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Cosas diferentes


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2021  •  Apuntes  •  607 Palabras (3 Páginas)  •  48 Visitas

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Cosas diferentes

Muchas veces pienso en cómo estaría si fueran diferentes las cosas, ¿Muerta, feliz o las dos?

Hoy es otro día en el que estoy de nuevo en mi casa, con sueño, aunque haya dormido hasta la una de la tarde, después de haber escuchado los gritos de mi madre diciéndome que me la paso durmiendo a pesar de que sabe que tengo anemia, que no sirvo para nada y que ya me levante a organizar la casa.

De vez en cuando le digo que me gustaría poder salir con alguna amiga a comer un helado o simplemente a hablar, le digo que me gustaría ser un poco menos retraída, pero su respuesta siempre es la misma, “usted no tiene amigos por ser tan antipática, malmirada. Si fuera más sociable las cosas serían diferentes”.

Pero bueno, quizás y tiene razón, aunque éste no es un relato sobre ella, es sobre mí, pues desde que cumplí 12 sólo soy una masa de carne que se lamenta por seguir respirando cada día. Sólo soy una lluvia perpetua con la cual nadie, en ningún momento, quiere lidiar.

Puedo parecer otra adolescente llorona sin importancia, a la cual con los años se le va a pasar su tristeza y va a ser un humano como cualquier otro, pero la verdad es que no es relevante lo que piensen de mí, siempre y cuando alguien me lea y trate de entenderme.

Nunca he hecho algo como esto, ni siquiera sé qué es, pues lo máximo que he escrito son poemas para mi novio, que, a pesar de ponerles mucho amor, son tan insípidos como yo.

Todos los días busco una forma en la que no me sienta tan miserable, pero el tiempo es mi condena, porque cuando quiero hacer algo no hay, y cuando tengo, ya no me animo a hacerlo.

Es bastante insolente éste, me hace ver cómo se pasan los días y mi rostro, mi cuerpo y mi ánimo empeoran. A decir verdad, cada cosa va en decadencia, pero aquí sigo, en mi talego voluntario, refugiada en la soledad de mi alma, que cada vez más marchita me implora por cambiar.

Quizás todo mi tormento sea causado por lo disfuncional que era mi familia, pues mi padre le pegaba a mi madre y a pesar de casarse nunca pudieron convivir lo suficiente, o por lo restrictiva que fue mi abuela en el tiempo que viví con ella, o también podría ser porque mis “amigos” preferían estar con cualquier otra persona que conmigo, o por todas las veces en las que mi padre me ha recordado que no soy su hija biológica y que no hago falta, pero ninguno, ninguno de ellos tiene más culpa de la que tengo yo.

Dicen que la adolescencia es una de las etapas más maravillosas de la vida, pero, para ser sincera, no es mi caso. Crecer sólo me ha enseñado que la existencia está llena de dolor, que en realidad no es color de rosa, sino, un gris, que apenas lo comienzas a ver te deja un vacío que nada llena nunca, ni el dinero, la compañía, la felicidad o el esfuerzo. Ahí es cuando entiendes que estás hueco, que ya no eres un niño, que tienes responsabilidades y que la vida ni un solo instante es compasiva.

¿Debería llorar? ¿Debería tratar de salir adelante como los demás? ¿Debería morir?

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