CUIDADOS DE ENFERMERIA
JESSICA84895 de Mayo de 2014
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CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN PACIENTES CON PROBLEMAS HEMATOLÓGICOS
Las enfermedades que afectan a la sangre, a los órganos hematopoyéticos o a ambos durante la infancia constituyen un conjunto muy amplio. Dado que la sangre es un líquido con múltiple funciones, implicado en la fisiología de numerosos órganos y tejidos, sus cambios primarios o secundarios afectan a las funciones básicas y estructurales. Entre las enfermedades hematológicas o inmunológicas infantiles se incluyen las anemias, las alteraciones de las hemostasias, las neoplasias y las inmunodeficiencias.
ANEMIA:
Las enfermedades hematológicas más frecuentes son aquellas que de alguna forma alteran la función o la producción de los eritrocitos o hematíes. En sentido amplio, todos los trastornos producen anemia, aunque las causas que justifiquen la reducción del volumen eritrocitario o la producción de la hemoglobina varían mucho.
La anemia hace referencia a un trastorno en el que el número de eritrocitos, la concentración de hemoglobina o ambos se sitúan por debajo de los valores normales. Debido a esta disminución, disminuye también la capacidad de transporte de oxigeno de la sangre, lo que reduce el aporte tisular del mismo. La anemia es el trastorno hematológico más frecuente durante la lactancia y la infancia y no constituye en si misma una manifestación de otro proceso patológico subyacente
Clasificación
Las anemias se clasifican según:
1. Su etiología o fisiología, que se manifiesta en la depleción de eritrocitos, de hemoglobina o de ambos y
2. Su morfología, es decir, los cambios característicos en el tamaño, la forma, el color o todo ello de los hematíes. A pesar de que la clasificación morfológica resulta más útil en cuanto a valoración de laboratorio, la clasificación etiológica proporciona indicaciones claras que permiten planificas los cuidados de enfermería. Por ejemplo, un caso de anemia con disminución de la concentración de hemoglobina puede deberse a una ingesta insuficiente de hierro, por lo que la principal medida terapéutica consiste en replecionar las reservas orgánicas del mismo.
Consecuencias de la anemia
El efecto fisiológica básico producido por la anemia es la disminución de la capacidad transportadora de oxigeno de la sangre y del aporte tisular del mismo. Esta reducción de la capacidad de transporte se asocia con un aumento compensatorio de la frecuencia y el gasto cardiaco.
La anemia puede tener repercusiones importantes sobre el sistema circulatorio. Debido a que la viscosidad de la sangre depende casi totalmente de la concentración de hematíes, la hemodilución debida a la anemia severa disminuye la resistencia periférica, lo que incremente la cantidad de sangre que regresa al corazón en cada latido. El aumento de volumen y las turbulencias que se producen en el interior del corazón pueden producir un soplo. Puesto que el trabajo cardiaco aumenta de forma considerable (en especial durante el ejercicio, las infecciones o el estrés emocional) puede producirse una insuficiencia cardiaca.
Los niños al parecer, tienen la capacidad de conservar una función bastante normal, pese a la disminución de los niveles de hemoglobina. De forma típica, la cianosis (debida a la cantidad de hemoglobina desoxigenada presente en la sangre arterial) no resulta evidente. El retraso del crecimiento, debido a la disminución del metabolismo celular y a la anorexia, resulta un hallazgo frecuente en la anemia crónica grave y se acompaña con frecuencia de un retraso en la maduración sexual del niño mayor.
EVALUACIÓN DIAGNOSTICA
El diagnostico de anemia depende en gran medida de su causa. En general, pude sospecharse a partir de los hallazgos de la anamnesis y la exploración física. La mayoría de las manifestaciones clínicas de la anemia se atribuyen directamente a hipoxia tisular.
Salvo que la anemia sea grave, su primera manifestación debe consiste en la alteración de las pruebas de laboratorio. Se emplean diversas pruebas para valorar los cambios morfológicos y cuantitativos que se observan en la anemia.
Hay otras pruebas específicas para cada tipo concreto de anemia con el fin de determinar la causa subyacente. Estas se analizan en relación con cada enfermedad.
TRATAMIENTO
El objeto del tratamiento médico es controlar la anemia tratando la causa subyacente y corregir las deficiencias de sangre, componentes sanguíneos o sustancias necesarias para el funcionamiento normal de la sangre. Por ejemplo; en las anemias nutricionales se trata el déficit específico.
En los casos de anemia grave, los cuidados de mantenimiento pueden iniciar oxigenoterapia, reposos en cama y repleción del volumen extravascular con líquidos por vía intravenosas.
