Competencias Gerenciales

En un ambiente competitivo y exigente como el que se desarrolla en la actualidad es fundamental para un directivo desarrollar y potencializar las competencias gerenciales. Estas le permitirán llevar a su empresa a conseguir el éxito y mantenerse en permanente evolución para hacerle frente al constante cambio. Por otro lado también le aportaran herramientas fundamentales para afrontar a una demanda exigente la cual se presenta en cualquier sector empresarial y laboral.

Como alto directivo es fundamental manejar un equilibrio y complemento entre los conocimientos técnicos y los aportes de tipo personal que se le puedan dar a la alta gerencia. Ambos son de suma importancia ya que una persona con ciertas competencias personales las cuales ha trabajado a través de varios años como son la comunicación, el liderazgo, la asertividad, el manejo del tiempo y del estrés, pueden contribuir con el desarrollo de una gerencia exitosa. Al combinar estas competencias con las adquiridas a través del conocimiento brindado por estudios superiores. El Licenciado Oscar Anzorena expresa que las competencias se dividen en competencias técnicas (destrezas que un individuo tiene sobre un dominio específico) y competencias genéricas (es la capacidad de acción de un individuo en su área laboral), él dice que gran parte de las tareas que desarrollamos en nuestra actividad laboral tienen un importante componente conversacional, ya que las realizamos dialogando con alguna otra persona. La mayoría de las competencias genéricas tienen en común que están basadas en competencias conversacionales. Nadie puede liderar, negociar, coordinar acciones o trabajar en equipo si no es a través de sus conversaciones. Así, la comunicación humana se constituye en un factor clave de la efectividad personal y la productividad organizacional.

En cuanto a las competencias de maestría personal, Anzorena estas son:

• Visión personal: Implica adquirir una noción de sentido y de propósito en nuestra vida. Está constituida por los valores y aspiraciones de cada uno de nosotros, que le otorgan finalidad y significado a nuestra existencia y establecen la direccionalidad de nuestras acciones.

• Fortaleza emocional: Es la capacidad de las personas para conocer y gestionar sus emociones. Para su desarrollo proponemos reconocer tres niveles que se interrelacionan mutuamente: Conciencia emocional, autodominio emocional y liderazgo emocional.

• Capacidad de aprendizaje y cambio: Nuestra capacidad de aprendizaje y cambio es la única competencia que nos puede garantizar que nuestro accionar siga siendo efectivo y que vayamos adquiriendo y perfeccionado las competencias que nos sean requeridas por las sucesivas circunstancias que se nos vayan presentando.

• Competencias conversacionales: Se desarrolla a través de la comunicación humana, la cual constituye en un factor clave de la efectividad

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