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Capítulos I, II y III De Ética Para Amador Autor


Enviado por   •  6 de Febrero de 2016  •  Documentos de Investigación  •  1.828 Palabras (8 Páginas)  •  374 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA

EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA

“ANTONIO RICAURTE”

Capítulos I, II y III De Ética Para Amador

Autor:.

                                                                                                           

La Victoria, Junio de 2014


Resumen De Los Capítulos I, II y III

El autor mediante su libro presenta un monólogo dirigido hacia su hijo adolescente, Amador, mediante el cual en el capítulo I nos pretende enseñar que ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos.

Nos pretende enseñar lo que es principal en esta vida, las cosas que son imprescindibles para poder vivir de una forma normal. Nos habla que ciertas cosas nos convienen y otras no. Y él se refiere a ciertas cosas que no nos convienen si queremos seguir viviendo. Saber lo que nos conviene es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es decir, un conocimiento que todos intentamos adquirir. También nos habla que hay algunas cosas que pareciéndonos buenas pueden ser muy perjudiciales para nosotros.

Los hombres tenemos diferentes formas de pensar y por lo tanto el criterio de lo bueno y lo malo no puede nunca llegar a ser el mismo para todo el mundo. Nos pone varios ejemplos de la libertad de los hombres.

Dentro de todo también explica que “se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir”. Una verdad empírica pero muy cierta en la vida real. Entre las cosas que ilustra como perjudiciales está la mentira, el no saber vivir, la indecisión y la ignorancia.

Sin embargo, enseña que uno escoge su modo de vida, ilustrándolo con dos ejemplos, el de las termitas y el de Héctor, de la Ilíada. Por un lado, mucha gente toma la actitud de las termitas, cumple su deber así implique conductas perjudiciales y hasta suicidas, pero lo hacen por instinto, sin razonar. O se puede tomar la actitud de Héctor, quien teniendo en su mano no enfrentarse a Aquiles, escogió su sacrificio porque luchaba por sus valores, por lo que consideró correcto.

Somos los únicos seres vivos capaces de escoger lo que nos conviene o lo que no, podemos inventar y vivir nuestro destino o solo ser seres pasivos que pasan por la vida pero que no saben vivir.

El hombre a diferencia de los animales es un ser racional al que se le da la opción de elegir y por lo tanto de equivocarse. Un animal tiene una vida programada por la naturaleza, y no tiene más remedio que cumplirla. En cambio los hombres nacemos libres, tenemos una vida por delante que debemos construir nosotros mismos. También es verdad que el medio en el que nos desarrollamos tiene mucha influencia en nuestra vida y en lo que consideramos bueno y malo.

“Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir, sin excepción,  por la cuenta que nos trae.”

En esto se resume la libertad. Libertad de escoger nuestro camino, asumir nuestras consecuencias, transformar las circunstancias negativas a nuestro favor.

Pero,  todo dependerá de cómo miremos la situación, de allí a que podamos elegir lo que nos sucede y hacerle frente a los que se nos presenta.

Hacemos lo que queremos según nuestra conveniencia, como a la hora de tomar una decisión debemos ver las causas y efectos, si son positivos o negativos, todo dependerá del acontecimiento que estemos viviendo, como el ejemplo del capitán de un barco que estaba en medio de una tormenta, el cual tiene que tomar una decisión importante para salvar el barco con la tripulación y la carga o elegir salvar uno de los dos.

 Aunque hay cosas en la vida que hacemos sin pesar, como el levantarnos por las mañanas cuando suena el despertador, aunque queramos dormir un poco más, nos levantamos, al igual que hacer las actividades rutinarias del día, estas acciones las hacemos prácticamente sin meditarlas.

En este caso diremos que los motivos son la razón que tenemos para realizar una actividad, como cuando se nos indica a realizar alguna tarea a eso lo llamaríamos motivos, cuando lo hacemos como rutina esto sería hacerlo por costumbre. En el ejemplo que se indica de patear la lata sin ningún motivo aparente, se podría llamar capricho.

Y Con esto podemos examinar los tres primeros tipos de motivos:

El primero los caprichos: como el levantarnos a diario y prepararnos para ir al colegio, el segundo las ordenes: las hacemos por mostrar subordinación ante alguien superior o lo hacemos para obtener un bien o recompensa y el tercero las costumbres: las realizamos tal vez por el que dirán o tal vez por seguir una moda o tradición.

 De esta manera podemos decir que las ordenes y costumbres tienen mucho en común, el hacer las cosas porque se nos ordena o por tradición. Mientras que los caprichos lo hacemos espontáneamente y viene del interior de nosotros mismos sin que alguien no los mande.

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