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Enviado por   •  22 de Mayo de 2015  •  650 Palabras (3 Páginas)  •  144 Visitas

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HISTORIA DE ARACNE

Había una joven doncella, llamada Aracné, que sobresalía, según se cuenta, en el arte de entretejer la lana. Su fama se debía no a su nacimiento ni a su patria, sino exclusivamente a su talento. Para admirar sus trabajos, las Ninfas de los bosques muchas veces bajaban a visitarla: ¡tan fina era la trama de sus telas y tan bien sabía bordarlas su aguja! Absortas de admiración, estas Ninfas le preguntaron en cierta ocasión si alguna diosa en persona le había enseñado su maravilloso oficio. Aracné se defendió, como si fuera una vergüenza el haber aprendido de alguien y luego agregó:

-¡Si alguna diosa que sepa tejer tan bien como lo hago yo, que venga, pues, a medirse conmigo! Si vence, me someteré a todo.

La escuchó Atenea, la diosa de la sabiduría quien se revistió entonces con los rasgos marchitos de una vieja, cubrió su frente de cabellos blancos, y apoyando en un bastón sus miembros extenuados, se acercó a Aracné y le dijo:

-La vejez, ¡oh joven!, no aporta sólo males. No desdeñes mis consejos. Tú puedes aspirar a la gloria de sobrepasar a todos los mortales; pero no pretendas, como sostienes, eclipsar los trabajos de una mano inmortal.

- Si que puedo – exclamó Aracné-. ¡Qué venga pues la diosa a medirse conmigo!

- Ya está aquí- respondió Atenea, despojándose del disfraz de la vejez.

Tomaron al punto asiento una junto a la otra y se pusieron a tejer; el deseo de la victoria las hizo infatigables. Atenea bordó sobre su tela el vasto Olimpo y todos sus dioses; la orgullosa muchacha adornó la suya con episodios de los amores de los dioses. Cuando terminaron ambas su labor, Atenea no encontró nada que censurar en la obra de Aracné; el magnífico trabajo no tenía el menor defecto. Ciega de despecho, cogió la tela de Aracné, la maltrató y la hizo pedazos. La infortunada joven, no pudiendo soportar tan cruel afrenta, intentó ahorcarse. Pero movida por su compasión, Atenea, la de los verdes ojos, mitigó su destino y la arrancó de la muerte.

-¡Tú vivirás- le dijo-, desgraciada; pero tu vida, de hoy en adelante, penderá siempre de un hilo!

Aracné, desde entonces fue convertida en araña, y desde ese día esta hilandera de aéreos tejidos no cesa de colgarse de los hilos de su tela.

1. La fama de Aracné se debía a:

a) su tierra natal.

b) Su nacimiento.

c) Su capacidad para ejercer su arte.

d) Su inmensa belleza.

2. Las ninfas de los bosques bajaban a visitar a Aracné para:

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