CRISIS DE GOBERNABILIDAD EN COLOMBIA
carmina1210 de Junio de 2014
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CRISIS DE GOBERNABILIDAD EN COLOMBIA
"La gobernabilidad del país no puede depender de
grupos a los que el país no les importa."
Fernando Savater
INTRODUCCIÓN
La gobernabilidad entendida como la capacidad del sistema político de generar políticas públicas que respondan las necesidades de la población, se caracteriza por la eficiencia, legitimidad y estabilidad del sistema político.
En la medida en que un gobierno responda a las demandas sociales así será el nivel de gobernabilidad, por tanto tenemos una crisis de gobernabilidad, cuando hay un desequilibrio entre las necesidades sociales y la respuesta del estado. Los problemas en el déficit de gobernabilidad surgen en cuatro zonas: el mantenimiento del orden y la ley, la capacidad del gobierno para desarrollar una gestión eficaz de la economía, la capacidad del gobierno para promover el bienestar social y el control del orden político y la estabilidad institucional. Partiendo de estas áreas podemos analizar la situación de gobernabilidad de Colombia.
El objetivo del presente trabajo es mostrar que a pesar de que a finales de los años ochenta, el estado colombiano intenta remediar problemas de ineficiencias, descentralización y legitimidad política mediante reformas, tales como la elección de alcaldes en 1988 y la constitución del 1991, existen aun problemas de gobernabilidad, tal como lo indica el bajo desempeño de Colombia en materia de gobernabilidad, según el Indicador mundial de gobernabilidad realizado por el Banco Mundial.
En el ensayo se aborda la crisis desde aspectos tales como: la poca confianza de los colombianos hacia las instituciones, la escasa representación de los grupos de elite de los intereses sociales, la corrupción, el narcotráfico y la incidencia de los grupos armados ilegales en la vida social y política, y finalmente la alta demanda social y poca capacidad de respuesta del gobierno.
GOBERNABILIDAD
La gobernabilidad o buen gobierno, es “la capacidad del sistema político para ejecutar políticas públicas, dirigidas a la realización de un proyecto, que permita la satisfacción de las necesidades fundamentales de la mayoría de la población; asegure la estabilidad del orden político democrático y permita una acción eficiente y eficaz” . A partir de esto podemos decir que esta no recae exclusivamente en el gobierno, depende de la relación en doble vía de gobierno y sociedad. Hablar de gobernabilidad es hablar de las instituciones, por tanto gobierno, partidos políticos, ciudadanos, organizaciones sociales, económicas y políticas, deben aunar esfuerzos para mantener un nivel adecuado de gobernabilidad.
En el ejercicio de la gobernabilidad aparecen tres características:
1. La eficacia/eficiencia, en el ejercicio del poder se entiende como la capacidad del gobierno de alcanzar objetivos al menor costo posible.
2. La legitimidad se entiende como la capacidad de lograr la obediencia sin recurrir a la coacción, la cual puede ser formal, que resulta en las urnas, o sustantiva, resulta en la opinión pública, es la aprobación a los procesos y estructuras de dominación política, así como a la distribución de recursos, la confianza que los ciudadanos tienen hacia las instituciones.
3. Un sistema político será más gobernable en la medida en que sea capaz de durar en el tiempo, la estabilidad en el sistema se logra teniendo mayor flexibilidad ante el cambio de la realidad.
En la medida en que las demandas sociales sean resultas así será el grado de gobernabilidad, Camou (1995) distingue cinco niveles de gobernabilidad:
• Gobernabilidad ideal: Este modelo de gobernabilidad conlleva a una sociedad sin conflictos, ya que hay un equilibrio puntual entre respuestas y demandas
• Gobernabilidad normal: Existe un equilibrio dinámico entre las demandas y respuestas, las diferencias son aceptadas e integradas en la relación gobierno-sociedad
• Déficit de gobernabilidad: Desequilibrio entre demanda y respuesta que es percibido por actores políticamente organizados y amenazan la relación de gobierno.
• Crisis de gobernabilidad: Baja capacidad a las respuestas de demandas, las cuales son intolerables
• Ingobernabilidad: Disolución de la relación de gobierno
Lo anterior nos permite hablar de crisis de gobernabilidad en Colombia, a la luz de Camou, ya que según este autor, la gobernabilidad ideal y la ingobernabilidad son extremos hipotéticos. Para Camou los niveles de gobernabilidad que requieren mayor análisis son el déficit y crisis de gobernabilidad, cuyos problemas se originan en zonas comunes de acción de los sistemas políticos, tales como: el mantenimiento del orden y la ley, la capacidad del gobierno para desarrollar una gestión eficaz de la economía, la capacidad del gobierno para promover el bienestar social y el control del orden político y la estabilidad institucional. Estas cuatro zonas nos facilitan realizar una fotografía de las condiciones de gobernabilidad de un país.
