógicas contemporáneas
Cerezo, H. (2007). Corrientes pedagógicas contemporáneas. Odiseo, revista electrónica de pedagogía
Durante los últimos años, la escuela y sus principales actores se han visto irremediablemente involucrados en una serie de críticas pedagógicas, sociales, políticas, culturales y administrativas que para beneficio de todos han reorientado la actividad formadora de docentes, estudiantes y padres de familia.
Si bien, hoy nos queda claro que las fallas de la escuela van desde el autoritarismo, el centralismo y la idea obtusa de que su principal función es transmitir conocimientos, preguntas y respuestas correctas, más que asegurar la comprensión y aplicación o uso activo del conocimiento, también es cierto que discretamente ha crecido de modo desmedido una tendencia de los educadores a sobrevalorar el fenómeno del aprendizaje, y ello ha provocado una serie de problemáticas, tanto en la actualización de los recursos docentes, como en la metodología didáctica a implementar en las aulas escolares.
El concepto de aprendizaje se genera desde la raíz del ideal educativo, lo obvio necesita ser reiterado: No puede haber educación sin aprendizaje. Aprendizaje es la condición necesaria, empero tal vez no suficiente, de todo proceso educativo.
Dada la profusa producción pedagógica actual, la conformación y delimitación de las "corrientes pedagógicas contemporáneas", resulta urgente e imprescindible para poder incorporarlas al discurso y practica de los educadores. Tal hecho, permitirá la construcción de un dominio autónomo para la pedagogía, que la dote de un conjunto coherente de planteamientos desde donde se explique en forma sistemática, los procesos de información, enseñanza, aprendizaje y educación.
En este sentido, y siguiendo la tradición socrática que sugiere definir los términos involucrados antes de iniciar cualquier discusión, es necesario establecer las diferencias y límites entre los conceptos de "pensamiento", "corriente", tanto "educativa" como "pedagógica", y de la respectiva aclaración del término "contemporáneo", que funcione como un marco referencial básico no con el propósito de rastrear su desarrollo o de analizar a detalle los principales conceptos del saber pedagógico que ahora nos interesa interpretar y no meramente definir, sino para identificar el o los paradigmas que los sustentan actualmente o que los sustentaron en su momento, es decir tener bien claras las cuestiones esenciales de las corrientes pedagógicas contemporáneas, tales como por ejemplo; ¿cuáles son los fundamentos filosóficos, epistemológicos y psicológicos que las sostienen?, ¿qué tipo de interrelaciones establecen?, ¿por qué apoyarnos en uno u otro ,paradigma?, ¿bajo que criterios un paradigma se considera "tradicional" o “caduco”?, y ¿qué factores han constatado la ineficiencia o caducidad del anterior modelo?.
Ahora bien, con la pretensión de rediseñar las prácticas pedagógicas y la naturaleza del proceso enseñanza - aprendizaje, se han fortalecido enérgicamente varias tendencias contemporáneas del área pedagógica. Estas son consideradas por Contreras y cols, (1996) como: "Los campos, corrientes o discursos que expresan, a nuestro entender, líneas de fuerza en el pensamiento y/o en la práctica educativa" (p. 10). Es decir, Las "corrientes pedagógicas contemporáneas" se refieren a los movimientos y/o teorías que se caracterizan por tener una línea del pensamiento e investigación definida sobre la cual se realizan aportes permanentemente, y que les dan coherencia, solidez y presencia en el tiempo a los discursos que la constituyen. Estas "corrientes" describen, explican, conducen y permiten la comprensión de lo pedagógico ante las exigencias del contexto y pasan a ser referentes que modifican los contextos sociales y pedagógicos de la escuela y las líneas de discurso o de la práctica en que se definen diversas pedagogías.
Estas corrientes constituyen los discursos actuales, aquí y ahora, sobre el problema de la formación del hombre, objeto central de la acción pedagógica. La formación, según la perspectiva de Flórez (1994), "es el proceso de humanización que va caracterizando el desarrollo individual, según las propias posibilidades; la formación es la misión de la educación y de la enseñanza, facilitar la realización personal, cualificar lo que cada uno tiene de humano y personal, potenciarse como ser racional, autónomo y solidario" (p. 108).