CONSIDERACIONES DE ENFERMERIA
Dado que la anemia no constituye una enfermedades, sino un síntoma de algún otro problema subyacente, los cuidados de enfermería se dirigen a determinar su causa, plantear tratamientos etiológicos y de mantenimiento adecuados y disminuir las necesidades tisulares de oxigeno.
VALORACION
La valoración de la anemia incluye las técnicas básicas aplicables a cualquier otro trastorno. La edad del paciente proporciona algunos datos sobre la posible etiología de la anemia. Por ejemplo, la anemia por falta de hierro se produce con mayor frecuencia en lactantes de edades comprendidas entre los 6 y 24 meses y durante el brote de la adolescencia.
Las características raciales o étnicas son significativas: por ejemplo, las anemias debidas a hemoglobinas anormales se ven en sujetos de raza negra, en los oriundos del sureste asiático y en personas de origen mediterráneo. Ciertos grupos étnicos (negros y chinos) resultan genéticamente deficitarios en lactasa después del periodo de la lactancia y no son capaces de tolerar la lactosa en su dieta, por lo que sufren irritación intestinal y perdida hemática crónica.
Es muy importante la elaboración de un historial cuidadoso para obtener información que ayude a identificar la causa de la anemia. Por ejemplo, comentarios como “el niño bebe mucha leche” son frecuentes entre los padres de niños con anemia por falta de hierro. Un episodio de diarrea puede haber precipitado una intolerancia transitoria a la lactosa en el lactante.
El examen de heces para detectar sangre oculta (prueba del guayaco) con frecuencia contribuye a identificar la hemorragia intestinal crónica debido a una deficiencia primaria o secundaria de lactosa. También resulta importante comprender el significado de las diversas pruebas hematológicas. La pérdida hemática debida a hemorragia puede manifestarse en forma de choque.
CUIDADOS DE ENFERMERIA
La atención de enfermería de un lactante o un niño con anemia puede implicar diversas actividades. Una de las más importantes consiste en instituir al paciente sobre el proceso de diagnostico consiste en instruir al paciente sobre el proceso de diagnósticos y el tratamiento nutricional cuando está indicado. Otras incluyen la administración de medicamentos, así como de sangre y sus derivados hemáticos (en general, concentrados de hematíes)
Preparar al niño y a su familia para las pruebas de laboratorio.
Con frecuencia se ordena la realización de una batería de pruebas hematológicas, y puesto que se llevan a cabo de forma secuencial en lugar de simultánea, el niño sufre múltiples pinchazos cutáneos y venopunciones.
Disminuir las necesidades tisulares de oxigeno
Puesto que el trastorno fundamental en la anemia consiste en una disminución de la capacidad transportadora de oxigeno, resulta una importante responsabilidad del personal de enfermería valorar el nivel de energía del niño y reducir al mínimo los aumentos de la demanda energética. Se debe valorar el nivel de tolerancia del niño para las actividades de la vida diaria y el juego y realizar los ajustes oportunos para permitirle la máxima autonomía en las tareas del autocuidado sin cansancio excesivo. Durante los periodos de descanso, la enfermera registrara los signos vitales y observara el comportamiento del paciente para establecer una situación basal de gasto energético en reposo. Durante los periodos de actividad se repetirán estas determinaciones y observaciones para compararlas con valores en reposo.
Los niños con anemia son propensos a las infecciones debido a que la hipoxia tisular produce disfunción celular y la alteración de los procesos metabólicos debilita las defensas del huésped frente a elementos externo. A su vez las infecciones, empeoran la anemia incrementando las necesidades metabólicas y, en casos de infección crónica, interfieren también con la eritropoyesis al mismo tiempo que acortan el periodo de supervivencia de los hematíes. En consecuencia se tomaran todas las precauciones habituales para prevenir infecciones como practicar el lavado de manos de manera exhaustiva, seleccionar adecuadamente una habitación en una zona no infecciosa, restringir el contacto con las visitas o el personal hospitalario que padezca alguna infección activa y mantener un grado de nutrición adecuada. La enfermera debe observar también la presencia de signos de infección, especialmente las elevaciones de temperatura y la leucocitosis. Sin embargo, en la anemia a veces se produce una elevación del recuento de leucocitos sin presencia simultánea de infección local o sistémica.
Prevenir las complicaciones.
Los niños cuya anemia es tan grave que exige hospitalización a veces precisan oxigeno para prevenir o reducir la hipoxia tisular. Puesto que estos niños son muy vulnerables a las infecciones, no se deben escatimar los esfuerzos para prevenir
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