Cine Mudo En Latinoamérica:

Cine mudo en Latinoamérica:

La mirada maquinada sobre la ciudad

Desde que llego el cinematógrafo a Latinoamérica hubo un gran impulso por registrar lo local en especial el paisaje rural y las grandes ciudades. Países como Chile, Brasil, Argentina, Cuba, México no solo fueron importantes centros de recepción cinematográfica sino que también importantes productores.

El cinematógrafo fue usado en su rol referencial, estas producciones están teñidas por la subjetividad del director a través del montaje, los planos, encuadres, los temas a registrar, acentuando y promocionando al resto del mundo el carácter de metrópolis modernas y tecnológicas de las principales capitales latinoamericanas.

Santiago 1920 (anónimo), Sao Paulo sinfonía de metrópolis de Rex Lustig y Adalberto Kemeny (Brasil,1929) Corazón de una nación de Edmundo Urrutia (Santiago,1928) por nombrar algunas, forman parte de estas representaciones de ciudades. Estas tres películas buscan retratar la ciudad como una mimesis de las ciudades modernas europeas de diferentes maneras. Por ejemplo en el cortometraje Santiago 1920 se hace un registro muy selectivo mediante planos fijos de la arquitectura y lugares más característicos de Santiago que mejor representan a una sociedad occidental ilustrada, culta y moderna. Se registran lugares como la Alameda de las Delicias, la Casa Central de la Universidad de Chile, el Club de la Unión, el edificio del Congreso Nacional, la Bolsa de valores, la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, el Museo de Bellas Artes, la Estación Mapocho. Pero todo de una manera muy rígida, con planos cerrados que abarcan solo el edificio o monumento que se quiere registrar como si no se quisiera dejar pasar la imagen "no moderna" de Santiago que podría presentar la contigüidad de los edificios y de los elementos sociales y raciales de los habitantes de Santiago que no cumplen con el perfil de la metrópolis europea. Es por esta razón que la película resulta lenta y rígida pues se resta la presencia humana, se presenta a una ciudad despoblada y muy fragmentada una ciudad vista a través de una "secuencia de postales". Además llama la atención la presencia de carteles en francés que indican los diferentes lugares, lo que nos da a entender que quizás esta película tuvo un fin promocional para ser exhibida fuera de Chile.

En contraposición a Santiago 1920, la película de Edmundo Urrutia El corazón de una nación (1928) tiene como propósito mostrar el despertar de la época moderna en la ciudad de Santiago. Resulta ser una propuesta más dinámica que la anterior porque juega mucho mas con movimientos y ángulos de la cámara y con la simultaneidad a través de imágenes caleidoscópicas (en donde se superponen imágenes) o presentando acciones paralelas que convergen. De esta manera transmite

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