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Clasificar no consiste totalmente en dar un nombre a cada ser vivo, sino agrupar la gran biodiversidad de organismos según las características comunes que lo asemeja


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2016  •  Reseñas  •  2.694 Palabras (11 Páginas)  •  202 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
U.E. Colegio San Juan Bautista
3er Año Sección B

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Profesora:                                                                        Integrantes:

Zulma Medina                                                                

San Juan de los Morros; 1 de mayo de 2016

Clasificar los Seres Vivos por sus Características


        
Clasificar no consiste totalmente en dar un nombre a cada ser vivo, sino agrupar la gran biodiversidad de organismos según las características comunes que lo asemejan. La rama de la biología que se ocupa de la clasificación de los seres vivos se llama Taxonomía o Sistemática.

La clasificación de los seres vivos nació desde hace tiempo. El hombre primitivo ya se preocupaba por la clasificación de los mismos. Distinguía dos tipos de animales: los útiles y los nocivos. Evidentemente de manera útil a la supervivencia y no de manera científica.

        La sistemática moderna se encarga de la construcción de un árbol evolutivo en todas sus ramificaciones grandes y pequeñas. Para este trabajo de reconstrucción son utilizados los métodos de las ciencias más diversas, como la química, la paleontología, la genética y la informática.

Caracteres Taxonómicos

        Los avances de la biología durante el siglo XX han permitido mejorar y superar los sistemas de clasificación de los siglos pasados. Aquellos se apoyaban en los caracteres morfológicos externos, y los cuales se basan en caracteres fisiológicos, citológicos y bioquímicos.

        Actualmente para clasificar los organismos se toman el mayor numero de características disponibles, que van de la simple morfología externa a la estructura anatómica, citológica y estructural.

Nomenclatura Binomial

        El nombre del organismo debe expresar el grado de parentesco que mantiene con otro. Además, no debe variar de región o de país a país, pues si eso ocurriera se crearía una gran confusión.

        Para evitar tal confusión, Linneo creó en 1753, una nueva nomenclatura biológica. Linneo comenzó por dar nombre a los vegetales y posteriormente a los animales. Daba a un grupo de organismos de la misma especie un nombre compuesto de dos términos. El primero de ellos corresponde a un grupo de especies parecidas y se llama género y el segundo termino expresa la especie, que generalmente se refiere a una característica de ella.

        Para dar un nombre  a los organismos, es necesario saber si son o no de la misma especie.

        Elegimos algunos tipos de perros bastante conocidos por todos, por ejemplo, un pequinés, un galgo y un bulldog. Estos animales, a pesar de presentar diferencias en sus características, pertenecen a una misma especie, por lo cual pueden cruzarse entre sí y producir descendientes fértiles.

         El sistema binomial fue creado por linneo que consiste en un sistema de clasificación en el cual los nombre de los organismos se expresan en latín y deben ser destacados de alguna manera; generalmente escritos con letra cursiva o subrayada.

  1. El nombre del género se escribe la primera letra con mayúscula y el de la especie con letra minúscula y se coloca después del género.

Por ejemplo, el café: Coffea arabica.

Categorías Taxonómicas

        Las principales categorías taxonómicas son: especie, género, familia, orden, phylum o división y reino.

        Si se tiene que clasificar un cierto número de especies vegetales y animales, en primer lugar es conveniente separar las plantas de los animales. Los biólogos comienzan dividiendo los seres vivos en grandes grupos llamados reinos. Luego dividen estos reinos en grupos muy amplios llamados phyla en el reino animal y divisiones. En el reino vegetal: cada phylum es a su vez dividido en clases, cada clase en órdenes y cada orden en familia. Cada familia reúne varios géneros, que están constituidos por especies. A veces se tienen en la misma especie organismo que presentan caracteres un poco diferentes entre sí, los cuales son considerados como razas o variedades.

Sistemas Modernos de Clasificación


        Durante las últimas décadas se han realizado investigaciones sobre las formas más simples de vida, constituidas por las bacterias y las algas verde-azules. Estos organismos no son ni vegetales ni animales; presentan mayores semejanzas entre sí que con los organismos decididamente considerados plantas o animales. Hoy con base en nuevas orientaciones, algunos sistemas de clasificación incluyen bacterias y algas verdes en el reino Mónera. Estos organismos tienen una característica en común: la falta de un núcleo organizado.

Algunos biólogos incluyen en este reino también los virus, mientras otros sostienen que los virus no son seres vivos.

Actualmente está teniendo mucha aceptación entre los biólogos la división de los seres vivos en cinco reinos: Mónera, Protista, Fungi (hongos) Plantae, Animalia.

Los animales constituyen alrededor del 70 por 100 de las especies de todos los seres vivos, mientras que el 30 por 100 restante se divide desigualmente entre los otros reinos nombrados y los virus. Los virus no están encuadrados en ninguno de estos reinos, si bien algunos autores los consideran como parte del reino Mónera.

Los Virus - Ubicación Taxonómica

Estos seres se estudian como un grupo perteneciente a los Mónera por su simplicidad, aunque plantean un problema difícil para la taxonomía, ya que se encuentran en el umbral de o vivo y lo no vivo.

Algunos biólogos creen que las primeras formas de vida eran semejantes a los virus; otros sostienen que los virus no se deberían considerar como organismos vivos, sino como parte de las células con una existencia parcialmente independiente.

Su tamaño oscila alrededor de 100 nanómetros, los mayores. En cuanto a la forma, algunos tienen forma poliédrica, como el de la poliomielitis; otros de forma helicoidal y algunos cilíndricos. Los virus con parásitos obligados que sólo pueden multiplicarse dentro de una célula viva.

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