Competencias en la primera infancia

INTRODUCCION

La primera infancia es la etapa donde se origina todo el proceso de socialización de los niños, es donde se establece su forma de pensar y el concepto que llegara a tener de sí mismo. Es ahí donde esa etapa debe ser fortalecida y apoyada, donde las competencias salen a flote y se evidencia todas la capacidades que tiene el niño, es así como este concepto se construye y se forma a partir de las apreciaciones que la sociedad le hagan, determinando como son sus comportamientos y las capacidades que radican en él.

LAS COMPETENCIAS EN LA PRIMERA INFANCIA

Las competencias son las capacidades que posibilitan los saberes y el hacer de los niños y niñas a lo largo de su desarrollo físico y mental, pero también incluyen el saber ser. Estas competencias en la primera infancia no se reflejan a simple vista, sino que son observadas a través de los desempeños y comportamientos que los niños evidencian en la vida cotidiana.

Las competencias en la primera infancia son primordiales ya que potencializan el conocimiento de los niños, los cuales surgen de situaciones específicas. Es por ello que es necesario tener claro el concepto de competencias y principalmente al momento de aplicarlo en la primera infancia, pues es ahí donde se solidifican las bases del el aprendizaje y la práctica de actividades en el ámbito educativo. Las competencias se fundamentan en todo lo que se realiza en un ambiente de aprendizaje, en los talleres, las actividades lúdicas y recreativas.

Algunas de las competencias fundamentales en el desarrollo de la primera infancia son la comunicación lingüística y matemática, la autonomía e iniciativa personal, la competencia social y ciudadana, la competencia cultural y sobre todo la competencia emocional.

En la competencia en comunicación lingüística según Chomsky, una persona ha desarrollado competencias en el uso del lenguaje cuando lo utiliza para interactuar con la comunidad. Es así como esta competencia contribuye al desarrollo equilibrado de los niños a nivel personal y social, donde se crean vínculos con su entorno, y aportar a una construcción en la convivencia y la personalidad. Este desarrollo se refleja en escuchar, hablar y escribir.

La competencia matemática también es primordial, pues esta permite construir el pensamiento lógico y la resolución de problemas que se le puedan presentar de manera habitual.

En la autonomía e iniciativa personal la competencia se radica en el conocimiento que tiene el niño de sí mismo, en la capacidad que tiene para actuar por su propia iniciativa, conociendo y controlando su propio cuerpo, siendo seguro de sí mismo y realizando las actividades diarias de forma propia y sintiéndose capaz.

Según una de las tipologías de las competencias

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