Las corrientes pedagógicas contemporáneas responden al reclamo social de una formación que les permita a los sujetos resolver problemas de diferente índole de forma autónoma, esto significa, poder enfrentar la búsqueda de soluciones, encontrar una respuesta y tener algún control sobre ésta, dado que en la mayoría de los casos, los problemas que se presentan implican encontrar respuestas nuevas a preguntas también nuevas. Por ejemplo, en la educación tradicional, las viejas soluciones responden de manera simplista o mecánica a las demandas sociales: a mayor número de solicitudes de ingreso de estudiantes, más instalaciones construidas y, por ende, más burocracia. Con esta lógica se sigue reproduciendo un modelo que ha mostrado su insuficiencia al concebir la enseñanza más para sí misma que para apoyar los requerimientos de formación de la sociedad, en lo general, y de cada una de las personas.
Los paradigmas educativos no han tenido un desarrollo sencillo, de hecho su tránsito entre losactores educativos ha sido en cierto sentido tortuoso por las posturas polares siempre presentesen el campo pedagógico. Por una parte, se encuentran las instituciones escolares, que siguenobservando hacia el pasado y que se erigen como defensoras de las tradiciones, con una manerasegura y aceptada de hacer las cosas, y por otra, surgen precisamente estas corrientesinnovadoras en diversos campos, direcciones y visiones, no obstante las prácticas y lainvestigación educativa no necesariamente avanzan a la par.
Las repercusiones de las corrientes pedagógicas contemporáneas van más allá de loconvencional, quizás su mayor aporte, y a riesgo de cometer una sobresimplificación, la preguntamás importante que han planteado estas tendencias es considerar ¿si la educacióndebe dedicarse a transmitir los saberes científicos establecidos?, o bien ¿debe preocuparse pordesarrollar una nueva forma de concebir y representar el mundo, más allá de la forma en queinicialmente los alumnos lo ven?
Tenemos ahora una nueva cultura pedagógica, un nuevo consenso en torno a la idea superadaen el sentido de una pedagogía de corte burocrático, instrumental, procedimental y meramentetécnico o simplemente didáctico.
Se han abierto otras nuevas formas de pensar referente a lapedagogía. Nos hemos contagiado de postmodernidad y hemos asumido el reto de pensar en lapedagogía desde la pedagogía, La bienvenida de las corrientes pedagógicas contemporáneas hanobtenido acuse de recibido, en tanto no se hace un planteamiento crítico o se fomenta lainvestigación pedagógica autónoma a esta recepción inicial. Las tendencias pedagógicas resultandescontextualizadas de su original marco de referencia o peor aún, reducidas a meroscomponentes didácticos, inventarios decisionales o diseños instruccionales que a toda costa sepretenden aplicar en los campos de enseñanza. En consecuencia con las dificultades anteriores,podemos afirmar que la pedagogía aún no posee un territorio suficientemente diferenciado delas demás ciencias sociales y/o humanas, cuyo objeto es también el hombre cultural, aunque nopuede excluir sus relaciones con el hombre natural.
Ahora bien, respecto a las principales corrientes pedagógicas contemporáneas, iniciemos sudescripción básica y brevemente.
I. El paradigma de “La escuela nueva”
La llamada “Escuela Nueva” fue un movimiento pedagógico heterogéneo iniciado a finales delsiglo XIX. La escuela nueva, llamada también escuela activa, surge como una reacción a laescuela tradicional y a las relaciones sociales que imperaban en la época de ésta. Se constituyeen una verdadera corriente pedagógica, en una propuesta educativa de nuevo perfil, quizáscuando al finalizar la primera guerra mundial, la educación fue nuevamente consideradaesperanza de paz. Pese a que sus orígenes son más remotos, el movimiento encontró su mayorauge en tiempos bélicos, por lo que su ánimo renovador de la enseñanza es característico,además de fundamentar gran parte de sus planteamientos en la psicología del desarrollo infantil.
Para algunos estudiosos llegó a ser como una revolución copernicana en la educación. En laopinión de Ferriere (1982) los pedagogos de la escuela nueva fueron poseídos por un ardientedeseo de paz y volvieron a ver en la educación el medio más idóneo para fomentar lacomprensión entre los hombres y entre las naciones, la solidaridad humana; desarrollar el amorfraternal sin importar diferencias de nacionalidad, de tipo étnico o cultural; que el impulso devida se impusiera por fin sobre el instinto de muerte; que se pudieran resolver de manerapacífica los conflictos entre las naciones y entre los grupos sociales. De esta manera, la nuevaeducación tendría que ser capaz de formar a los individuos para la paz, la comprensión y lasolidaridad.
Según el movimiento de la Escuela Nueva era importante denunciar y modificar los vicios de laeducación tradicional: pasividad, intelectualismo, magistrocentrismo, superficialidad,enciclopedismo, verbalismo con el propósito de definir un nuevo rol a los diferentes participantesdel proceso educativo. Así pues, tenemos
...