Cronica De Baile Ensayo

CRONICA

Para mí el baile fue una elección, nunca lo vi como un propósito de mi vida. Me respondió Sara Montes con mucha tranquilidad, con esos ojos cafés, su pelo entre rubio y su tez blancuzca. Teniendo la posibilidad de hacer una carrera profesional y eso lo tuvo siempre perfectamente claro.

"jamás tuve la indecisión, desde que nací en Pacho-Cundimnamarca, mis primeros pasos fueron bailando, me conto mi madre y desde que tengo uso de razón, sabía que quería ser bailarina, me la pasaba bailando todo el tiempo y al terminar mi colegio en zipaquira-Cundimnamarca, ya estaba estudiando y posteriormente desde el año 2000 ya era profesora, enseñando en una academia de danza local y lo que más anhelaba era el momento de llegar a Bogotá, para continuar mis estudios y mi trabajo de danza, pero a un nivel profesional en la fundación folclórica.

Actualmente y paralelamente estudio periodismo en la universidad central de Colombia y me siento como una persona común y corriente, estudio con ganas y bailo con más ganas aun, me esfuerzo a un nivel estricto y estoy muy satisfecha con mi trabajo”, dice.

Sara Montes se halla en el período más radiante de su carrera. Su fuerte es el flamenco, Nunca antes una bailarina había actuado así. Donde se ve claramente que cuando ella baila se entrega con pasión total y casi que con locura.

Al preguntarle a Sara que siente cundo baila nos dice: “Los que me conocen saben que amo el flamenco. Me siento poderosa, me siento realmente invencible cuando bailo”.

Al verla bailar, la imagen de Sara nos queda en la mente: Un indiscutible hechizo de perfección y talento, de ligereza y movimientos de manos y pies con taconeos armonizados nos deslumbran, casi que nos habla de una forma clara su expresión corporal.

Como la define el público "Sara es una mujer con baile de diosa", con la capacidad de convertirse en algo sublime en el escenario.

Con una imponencia que seduce al espectador. Sara tiene todo para ser la bailarina más importante del flamenco en Latinoamérica y en todo el mundo.

Cuando le preguntan

“¿A qué te dedicas?, - soy bailarina de flamenco. Y nuevamente le preguntan ¡Ah!, pero, ¿y en qué trabajas?, - pues, bailo en la fundación folclórica”.

Varias veces Sara se ha encontrado en esta situación incomoda, no solo ella, también los demás bailarines, y a Sara le ha tocado dar explicaciones, de que eso es a lo que ella se dedica, y no es un trabajo cualquiera, sino un trabajo durísimo, tanto de nivel físico, como de nivel psicológico, prácticamente como es el trabajo de los atletas olímpicos.

Colombia no es un país en el que la cultura del flamenco

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