Para analizar la crisis de gobernabilidad en países tercermundistas y en especial en Colombia, se presta especial interés a las afirmaciones de Alcántara (1995):
Se dan condiciones políticas especiales que realzan el significado de las variables políticas para entender las recurrentes crisis de gobernabilidad. De esta suerte, pueden asumirse como tales: la calidad del liderazgo y las preferencias de éste, la ideología prevaleciente, el grado de armonía interélites, el diseño de las instituciones políticas dominantes como el sistema de partidos y las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo¡ y el peculiar papel del Estado como responsable primordial del desarrollo socioeconómico (Kohli, 1990: 29). A todas ellas cabría añadir el grado de corrupción, no únicamente patrimonio de los países en vía de desarrollo pero sí con una mayor capacidad de impacto, que el sistema puede llegar a aceptar como consecuencia de su gravitación en el descontento social. (p.37).
Si bien en Colombia se han logrado reformas, tales como la elección de alcaldes en 1988 y la constitución del 1991, para que las condiciones políticas anteriormente mencionadas se armonicen, no es menor cierto que a pesar de tales reformas, la crisis persiste y muestra de esto es el bajo resultado obtenido por Colombia en el Índice de gobernabilidad construido por el Banco Mundial:
Tomado: Las calificaciones internacionales y sus implicaciones para Colombia, Universidad del Rosario
CRISIS GOBERNABILIDAD EN COLOMBIA
A partir de la constitución del año 1991, el país entró en una nueva etapa de orden jurídico, económico, político y social, que orientaba al país hacia el desarrollo económico y social, y la expansión y consolidación de la democracia, a través del reconocimientos de nuevos derechos y mecanismos de participación ciudadana, y la consolidación del proceso de descentralización, y la autonomía de los entes territoriales que permitiera un nuevo modelo de gobernabilidad en la Nación.
A mediados de la década del 90 del siglo pasado, se genera en el país una pérdida de legitimidad y credibilidad en las instituciones del estado, llegando incluso a entidades privadas, las cuales fueron penetradas por la corrupción administrativa, las mafias del narcotráfico, incluso por grupos ilegales, entre los que se encuentran los llamados grupos paramilitares.
“En el aspecto político, de los colombianos, predomina la idea de que la política y los políticos atentan contra el desarrollo social de las comunidades y perjudican notablemente a la sociedad pues se dedican exclusivamente a buscar su enriquecimiento individual y su permanencia en el poder. Esta percepción se ha afianzado por la crisis de representación y de los partidos políticos tradicionales que se inició en décadas pasadas” .
En los años noventa los escándalos por la penetración de dineros e intereses de narcotraficantes en las campañas políticas (presidencial y otras), profundizaron aún más la deslegitimación del régimen político y sus representantes.
Posteriormente, el rechazo generalizado al siguiente gobierno conservador,(Andrés Pastrana), y particularmente a la desmilitarización de El Caguán y a las negociaciones con las FARC, acabó por extender la frustración que los colombianos sentían acerca de los partidos tradicionales, las maquinarias políticas y las instituciones corruptas e ineficientes.
Además, del problema del conflicto armado, los colombianos consideraban —y consideran— que los males de la nación se deben en gran parte a la incompetencia de sus líderes y representantes, junto a la corrupción y politiquería que invaden las agencias estatales, el Congreso y la actividad política en general.
Por un lado, el fracaso del proceso de paz del anterior presidente Andrés Pastrana, con las FARC, debido en buena parte a los abusos presentados en torno a la zona desmilitarizada concedida para ese fin, y la agudización del conflicto interno, hicieron que la guerrilla se desacreditara como actor político. Esto llevó a la gente a preferir una solución militar del conflicto en vez de una salida negociada. A esto correspondía también un cambio de percepción de la opinión pública nacional frente a la lucha armada: la expansión de la actividad de la guerrilla hacia zonas más centrales e integradas del país, que llegó a afectar los alrededores de las ciudades más grandes y las vías de comunicación entre ellas, produjo como respuesta la organización
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