Chiste Político En Venezuela

Introducción

El venezolano posee una característica muy simpática que, de alguna manera nos diferencia de los demás países, el humor, la jocosidad, la burla, es parte fundamental de nuestra personalidad, y en un país donde nos encontramos día a día frente a diversos problemas que nos aquejan y preocupan el chiste parece la mejor salida y el mejor desahogo para no volvernos locos.

Si bien es cierto que el humor no nos abandona, tenemos que saber que este traspasa la simpleza, puesto que el humor no es el mero acto de hacer reír a los demás, es realmente un proceso intelectual que no todos son capaces de elaborar. Pero Venezuela cuenta con un amplio grupo de humoristas que respaldan y traspasan lo banal. A pesar de emitir carcajadas cuando se les escucha, por dentro nos carcome el sentido de reflexión, nos hace pensar más allá, nos hace conocer la realidad, nuestra cruda realidad política.

Normalmente vemos como los humoristas no se guardan nada, y es lo que más gusta de ellos. Sin embargo el Gobierno ha buscado y sigue buscando la manera de callar no solo los medios de comunicación, sino también a los humoristas políticos, y como dijo el periodista Nolberto Maza “bastante tonto tenerle miedo a un humorista”. De igual manera esto no los ha detenido puesto que vemos victimas como Luis Chataing, Roberto Weil o Rayma quienes han sufrido las consecuencias de la censura.

Sin embargo, el siempre oportuno internet, de la mano con la tecnología, ha logrado de alguna manera respaldar ese tirro en la boca, las redes sociales como youtube, twitter, Facebook, Instagram, entre otras, son la nueva ventana de comunicación que se mantiene en pie frente a los constantes atropellos del Gobierno.

“El humor del venezolano se caracteriza en poner al mal tiempo buena cara y en salir del apuro ante cualquier adversidad para aliviar una situación tensa y triste”

Manuel Graterol Santande

El humor político es definido dentro del contexto sociológico como una especie de control social. Se diferencia del chiste y burla política, que sólo buscan ridiculizar a un personaje y hacer reír, en que además de hacer sonreír a las personas las hace pensar y reflexionar. Entre sus características se encuentran la inteligencia, el ingenio, la creatividad, que siempre está dentro del contexto y que relata la realidad.

Asimismo el humor político no es una propuesta de entretenimiento, sino una manera de narrar el drama que se vive a diario y tiene como objetivo principal denunciar una situación determinada. Ha cumplido un papel significativo en las sociedades donde se ha percibido la ausencia de la libertad de expresión o donde ésta ha sido perseguida.

Igualmente la caricatura es un medio de difusión de información y opinión en temas diversos de actualidad. Además de desempeñar un papel preponderante en la prensa, es necesaria en los sistemas de gobierno democráticos como el de Venezuela, pues siempre habrá algo susceptible de ser caricaturizado y los caricaturistas tendrán la necesidad de expresar críticamente la realidad de la sociedad.

En nuestro país ha tenido una rica e histórica tradición de contradecir a los gobiernos. Los años de dominio de figuras autoritarias fueron épocas propicias para el florecimiento de la prensa satírica. Surge a partir de las publicaciones del diario “El Venezolano”, de ideología liberal fundado por Tomás Lander y Antonio Leocadi Guzmán, en el cual va aparecer por primera vez en Venezuela la caricatura burlándose de personajes políticos. La caricatura que más causó revuelo en esa época fue cuando José Antonio Páez perdió la Batalla de los Araguatos en 1848 contra los liberales y el caricaturista Blas Bruzual lo dibujó vestido de militar con una cola de araguato y lo nombró el “Rey de los araguatos”.

La caricatura cobró auge en oposición a los gobiernos de Antonio Guzmán Blanco y Cipriano Castro. Guzmán Blanco ha sido el presidente más burlado en la prensa nacional y Castro el más ridiculizado en la prensa internacional.

Durante el mandato de Juan Vicente Gómez la caricatura fue reprimida y entre los caricaturistas perseguidos se encontraba Leoncio Martínez, quien fue condenado a prisión en varias oportunidades. Posteriormente la plena libertad de prensa y de expresión resurge en el gobierno de Isaías Medina Angarita. En el período presidencial de Rómulo Bentacourt la situación más abordada y trascendental dentro del humor político fue el hecho de que éste sufriera un atentado y solamente sus manos se quemaran, debido a que anteriormente él había expresado públicamente: “que se me quemen las manos si toqué el Tesoro Nacional”.

Sin embargo la censura aparece de nuevo en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en donde sólo algunos como Carlos Galindo “Sancho” la pudieron burlar. La caricatura política renace durante el proceso democrático que se inicia a partir de 1959. Durante todo el siglo XX el caricaturista más emblemático es Pedro León Zapata, el cual se caracteriza por ser irreverente y toca los temas políticos actuales.

En la televisión, en 1959 comienza un pequeño espacio meridiano en vivo dirigido por Víctor Saume y producido por el argentino Tito Martínez del Box llamado Radio Rochela. Fue trasmitido durante 50 años y fue el referente del chiste y humor político. Fue víctima de sanciones por parte del gobierno de Marcos Pérez Jiménez. A comienzos de 1990 los actores que pertenecían a este programa comienzan a realizar presentaciones privadas en teatros, en donde el tema era el chiste político.

En otro orden de ideas, desde años anteriores hasta la actualidad, distintos profesionales que hacen vida en diversos medios de comunicación son también humoristas que cumplen con la tarea de que el chiste político esté presente en Venezuela.

Por motivo de las medidas que ha implementado el gobierno, la censura es el pan de cada día, por esta razón, los humoristas venezolanos se ayudan de las redes sociales y el teatro para fomentar su humor, expresando su opinión sobre la política actual del país de una manera que no solo haga reír al público sino que también los ponga a reflexionar, pues este es el fin del chiste político.

Entre los humoristas más destacados de la actualidad y que además es politólogo, tenemos a Laureano Márquez. Este personaje no es venezolano de nacimiento pero sí de crianza; su familia se mudó a Venezuela cuando él apenas era un niño. Por su gran experiencia en política maneja conceptos que fundamentan su opinión y crítica, en base a esto, su humor nace en el pensamiento profundo dando a sus chistes un giro inteligente, por esta razón no todos son capaces de entenderlo. Además de

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