Crisis Politica

CRISIS INSTITUCIONAL:

PROTAGONIZADA POR EL CONGRESO.

La crisis política por la que atraviesa Colombia se le puede otorgar a la independencia y la efectividad que ha demostrado el poder Judicial en sus investigaciones y la supervivencia del Congreso a pesar de los escándalos que ha protagonizado: como tener cerca del treinta por ciento de sus congresistas investigados por presuntos vínculos con actores ilegales, y otros que no pueden votar proyectos de gran relevancia política y constitucional por estar impedidos.

Aceptar situaciones como esta que están fuera del sistema legal nos deja frente a otros países como una política persuadidle y débil, en muchos otros países

Harían tambalear las instituciones, o que por lo menos obligarían a los funcionarios implicados a renunciar.

Es importante reconocer el papel fundamental del mismo gobierno en cada uno de los eventos que han motivado el hecho que estamos atravesando una crisis institucional.

El Actual gobierno, no calculo con exactitud las señales de lo que estaba pasando con el Congreso dos años atrás, se puede culpar a ese hecho para que se generara una de las crisis políticas más graves de los últimos decenios.

No sólo se profundizó la deslegitimación del Congreso, sino que la misma institución presidencial fue afectada y las Cortes de igual manera fueron tocadas por la oleada de descontento ciudadano.

Adicionalmente se unió una crisis política al interior de la coalición de Gobierno, en la medida en que se fracturó la confianza de las bancadas de los distintos partidos políticos entre sí y con los otros partidos y entre la bancada gobiernista y el Gobierno Nacional, el Presidente y sus Ministros, expresado esto en actos como la negativa a escuchar en las dos Cámaras del Congreso al Ministro del Interior, hecho un poco extraño en la política colombiana.

Así que para el conjunto del régimen político colombiano, se deja a las más representativas instituciones con bajos niveles de legitimidad y en esa medida con poca credibilidad en sus propuestas e iniciativas.

De tal manera que el poder Ejecutivo no ha mostrado interés político para apoyar decididamente la reforma que está en curso, con el fin de promover sanciones a los partidos cuyos miembros tengan nexos con la para-política y a asumir la responsabilidad política frente a la ciudadanía y a su electorado.

Pero de nada sirve todo esto, si los cuestionamientos a la Corte Suprema siguen en marcha por sus fallidas actuaciones de justicia, generando incertidumbre y falta de credibilidad a todas las decisiones relevantes para el país tanto en materia política, como económica, y por supuesto en la propia institucionalidad.

En Colombia pareciera que vamos en la dirección opuesta, ya que

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