Construyendo El Amor

“Amarte con los ojos cerrados es amarte ciegamente, amarte mirándote de frente sería una locura…yo quisiera que me amen con locura ”, esta frase puede interpretarse de manera muy simple, sin embargo si comenzamos a leer detenidamente cada una de las palabras que la componen y lo analizamos en su conjunto podemos darnos cuenta de que palabras tan sabias como estas, son la base de una relación de amor maduro y verdadero. Desde la perspectiva que tenemos de la palabra amor, nos resulta complejo desglosar y conceptualizar un sentimiento que engloba muchas situaciones y emociones, es por esto que hoy en día se confunde y se trata de dar significado a este concepto, a través de la vida y de las experiencias que vamos adquiriendo en el camino, sin embargo la forma de entenderlo es paso a paso con cautela y dedicación, teniendo en cuenta que no se puede sentir el amor sin arriesgarse, ya que así nunca encontraremos a la persona con quien compartirlo. Podemos generalizar o simplemente contar experiencias personales pero lo que queremos transmitir es el resultado de lo que verdaderamente es el amor, independiente de las opiniones.

Para algunos el amor es lo más maravilloso que puede suceder en la vida, ya que es aquí en donde encuentran a esa persona tan especial que nos llena cada día y en cada momento, para otros en cambio es lo peor; el sufrimiento más doloroso, sin embargo esto se debe a que no han encontrado a la persona indicada, no han experimentado la esencia de amar y no han aprendido el verdadero significado de lo que implica estar junto a alguien.

Existe la posibilidad de que en una relación de pareja estemos convencidos de estar enamorados, cuando en realidad solo podemos encontrarnos frente de una emoción efímera, que muchas veces es por el deseo de no estar solos, recibir cariño y sentirnos amados. Es aquí en donde idealizamos a la otra persona, no somos capaces de distinguir ningún defecto en el o ella por el hecho que recién estamos comenzando a conocerla, vemos en nuestra

pareja un reflejo de lo que queremos demostrar o llegar a ser, nos invade la pasión, lo vemos como un todo que cumple todas nuestras expectativas.

No es curioso que la mayoría de las personas, sobre todo mujeres, antes de tener una relación nos imaginemos e ilusionemos con tener una relación perfecta como en los cuentos de hadas, en donde encontramos un príncipe azul y somos felices por siempre, pero sucede que con el tiempo, nos vamos mostrando tal cual somos, comienzan a surgir los problemas y discusiones, nos vamos desilusionando del concepto que teníamos o de lo que esperábamos y en el intento de solucionar esos conflictos no tenemos la suficiente tolerancia y nos terminamos alejando de la persona, sin antes ver si somos nosotros quienes estamos actuando de manera incorrecta y nos creemos tan dueños de la verdad que culpamos de todo a nuestro acompañante, generando muchas veces un quiebre de la relación.

El amor verdadero lo vivimos de una manera totalmente diferente, de forma más profunda, más transparente, nos damos el tiempo de entender a nuestra pareja, apoyarla frente a cualquier obstáculo, aceptarla tal cual es, respetarla en todo momento, dar lo mejor de nosotros, tener la dedicación y paciencia para reconocer y perdonar los errores, así construir a medida que pasa el tiempo lazos más fuertes y un amor

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