Capital intelectual.Los activos intangibles

Capital intelectual

Los activos intangibles siempre han estado presentes en las organizaciones, el tema de su valuación y su contribución al beneficio de la empresa es relativamente nuevo en la administración de tecnología y disciplinas relacionadas. Para dar una idea del concepto, si tratamos de valuar una empresa, lo más evidente son los activos tangibles de la empresa (terrenos, edificios, maquinaria y equipo mobiliario etc.) es decir, los fierros, éstos determinan su valor en libros. Pero faltaría valuar los conocimientos humanos, el saber hacer, las competencias del personal, la propiedad intelectual, las relaciones con los clientes y los conocimientos sobre el comportamiento del mercado, los cuales son algunos ejemplos de activos intangibles y que (sumados al valor en libros) determinan el valor de mercado, es decir lo que se está dispuesto a pagar por la empresa.

El interés sobre el tema de los activos intangibles aumenta en la medida en que se desarrolla la nueva economía basada en tecnología de la información, de servicios y crecen las empresas basadas en el conocimiento. A nivel de la empresa el sistema contable es insuficiente, el cual sólo mide los activos tangibles y reporta resultados de actuación histórica, dejando de lado el enfoque para la cuantificación de administración de los activos intangibles y generar una visión potencial de ingresos para la empresa.

A principios de la década de 1990 se desarrolló un concepto sumamente novedoso en el área contable y financiero que causó un gran impacto dentro de las corporaciones debido a su falta de medición y tangibilidad, las cuales son muy importantes para mejorar la rentabilidad de las industrias de servicios o manufactureras y para tomar mejorar decisiones. Este activo intangible es llamado comúnmente “Capital Intelectual”, definido como el conjunto de conocimientos, experiencias aplicadas, tecnologías organizacionales, reacciones con clientes y destrezas profesionales que dan a la empresa una ventaja competitiva en el mercado.

Las personas más sobresalientes y propulsoras en el estudio de dicha materia son Leif Edvisson (1995), de la compañía escandinava de Seguros y Servicios Financieros de Suecia t Gordon Petrash de Dow Chemical, cuyo cargo es director mundial de Gestión de Activos Intelectuales, Incluso muchas empresas se han impacientado tanto con esta situación, que están creando su propia contabilidad interna de conocimientos y capitales intelectuales.

Algunas de ellas son Netscafé, Microsoft, Aerolíneas Southwest, Nestlé, Grupo Posadas, ADL, por mencionar sólo algunas. Todas ellas preocupadas porque los reportes financieros se están mostrando cada vez más estáticos e incapaces de mostrar la realidad de las empresas. Esto se debe a que el valor agregado de una compañía ya no lo otorga “la tecnología de las maquinarias”, o activos tangibles sino la preparación intelectual de todos y cada uno de los integrantes de la empresa. De esta manera se deduce la transformación de la era financiera a la era que actualmente se conoce como de “información y del Conocimiento”.

Debido a ello, en 1991 el Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados (AICPA), organizó un comité especial de informes financieros para estudiar el porqué de los sistemas contables tradicionales ya no son aptos para esta nueva economía, sin embargo en nuestro país aún no se tiene un adecuado conocimiento de este activo intangible.

Por consiguiente, se pretende dar un enfoque más profundo al concepto de Capital Intelectual, como parte de los activos intangibles y su valuación, lo cual es de suma importancia ya que al tener un control de estos temas las organizaciones podrán tomar “mejores decisiones”, aumentarán su productividad, rentabilidad y competencia. Nuestro interés está basado principalmente en que la mayoría de empresas peruanas no lo consideran, debido a la poca importancia de los organismos contables financieros y, a los problemas educativos-técnicos, ya que los profesionales no se encuentran actualizados, así como a la escasa difusión de información sobre este tema.

Si se tomara este rubro en la contabilidad se podría conocer la posición en el mercado, la lealtad de la clientela, la calidad de los productos a través de indicadores, el conocimiento necesario para cada empleado en las diferencias áreas existentes, su habilidad y requerimientos, por mencionar sólo algunos aspectos. Por medio de ello, la mayoría de los gerentes se podrían percatar de este tipo de recurso humano que se necesitaría en una organización y hasta cuales reemplazar, dando mayor importancia a la capacitación. No hay que olvidar que en una economía global, el conocimiento puede ser la mayor ventaja competitiva de una empresa.

Actualmente la profesión contable sólo se basa en información histórica que refleja la parte tangible de la compañía, dejando de lado los aspectos intangibles debido a la falta de medición, presentado una valoración falsa de medición, presentando una valoración falsa de la entidad, como si tuviéramos errores de suma. Esto ha provocado que el ambiente de negocios sea más complejo, adaptando sofisticados instrumentos financieros como el “Navegador de Skandia”, que es una herramienta capaz de medir las partidas intangibles, para responder a las necesidades de información que no ha sido cubierta por los estados financieros tradicionales. Cabe señalar, que el navegador no es el único modelo que puede medir el capital intelectual, existen otros como el “balance Business Scorecard” (Kaplan y Norton – 1992), Canadian Imperial Bank, entre otros. Sin embargo, el Navegador de Skandia es el único capaz de mostrar el capital intelectual en forma que los investigadores de este tema formulación.

De ahí la importancia de poder medir a través de ciertos indicadores que nos permiten conocer el buen o mal funcionamiento de la entidad, e incluso por medio de ello se les podrá reconocer a todos aquellos empleados destacados con recompensas monetarias, estarán más contentos y la rotación del personal disminuirá. Todas aquellas empresas que no logren tomar en cuenta el Capital Intelectual de su organización, se quedaran obsoletos y serán poco competitivas.

Por último, cabe destacar que la clave del éxito para las empresas no es tener una superioridad financiera, puesto que esta se puede conseguir con más facilidad debido a los diferentes tipos de financiamientos de existen hoy en día, su preocupación actual es la capacidad de saber innovar ante los cambios globales. Esto puede lograrse mediante el talento de los profesionales, pues sus ideas conseguirán que dichos problemas desaparezcan, debido a su experiencia. Se puede decir que el talento (Capital Intelectual) ha desplazado al Capital Contable

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