"Cerillo", trabajador o voluntario

"Cerillo", trabajador o voluntario

Por: Luz del Carmen Abascal y Paola Villela

En el Distrito Federal, alrededor de 7 mil jóvenes empacadores ("cerillos") conforman el grupo más numeroso de menores trabajadores en la ciudad de México y sus ingresos son de los más altos y regulares del conjunto de los niños trabajadores urbano marginales.

Habitualmente, cuando llegamos a una tienda de autoservicio, tomamos un carrito, metemos en él lo que necesitamos y nos acercamos a una caja para pagarlo. Casi nunca nos fijamos en el jovencito que nos hizo el favor de empacar nuestras cosas. A veces les damos un peso y en la mayoría de las ocasiones no les decimos ni siquiera "gracias" o "que tengas un buen día"…

Esta situación la viven a diario alrededor de 7 mil "cerillos" quienes, si bien tienen buenos ingresos, necesitan algo más que el dinero para realizarse como seres humanos: la calidez humana. Quieren sentirse personas y a veces los tratamos como si fueran esclavos, como si les hiciéramos un favor al darles un peso.

Según cálculos realizados por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), el ingreso diario promedio de los jóvenes empacadores oscila entre dos y tres salarios mínimos.

"Depende del día, pero si te pones vivo te andas ganando unos 150 pesos", comentó Francisco Fuentes Ortega de 14 años, empacador de Wal Mart Universidad.

Mientras hablaba con Alan Alberto Huerta García de 18 años, se acercó a mí una supervisora de Wal Mart Universidad. Le expliqué la razón por la cual estaba ahí e incluso le mostré mi gafete de prensa. Fue inútil, no me permitieron hablar ni con el gerente ni con los empacadores. ¿Por qué me negaron el acceso a estas fuentes?

Platicando con los "cerillos", descubrimos que no firman un contrato de trabajo ni un salario mínimo o prestaciones. "Al no reconocer una relación laboral con los pequeños empacadores, los grandes almacenes se mantienen fuera de toda obligación legal para con estos trabajadores, quedan exentos entonces de retribuirles un salario y de garantizarles prestaciones como la seguridad social, primas vacacionales y días de descanso", afirmó Guadalupe García Noriega, diputada del Partido Verde Ecologista de México en la Asamblea Legislativa del DF.

En consecuencia, el gobierno del DF firmó con la ANTAD un convenio para mejorar las condiciones laborales de los "cerillos". Dicho convenio incluye atención de riesgos de salud, prohíbe trabajar más de 6 horas diarias o más allá de las 22 horas y prohíbe la asignación de tareas distintas al empacado. Además, en el caso del DF, se les proporciona a los empacadores atención médica en el sistema local de salud.

Según el convenio de protección a menores empacadores realizado en 1999, los "cerillos" deben tener entre 14 y 16 años. Sin embargo, es común encontrar "cerillos" de entre 13 y 20 años trabajando en las grandes tiendas de autoservicio como Wal Mart, Gigante y Mega Comercial. Además, recientemente se creó un programa en tiendas como Gigante, para permitirles a las personas de la tercera edad trabajar como empacadores y contribuir con la sociedad.

El 38% del total de menores trabajadores en la ciudad de México corresponde a los "cerillos". Se trata del grupo de menores trabajadores más numeroso tanto en la ciudad como en el resto del país. Los "cerillos" no solamente deben trabajar empacando, sino que además tienen la obligación de estudiar y de mantener cierto promedio para conservar su trabajo.

"En febrero entro al bachillerato, me

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